Nación
Menor de edad fue asesinado a tiros en el barrio Marroquín de Cali: su muerte estaría relacionada con fronteras invisibles
La pelea de bandas por el control del territorio en este barrio de Cali sigue escalando.
La violencia cobró la vida de otro menor de edad en la ciudad de Cali. El caso encendió las alarmas de las autoridades, pues la semana pasada una adolescente fue asesinada cuando salía de su colegio.
En vía pública del barrio Marroquín III, oriente de Cali, un adolescente de 16 años de edad fue atacado con arma de fuego por desconocidos.
La víctima del ataque fue trasladada al hospital Carlos Holmes Trujillo, donde se registra su muerte debido a la gravedad de las heridas.
El coronel William Quintero Salazar, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, confirmó que este crimen estaría relacionado con las disputas que pandillas vienen librando en ese sector de la ciudad. Anunció medidas para intentar hacerle frente a la problemática de seguridad.
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El joven habría sido atacado tras cruzar una frontera invisible, que es una división hecha por las bandas criminales para controlar territorios bajo intimidación.
“Al parecer, este homicidio está relacionado con un caso de fronteras invisibles entre dos grupos delincuenciales. La idea es que con unidades de inteligencia y policía judicial hagamos presencia en los puntos donde hay confrontaciones por el control territorial y la venta de estupefacientes”, aseguró el uniformado.
Esta situación ha escalado a tal punto que estudiantes de la Institución Etnoeducativa Monseñor Ramón Arcila han dejado de asistir a sus jornadas escolares debido a las amenazas que están sufriendo por parte de pandillas. Algunos han optado, incluso, por retirarse del colegio.
“Esta problemática de violencia afecta directamente a nuestros estudiantes y sus familias, lo que ha llevado a la institución a estar en máxima alerta”, advierte la institución en una carta enviada a la Secretaría de Educación de Cali, en la que solicita tomar medidas que permitan a los estudiantes regresar a sus clases.
Según la institución afectada, aproximadamente 15 estudiantes no han regresado a clases y otros 9 tomaron la decisión de hacer definitivo su retiro. Las amenazas ―alega la institución― provienen de una oleada de violencia desatada por enfrentamientos de pandillas, en buena medida, por las denominadas fronteras invisibles.
“Documentar la situación de amenaza en la institución se dificulta debido a que los acudientes solo manifiestan la situación de manera verbal y se niegan a radicar documento escrito sobre los hechos o radicar denuncias ante las autoridades competentes”, expone.
En vista de la compleja situación de seguridad que enfrentan los estudiantes del colegio, la institución pidió al cuadrante de la Policía que se haga presente en los horarios de ingreso y salida, y concertar estrategias para evitar el porte de armas y sustancias estupefacientes dentro del colegio.
Asimismo, adelantar mesas de diálogo con quienes están emitiendo las amenazas contra los estudiantes “para que se generen unos pactos de paz o se excluya a los alumnos de los conflictos entre pandillas”, e implementar programas deportivos y culturales para que los jóvenes ocupen sus tiempos libres.
La institución pidió, además, una reunión en la que se hagan presentes representantes de las secretarías de Seguridad y Justicia, y Educación, la Personería y la Policía Metropolitana.