Economías ilícitas alrededor del narcotráfico estarían afectando la seguridad de Cali

La proliferación de cultivos de coca, marihuana y amapola para la producción de drogas en los departamentos de Valle del Cauca, Cauca y Nariño, así como la explotación ilícita de oro en agua y tierra que se desarrolla en el Chocó, son dos de las principales causas que convierten a Cali en un centro de negociaciones del narcotráfico en el que confluyen la violación de derechos humanos y la comisión de delitos que afectan la vida y la convivencia de la capital vallecaucana.

“Lastimosamente, el fenómeno del narcotráfico que opera en todo el suroccidente del país le genera a Cali una gran presión en materia de seguridad. Buena parte de los actores que mueven las economías ilícitas alrededor de las drogas, utilizan la ciudad como un espacio de reunión para fraguar o concertar sus negocios y hacer ajustes de cuentas”, manifestó Jimmy Dranguet Rodríguez, secretario de Seguridad y Justicia de Cali.

En este sentido, el funcionario también explicó que la razón por la que Cali se ve desbordada en temas de violencia es porque el control de estas economías ilícitas es disputado por grupos armados ilegales y bandas criminales que hacen presencia en esta ciudad.

Asimismo, el funcionario aseguró que desde la Administración Distrital, en conjunto con la Fuerza Pública, se están haciendo todos los esfuerzos para atacar este fenómeno; sin embargo, destacó que es importante la concurrencia del Gobierno Central para hacer más eficiente la lucha que se adelanta localmente en contra de las drogas, a partir de inyecciones económicas y estrategias de orden nacional que erradiquen los cultivos ilícitos en el país, principalmente en el suroccidente, los cuales afectan de manera directa la seguridad del Distrito Especial de Cali.

Sumado a lo anterior, el coronel Pablo Alvarado, coordinador del Observatorio de Seguridad Distrital, manifestó, desde su perspectiva, que la cultura del narcotráfico heredada de los años 80 hace que Cali aún conserve un estigma que la convierte en epicentro de actividades ilícitas, además del evidente consumo de estupefacientes que se observa en lugares públicos de la ciudad.

Al respecto, el líder de la cartera de seguridad insistió en la importancia de unir a todas las autoridades del Área Metropolitana de Cali con los departamentos vecinos, bajo el liderazgo de la Nación para atender con eficacia el flagelo del narcotráfico que afecta tanto a Cali como a todo el país.

Entretanto, Cali llegó a 301 homicidios en lo corrido de este año, de acuerdo con el Observatorio de Seguridad. La ciudad llegó a esta cifra luego de registrar tres muertes violentas el pasado miércoles, 19 de abril.

Los tres homicidios registrados que elevaron la cifra a más de 300, ocurrieron en los barrios Pampalinda, Mariano Ramos y Fepicol. Las víctimas tenían 27, 35 y 48 años de edad. Tanto las motivaciones de estos crímenes, como sus autores, son materia de investigación por parte de las autoridades.

Estos 301 homicidios son apenas cuatro menos que los registrados hasta esta misma fecha en 2022, pero muchos más de los registrados en 2020 y 2021, cuando, respectivamente, la ciudad contabilizaba 262 y 287 asesinatos.

Así las cosas, la tasa de homicidios en la capital del Valle del Cauca, para este año, es de 45,6 por cada 100.000 habitantes.

Las comunas donde más asesinatos se han registrado en 2023 son la 3, 6, 8, 10, 15, 17, 18, 20, 21 y 22. La mayor cantidad de víctimas de los homicidios eran hombres (280).

Según el Observatorio de Seguridad, las armas de fuego (238) son los artefactos que más se usan en Cali para cometer homicidios.

Son los domingos los días más violentos en la ciudad, con 69 de los 301 homicidios registrados, seguidos por los lunes (49) y los martes (43).