Valle del Cauca
La desgarradora imagen que deja el atentado en Jamundí: un adulto mayor, cuidador de carros, que no quiere morir
La fotografía del hombre herido, en ese momento, conmovió a toda Colombia. Su estado es crítico.
Y ahí estaba él: sentado sobre la vía con la pierna derecha destrozada y el brazo derecho desencajado, bañado en sangre, la mirada perdida, quizá sin entender nada de lo que estaba pasando, tenía puesto aún su chaleco reflector naranja que lo identificaba como cuidador de carros. Visiblemente afectado y con una angustia por no morir. Por no dejarse morir. Este miércoles criminales de las Farc le detonaron casi al frente una motocicleta cargada con explosivos en el centro de Jamundí.
Esa esquina de la calle 10 en el centro del municipio vallecaucano es su lugar de trabajo. Allí permanecía siempre. Nadie sabe su apellido, pero sí su nombre: se llama Rafael. Siempre amable y voluntarioso llega antes de que el sol asome y se va tarde de la noche. Cuida carros, así se gana la vida.
No tenía enemigos y no se metía en problemas, pero fue gravemente herido sin deberle nada a nadie. Su único pecado fue existir en un territorio en el que el frente Jaime Martínez ha descargado toda su barbarie. Desde carros bombas hasta asesinatos selectivos. Ese es el terrorífico paisaje de Rafael y el de muchos jamundeños.
En estos momentos se debate entre la vida y la muerte en la clínica Valle del Lili en Cali. Profesionales de la salud lo están interviniendo quirúrgicamente para lograr el milagro de mantenerlo en este mundo.
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Lo de este miércoles fue aterrador: muy temprano lanzaron explosivos contra la Fuerza Pública y hostigaron la estación de Policía, luego detonaron una moto bomba en inmediaciones del parque principal, allí donde trabajaba Rafael y por donde pasaba en ese momento una patrulla.
Rafael quedó tendido en la mitad de la vía con toda su indumentaria de trabajo, consciente, pero visiblemente afectado. Su imagen, que circula en redes sociales, es lamentable, desgarradora y cruda.
Dos uniformados de la Policía, un sargento y una patrullera, también resultaron heridos de gravedad, pues la carga fue detonada justo cuando la patrullaba pasaba por ese lugar. Dos entidades bancarias y un gimnasio sufrieron afectaciones, y por la onda explosiva hay varios lesionados.
“Llevamos varios meses difíciles en nuestro municipio. Esta mañana sufrimos dos ataques simultáneos: un hostigamiento en Potrerito, en la zona rural, que ha afortunadamente no reporta heridos, pero que nuevamente irrumpe la tranquilidad de nuestra población; y un artefacto explosivo en nuestra zona urbana, cerca del área bancaria, donde hay cuatro heridos”, dijo la alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo.
La mandataria insistió en su pedido al Gobierno nacional para que priorice la situación de Jamundí. “Le exigimos al presidente Petro que mire hacia Jamundí, porque nuestro ciudadano no pueden seguir en medio de esta guerra que no nos corresponde, y la solución la tienen ellos. Nosotros, aquí en el territorio, venimos trabajando incansablemente por mejorar la seguridad, pero esta situación desborda nuestras capacidades. Pedimos que no nos dejen solos”.
Por ahora, Jamundí es objeto de una oleada terrorista de las disidencias de Iván Mordisco, a quienes no les importa atacar a civiles, como Rafael, que todos los días madrugan a trabajar y a sobrevivir.