NARIÑO
El peligroso arsenal decomisado a dos presuntos integrantes del Tren de Aragua: tenían fusiles, ametralladoras, granadas, droga, y hasta prensas de oro
“Colaboras o te hacemos colaborar a las malas”, le decía alias JJ, cabecilla del Tren de Aragua capturado, a sus víctimas.
Otros dos criminales que pertenecen al denominado Tren de Aragua fueron capturados en las últimas horas en Ipiales, Nariño. Entre los detenidos figura el cabecilla de la red que operaba en este municipio fronterizo.
Los sujetos de nacionalidad extranjera fueron detenidos en flagrancia en diligencias de allanamiento y registro a viviendas realizadas por agentes de la Policía. Eran requeridos por los delitos de concierto para delinquir con fines de extorsión, porte ilegal de armas de fuego y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Tanto el cabecilla del autodenominado Tren de Aragua Los Ipialeños, conocido como alias JJ, como el otro capturado, una mujer distinguida como alias Daniela, estaban dedicados al cobro de extorsiones a lugares dedicados a la prostitución y a otras actividades ilegales.
“Según lo manifestado por las víctimas, estos sujetos hacían exigencias a los propietarios de los establecimientos hasta de 7 millones de pesos, para que pudieran continuar prestando sus servicios. Es importante mencionar que, actualmente, cursa una investigación contra estas personas por delitos como concierto para delinquir agravado, extorsión, homicidio y tráfico de estupefacientes”, precisó el Departamento de Policía de Nariño.
En los operativos para darles captura les fue encontrado un tremendo arsenal. Esta es la larga lista de elementos hallados por las autoridades en las viviendas de los presuntos integrantes del Tren de Aragua en Ipiales:
• Un fusil M4 calibre 5.56 milímetros.
• Una subametralladora calibre 9 milímetros.
• Una granada de fragmentación.
• 802 cartuchos calibre 5.56 y 9 milímetros.
• 8 Proveedores calibre 5.56 y 9 milímetros.
• 115 dosis de bazuco.
• 6 dosis de cocaína.
• 6 pastillas de droga sintética.
• 143 dosis de marihuana.
• 7 equipos móviles.
• 1 computador.
• $6′230.000 en efectivo.
• Una motocicleta.
• Diferentes prensas de oro y accesorios
Hace dos semanas, catorce criminales que estaban bajo el mando de alias JJ fueron capturados por agentes de la Policía y el Ejército, quienes allanaron dos inmuebles de Ipiales, Nariño; entre ellos una casa de gran tamaño en la que funcionaba el centro de operaciones del Tren de Aragua, para detenerlos. En ese lugar tenían instalado un importante punto de venta de estupefacientes y planeaban homicidios, secuestros y extorsiones.
Y es que en los allanamientos les encontraron 4.142 dosis de marihuana, 442 de bazuco y 184 de cocaína. Así mismo, les hallaron una subametralladora tipo mini uzi, un proveedor metálico, 39 cartuchos de diferentes calibres, dos metros de cordón para artefactos explosivos y 13 teléfonos.
“Se capturaron en flagrancia a 14 personas por los delitos de porte ilegal de armas de fuego, y tráfico y fabricación de estupefacientes. Estos sujetos de nacionalidad extranjera, al parecer pertenecientes al grupo criminal organizado Tren de Aragua, estaban dedicados a la venta de estupefacientes en puntos fijos y a la comisión de hurtos, secuestros, extorsiones y otras conductas delictivas en esta ciudad de frontera”, dijo el coronel Edwin Rojas Chisco, comandante del Departamento de Policía de Nariño.
La casa que servía como centro de operaciones del Tren de Aragua en Ipiales estaba ocupada de manera ilegal por los delincuentes de nacionalidad venezolana. Tal era la importancia de este sitio para los criminales que, en ese lugar, llegaron a tener una persona secuestrada. SEMANA conoció que, en vista de todo el mal causado al municipio en este inmueble, la estructura será demolida.
Cabe recordar que la banda Tren de Aragua, liderada desde Venezuela, es responsable de múltiples asesinatos y la aparición de cuerpos embolsados en las esquinas de Bogotá. Además de la capital del país e Ipiales, las autoridades tienen pruebas de que la organización ha extendido sus tentáculos hasta Cúcuta, donde ordenaron una masacre.