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Uno de los tres animales más venenosos del mundo habita en el Valle del Cauca; conozca cuál es y su tamaño real
La especie solo mide 5 centímetros pero su veneno podría matar a diez personas.
En el Valle del Cauca habita una de las especies más peligrosas del mundo. De acuerdo con National Geographic, mide 5 centímetros pero su veneno podría matar a diez personas adultas.
Se trata de la rana Phyllobates terribilis, “pesa menos de 30 gramos, y vive en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca. Esta especie se encuentra en peligro de extinción debido a la deforestación y actividades como la minería ilegal”, indica National Geographic.
De acuerdo con el portal web Ruta Regiones, siglos atrás, los grupos indígenas Emberá ya conocían la capacidad del veneno de estos anfibios; “pues usaron esta poderosa toxina para untar las puntas de los dardos de sus cerbatanas, artefacto para la cacería. Desde entonces, se le llama la rana dardo dorada, rana de dardo venenosa o rana punta de flecha”.
Asimismo, se conoce que este animal puede vivir hasta diez años y se camufla por sus colores que pueden ser amarillos, naranjas o verdes.
En cuanto a su nivel de amenaza, aunque es una de las especies más venenosas del mundo, estas huyen rápidamente ante la presencia de humanos y depredadores.
“Estos anfibios suelen tener hábitos diurnos, pues buscan su alimento en las mañanas e iniciando la tarde. Este es un animal carnívoro, que come principalmente hormigas, orugas, cucarachas, grillos, termitas, escarabajos, moscas, entre otros insectos”, indica el portal especializado.
Según información de ProAves Colombia, la altísima toxicidad de esta especie se podría deber al elevado consumo de una pequeña especie de escarabajo que, además de producir el ácido fórmico, también sería capaz de sintetizar la batracotoxina, por lo que su presencia en la dieta de las ranas dardo doradas estaría potenciando su toxicidad. Sin embargo, no se ha podido confirmar esta hipótesis, por lo que no se ha descubierto a qué se debe su toxicidad.
Cabe recordar que este año, un hombre fue sorprendido en el Valle del Cauca moviendo ilegalmente a decenas de especies para luego venderlas a traficantes. Los animales habían sido extraídos de su hábitat natural, en el departamento de Chocó.
La Policía descubrió al sujeto cuando hacía controles en la vía que conduce al municipio de Buga. Dentro del vehículo había varios ejemplares de una rana venenosa y más de mil peces. Todo apunta a los animales tenían a Cali como destino final.
“La captura se logra cuando se movilizaba como pasajero en un vehículo tipo automóvil, al parecer utilizado para el transporte informal. Al solicitarle una requisa a los ocupantes y al automotor, se le halla en el baúl los anfibios ocultos en una botella plástica con perforaciones diminutas dificultando el ingreso de oxígeno para respirar y evitando que estas especies se salieran del recipiente. Los peces también eran transportados en bolsas plásticas con poca agua”, explicó el Departamento de Policía Valle del Cauca.
Los uniformados solicitaron de inmediato el acompañamiento de expertos de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). Los expertos determinaron que el sujeto transportaba, en total, diez ranas arlequín venenosa (Oophaga histrionica), presentes en el Pacífico colombiano, y 1.100 peces alevinos emperador y palometas.
Cuando las ranas crecen se alimentan de insectos, en especial hormigas, ácaros y artrópodos pequeños. Se considera venenosa porque segrega una sustancia viscosa cuando es sometida a estrés, la cual puede causar parálisis respiratoria. La población de estas ranas ha venido decreciendo significativamente debido a su extracción y comercialización.
Por las diez ranas pagarían hasta 100 millones de pesos en el mercado ilegal.
Respecto a los peces, la Policía señaló que las especies encontradas son comercializadas para la piscicultura y la acuicultura, pero que el hombre no contaba con la documentación ni los requisitos necesarios para transportarlos.
El hombre fue capturado y el vehículo inmovilizado. Ambos quedaron a disposición de las autoridades competentes por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables. Por su parte, las especies quedaron en poder de la CVC, que se encargará de valorarlas y regresarlas a su hábitat natural.