Violencia

Este es el nuevo frente de las disidencias de las Farc que llegó al norte del Cauca; es comandando por un sanguinario que asesinó a varios cabecillas para llegar al poder

A ese departamento llegó el recién creado frente Yair Bermúdez, comandado por un viejo conocido de los grupos criminales y quien juró arrebatarle el poder a alias Iván Mordisco.

Redacción Semana
10 de agosto de 2024
NAC-NUEVA DISIDENCIA
Al Cauca llegó el recién creado frente Yair Bermúdez. | Foto: AFP

El más reciente enfrentamiento entre estructuras criminales registrado en zona rural de Toribío, norte del Cauca, el pasado miércoles, dejó en evidencia una realidad para la que no están preparadas ni las Fuerzas Militares. Dos estructuras disidentes intercambiaron ataques con explosivos a través de drones, en medio de la comunidad.

Pese a que el norte del Cauca, por el costado oriental, lleva 12 años controlado por la sanguinaria estructura criminal Dagoberto Ramos, que pertenece al Estado Mayor Central de alias Iván Mordisco, en los últimos días a esa zona llegó el frente Yair Bermúdez, que es una disidencia de las disidencias, formado en las montañas de Buga, Valle del Cauca, territorio antes controlado por el frente Adán Izquierdo. Quien está detrás de este nuevo frente criminal es Luis Carlos Pinilla Cortés, alias Óscar o Barreto, oriundo de Toribío, Cauca.

Se cree que este cabecilla es uno de los presuntos autores intelectuales del asesinato de John Gil, concejal de Jamundí, el pasado 27 de abril. Este criminal inició su carrera delictiva en 2012, siendo integrante del sexto frente de las Farc, donde era guerrillero raso, mando comisión y escuadra. Para 2017 fue capturado por el CTI en la vereda Ceneguera (Cajibío, Cauca), cuando exigía el pago de una extorsión.

   El prontuario de alias Barreto es amplio y se le atribuyen varios asesinatos como el de un concejal en Jamundí. Fue capturado y, luego de lograr su liberación, aumentó su poder criminal en el Valle y en el Cauca.
El prontuario de alias Barreto es amplio y se le atribuyen varios asesinatos como el de un concejal en Jamundí. Fue capturado y, luego de lograr su liberación, aumentó su poder criminal en el Valle y en el Cauca. | Foto: suministradas a semana api

En ese momento ya era integrante de la compañía Milton Hernández Ortiz, del ELN. Al salir de la cárcel se unió primero a la estructura Dagoberto Ramos, que delinque en el norte del Cauca, y posteriormente a la Jaime Martínez, a mediados de 2020, bajo las órdenes del temible alias Mayimbú. Una de sus primeras tareas fue viajar al norte del Valle del Cauca para expandir los tentáculos de esa columna disidente, donde fundó la compañía Adán Izquierdo, que delinque en Buga y Tuluá.

El 27 de noviembre de 2023, en un video publicado en redes sociales, anunció la conformación del frente 57 Yair Bermúdez, mencionando que hará presencia en los municipios de Tuluá y Sevilla. Posterior a esto, emitió un comunicado en el que anunció la separación del Estado Mayor Central y asesinó, a sangre fría, a varios de sus excompañeros de la Adán Izquierdo.

Con esos crímenes se abrió camino hacia el corredor entre los departamentos de Tolima y Quindío. Alias Barreto desempeñó un papel importante dentro del equipo negociador del grupo ilegal, al ser designado para ser el representante del Estado Mayor Central en el mecanismo de verificación con los países garantes del cumplimiento del cese bilateral. Este comandante tiene el rótulo entre las disidencias de ser uno de los más sanguinarios.

La guerra se recrudece a diario en el departamento del Cauca. | Foto: suministradas a semana api

Así quedó comprobado cuando asesinó a su mejor amigo (y también cabecilla de la Adán Izquierdo), alias Eiber, para quedarse con el dinero producto de las extorsiones.

Del otro lado, en esta nueva guerra criminal, está la columna Dagoberto Ramos. Este grupo es señalado de atentar contra las autoridades indígenas y de ser autor de los más recientes asesinatos contra gobernadores y personalidades de colectivos sociales, y de los últimos ataques en municipios como Miranda, Corinto y Toribío.

El principal cabecilla es Wilmar Pazu Rivera, alias Cholinga o David, quien cuenta con cerca de 250 hombres en armas, así como redes de apoyo al terrorismo en cabeceras urbanas. Es una de las estructuras más violentas del departamento y es la encargada de la producción y comercialización de coca y marihuana, reclutamiento de menores, asesinatos y secuestros, así como de los hechos registrados recientemente en Corinto y Jambaló.