NACIÓN
La pesadilla de la extorsión que acecha en Nariño: estos son los impactantes testimonios
Las víctimas denunciaron ante las autoridades
La extorsión sigue acechando en Nariño, no es cuento del pasado que personas inescrupulosas lleguen hasta los negocios del departamento para amedrentar a sus propietarios; les piden grandes sumas de dinero, supuestamente, en calidad de protección y para dejarlos trabajar.
SEMANA conoció de primera mano dos estremecedores testimonios de comerciantes víctimas de este delito.
Una de ellas, ubicada en el municipio de Ricaurte, relató que las amenazas las empezó a recibir en el mes de agosto de 2022. La mujer contó que dos hombres encapuchados llegaron hasta su negocio de abarrotes, pidiéndole al empleado que estaba en ese momento, enviarle un mensaje.
Le habrían enseñado un arma de fuego indicándole que supuestamente eran integrantes de las disidencias de las Farc y en una nota dejaron un número celular para que ella se comunicara con ellos, pues la misiva era contundente: o pagaba o le volaban el negocio.
Posteriormente, la dueña del establecimiento aseguró que decidió llamar para verificar lo que estaba pasando, al comunicarse, le ratificaron el mensaje, en esta oportunidad le dijeron que debía colaborar con la causa.
“Inicialmente me estaban pidiendo 50 millones de pesos, como les dije que no tenía la plata, me hicieron una visita a mi casa que quedaba cerca al negocio, allá me dijeron que si no cumplía con lo que ellos estaban pidiendo, iban a actuar”, contó la mujer, quien quiso reservar su nombre por seguridad.
Efectivamente, la comerciante no atendió a esta solicitud y los delincuentes actuaron. En septiembre de 2022, detonaron una granada afuera de su negocio para amedrentarla; le repitieron que entregara el dinero porque la próxima vez no iban a fallar.
“Ya iban a mi casa con la cara descubierta, les veía los rostros; a ellos no les importa porque creen que son los que mandan en el pueblo, creen que para ellos no hay ley”, sostuvo la mujer, quien le tocó tomar una decisión radical por su bienestar y el de su familia, cerró la tienda y salió lo más rápido de Ricaurte para radicarse en otro pueblo.
Una situación similar vivió otro comerciante en el departamento de Nariño; contó que su negocio de víveres lo tiene registrado en Cámara y Comercio, asegurando que siempre le ha gustado tener todo en orden y en el marco de la legalidad.
Sin embargo, lo que parecía un año nuevo tranquilo y próspero en su vida, se iba a convertir en una pesadilla, ya que la primera semana de enero de este año, empezó a recibir llamadas amenazantes, supuestamente de parte de un grupo guerrillero.
“Me decían que tenía que dar dinero para la protección de mi familia y la mía”, relató el hombre, quien aseguró que no le desea a nadie lo que sintió en ese momento.
A pesar de ello, se llenó de fuerzas y se comunicó con el Gaula de la Policía para denunciar. En ese momento, le dijeron que las llamadas las podría estar recibiendo desde una cárcel, pero venía lo peor, quienes lo habían amenazado llegaron hasta su negocio.
Contó que fueron dos personas y aseguraron que eran miembros de las disidencias de las Farc. Eso lo cambió todo, por ello se comunicó con el investigador del Gaula que lo había asesorado; le dio una serie de recomendaciones, le tomaron la denuncia y después lo citaron nuevamente para hacer una declaración.
La preocupación se acrecentaba para el comerciante, expresó que temía ser víctima de un atentado contra él y su núcleo familiar.
“Cuando recibí esas amenazas sentí preocupación porque tengo a mi esposa, mis hijos, me preocupaba que les fueran a hacer algo a ellos y que esas amenazas si se materializaran porque son groseros, lo tratan a uno como lo peor, lo hacen sentir a uno que es la peor persona, el peor ser humano, entonces sentí mucho miedo, mucha zozobra”, expresó.
Luego del proceso de denuncia, asegura la víctima, no volvió a recibir llamadas ni visitas de parte de los supuestos integrantes del grupo armado ilegal.
Después, ambos comerciantes recibieron una llamada pero esta vez de las autoridades, quienes les indicaron que hace dos semanas lograron desarticular a la banda que los llegó a amedrantar. Se trata de ‘Los del Cobro’.
En el marco de la macrooperación ‘Fénix’ llevaron a cabo las capturas por extorsión, hurto y concierto para delinquir. Tres personas fueron detenidas en los municipios de Tumaco, Barbacoas (Nariño) y en la ciudad de Cali (Valle del Cauca).
Según la Policía, estos sujetos se dedicaban a la cobranza de extorsiones a comerciantes, conductores y propietarios de establecimientos abiertos al público en zonas urbanas y rurales del municipio de Ricaurte en el departamento de Nariño.
“Estos sujetos intimidaban a sus víctimas con armas de fuego y les exigían fuertes sumas de dinero a cambio de no atentar contra su integridad y la de sus familiares; gracias a estos operativos llevados a cabo de manera simultánea, fueron capturados y dejados a disposición de las autoridades competentes”, indicó la Policía.