Violencia
¿Pacto con el diablo? Denuncian posible alianza de algunos militares con la Marquetalia de Iván Márquez en el Cauca para derrotar a Mordisco
Algunos miembros del Ejército y la Segunda Marquetalia, de Iván Márquez, habrían sellado una alianza para acabar con el frente Carlos Patiño, de Iván Mordisco, en Argelia, Cauca. Esta es la historia.
En el sur del Cauca se podría estar cocinando una penosa y cuestionable alianza entre algunos hombres del Ejército y la estructura terrorista Segunda Marquetalia, al mando de alias Iván Márquez, quien mientras negocia un acuerdo de paz con el Gobierno nacional ha ordenado una expansión criminal para quedarse con el cañón del Micay, territorio controlado por el sanguinario Mordisco y su frente disidente Carlos Patiño.
La orden de Márquez es aprovechar las concesiones por las negociaciones de paz para que su estructura crezca. La Segunda Marquetalia en pocos meses pasó de estar acorralada en Nariño a pelearse –casi en igualdad de condiciones– con Mordisco por el gran botín criminal que deja el narcotráfico en Argelia y el corregimiento El Plateado.
¿Cómo lo hicieron? Esa es la pregunta que ha desatado una ola de especulaciones. Una de ellas es la posible alianza entre algunos miembros del Ejército y esa estructura criminal para hacerle frente a Mordisco en El Plateado, donde los combates han dejado un número importante de muertos y miles de personas desplazadas.
“Lo que está pasando es muy grave: tenemos información de que el Ejército le abrió las fronteras a la Segunda Marquetalia entre Cauca y Nariño con la intención de diezmar el poder del frente Carlos Patiño en el cañón del Micay. Hoy, las Fuerzas Armadas no tienen el suficiente poderío para un combate contra esta estructura de Mordisco; por eso, incluso el director de la Policía dijo que no había garantía para entrar a El Plateado. Entonces, lo que están haciendo es facilitarle las cosas a la Segunda Marquetalia para que se maten contra la Carlos Patiño y luego ellos (El Ejército) llega a apoyarlos”, dijo un veedor de la zona.
Como estrategia de guerra puede resultar efectiva, manifiesta un defensor de derechos humanos del Cauca, pero no acabaría el problema de fondo, pues se reemplazaría una estructura criminal por otra. “Aquí los más perjudicados son los habitantes de Argelia, que han quedado en medio del conflicto, tenemos reporte de veredas enteras que están deshabitadas porque ambos grupos han asumido una postura paramilitar de arrasar con la población civil porque consideran que están filtrando información. La otra denuncia constante que nos ha llegado es que cuando hay presencia de la Segunda Marquetalia no hay formación de la tropa militar cerca, es como decir que se hacen los de la vista gorda”.
Prueba de la crueldad con que se está desarrollando la guerra en Argelia fue lo ocurrido el pasado 23 de julio, cuando el sanguinario frente Carlos Patiño lanzó un artefacto explosivo contra una cancha en El Plateado, donde departían varios niños y adolescentes. Este atentado terrorista dejó a un pequeño niño muerto y seis personas heridas.
Los presuntos responsables de la criminal acción, según las Fuerzas Militares, son alias Andrés Patiño o el Mocho, alias Kevin, alias Zamora –cabecilla de la compañía Fardey Díaz– y alias Giovanni, responsable de instrumentalizar a la población.
“El objetivo es neutralizar a alias Andrés Patiño o el Mocho, cabecilla del bloque occidental Jacobo Arenas, y a alias Kevin, cabecilla principal de esta estructura Carlos Patiño, y a los criminales encargados de su seguridad. Por tierra y aire se han insertado tropas que tienen la misión de ubicar a estos sujetos”, indicaron las Fuerzas Militares.
SEMANA tuvo acceso a un registro audiovisual en el que se observa a guerrilleros de las Farc lanzando granadas de mortero y manejando drones en la zona rural de Argelia, municipio del Cauca, donde libran una guerra a muerte con el Ejército.
Allí se ve a los delincuentes que están enfilados en la estructura Carlos Patiño del Estado Mayor Central, uno de los brazos armados más sanguinarios de la organización delincuencial, maniobrando con los peligrosos explosivos.
En un fragmento de la grabación también quedó en evidencia el manejo de drones, otro instrumento que inauguraron las Farc para arremeter contra la fuerza pública y atacar a la población civil en medio de la lucha por el control territorial. Solo en el corregimiento El Plateado, de Argelia, se han contabilizado este año cerca de 54 ataques por medio de vehículos aéreos no tripulados.
“Se combate a todos por igual”
El general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, al ser consultado por esta presunta alianza, negó de tajo cualquier relación con la Segunda Marquetalia de Iván Márquez y señaló que “se combate a todos por igual”. “El que dice eso que interponga la denuncia ante la Fiscalía. Me imagino que los que denuncian son de la Carlos Patiño”, le dijo el alto oficial a SEMANA.
No obstante, reconoció que en esa zona hay una fuerte disputa criminal. “A raíz de las confrontaciones armadas ilegales que se han venido presentando en los últimos días entre las estructuras de la Carlos Patiño y la Segunda Marquetalia, aquí en el Cañón del Micay, en los corregimientos de Sinaí y El Mango, esto ha generado que muchas de las familias allí presentes se hayan tenido que desplazar hacia otros sectores, y con el ánimo de recobrar la tranquilidad en nuestras poblaciones, se lanza una operación muy importante sobre estas áreas”.
El mismo general Mejía dijo en su momento que el corregimiento El Plateado es el ‘Wall Street’ de la economía criminal en el sur del país. Queda sumergido entre las imponentes montañas del cañón del Micay y desde hace varias décadas es un paso obligado para sacar las toneladas de droga que se producen en el macizo hacia el Pacífico caucano. Las rutas porosas conducen a puertos como Guapi, Timbiquí, López de Micay, que a su vez conectan con Tumaco por el sur, si el destino es Ecuador, y Buenaventura por el norte, si el rumbo es directamente Centroamérica.
Las disidencias de las Farc hicieron de ese lugar su nicho criminal tras la firma del acuerdo de paz en 2016. Su poder creció rápidamente; instrumentalizaron a la población civil, los obligaron a sacar el Ejército con un par de asonadas y cuando ya tenían el control absoluto se despacharon con una cátedra de barbarie solo comparable con los periodos más oscuros del conflicto colombiano.
“Aquí la pregunta que nos hacemos es ¿por qué si Iván Márquez está negociando con el Gobierno lanza una escalada violenta para copar nuevos territorios? ¿Cómo pasaron de Nariño al Cauca así tan fácil y en tan pocos meses? No es que nosotros seamos de la Carlos Patiño, como dice el general, solo vemos con preocupación cómo la fuerza pública está dejando que bandidos se maten mientras la población está en la mitad, ¿quién nos defiende a nosotros? ¿Se irá la Carlos Patiño y llegará la Segunda Marquetalia? ¿Entonces cuándo tendremos paz? Nosotros no queremos un Ejército que se alíe con criminales, sino que los combata con todas sus fuerzas para sacarlos de los centros poblados. Eso es lo que pedimos”, indicó una lideresa de Argelia a SEMANA.
Otro de los habitantes de la zona señaló que las disidencias controlan todo, pero ahora con la guerra, dicha vigilancia criminal se ha agudizado y es mucho más violenta. Los disidentes caminan por el casco urbano de El Plateado –donde residen aproximadamente 8.000 personas– con sus armas largas. Incluso, en el parque principal tienen una carpa de atención a la comunidad; allí mismo han masacrado a varios pobladores para mostrar su maldad.
“Ya nos acostumbramos a vivir con la zozobra de quién será el siguiente”, le contó a SEMANA un profesor de la zona al ser interrogado por la escalada de asesinatos que nunca se reportan, pero que todo el mundo sabe cómo y cuándo ocurren. Así viven miles de familias en Argelia, en medio del fuego cruzado, con grupos que libran una violenta guerra.