VALLE DEL CAUCA
Video | Conductores denuncian desórdenes y ‘rumba’ en la vía Cali-Buenaventura
Conductores de carros y motocicletas coparon este domingo la vía al kilómetro 18. La calle fue una pista de baile y consumo de alcohol.
La vía Cali-Buenaventura, a la altura del kilómetro 18, estaba abarrotada de motocicletas y vehículos particulares con grandes equipos de sonido. Todo era una fiesta, descontrol, alcohol y, al parecer, drogas.
Aunque este fenómeno no es nuevo en este sector, las autoridades no han sabido ponerle fin al tema que tiene muy preocupados a los comerciantes de la zona, ya que este tipo de comportamiento ahuyenta a sus clientes.
“Tenemos una situación que se ha vuelto crónica, porque pasa desde siempre, lo que hace es un efecto de acumularse y cuando esto ocurre, llega al punto de rebosarse este problema; entonces llegan las autoridades a tomar unas acciones supremamente agresivas que no tienen consistencia en el tiempo, no están ubicadas bien para combatir con los puntos críticos que trae este conflicto que nos afecta mucho a los comerciantes, prácticamente hay un desplazamiento de nuestro público, porque esta clase de visitantes se convierten en ese tipo de usuarios que no son nuestros clientes; al contrario, desplazan al público familiar que viene al kilómetro 18, generando una mala imagen del sector, una muy perjudicial porque nos asocian con desorden y consumo de sustancias psicoactivas”, le dijo a SEMANA Alberto Portilla, propietario del negocio Neblinas.
La reciente situación se conoció por medio de videos que empezaron a circular en las redes sociales, en los que se evidencia a decenas de personas en carros y motos escuchando música electrónica a alto volumen y formando gran congestión vehicular.
En cuanto a las autoridades, según Portilla, su respuesta ha sido que los comerciantes se organicen y contraten su propia seguridad. “Nos dicen que nosotros deberíamos organizarnos y pagar nuestra propia seguridad, pero realmente es que la magnitud del fenómeno se sale del control que nosotros podríamos tener; así fuéramos muy unidos, no deberíamos pensar en reorganizarnos, sino como empresarios que pagamos impuestos que podamos tener el respaldo del Distrito de Cali”, manifestó Portilla.
Además, indicó que existe un problema de autoridad en la zona, primero que todo, entre Cali y Dagua. “Nadie se responsabiliza, no se sabe quién tiene injerencia en el sector porque es zona rural y vía nacional. Y los operativos son muy intermitentes”, aseguró el comerciante.
¿Cada cuánto viven esta situación?
Sin hablar del tema de la pandemia, en la que comerciantes del kilómetro 18 tuvieron que enfrentar una medida de pico y placa en el sector, que fue perjudicial para sus negocios, el descontrol en la vía se presenta constantemente. “Esa medida fue supremamente ridícula porque nos terminó de enterrar a muchos, eso pasó hace 7 meses más o menos. Y el tema de los vehículos sin control en la vía se presenta cuando bajan los controles de los fines de semana; incluso, ellos terminan siendo un grupo más organizado que la administración pública porque actúan más rápido, se comunican por medio de grupos, cambian rápido de lugar y así se la pasan”, aseguró Portilla.
Sin embargo, Alberto comenta que hace unos años tuvieron una experiencia de éxito en cuanto a los controles en la vía. “Esto sucedió cuando un agente de Tránsito se responsabilizó directamente de trabajar con la comunidad, empezando con los que parquean carros, los organizó y colocó los operativos en los horarios que la comunidad señaló. Cuando se fue, eso terminó”, contó.
Reacciones
Uno de los primeros en reaccionar a este hecho fue el concejal Juan Martín Bravo, quien señaló que lo ocurrido es preocupante. “Lo que sucede en el kilómetro 18 da vergüenza. Esto es de cada ocho días, no es algo nuevo, donde vemos a personas en motos, en vehículos, pero especialmente a los de las motos adueñándose de las calles, haciendo fiesta y consumiendo sustancias psicoactivas. Esto ha conllevado a que se genere un desorden total, un caos vial sobre esta zona”, le dijo Juan Martín a SEMANA.
Para Bravo, este tipo de desórdenes están generando un ambiente de zozobra y un clima de inseguridad que no es bueno para el sector. “Aunque las autoridades han intentado tomar control y hacer un ejercicio de autoridad, no han podido e inclusive han sido hasta amedrantados, los han intentado agredir. Indiscutiblemente es el momento en el que el Ejército debe salir a las calles, pero también hacerle un llamado a la ciudadanía, que se comporte bien y si no se comporta bien, creo que vamos a tener que regular la subida al kilómetro 18 para que la gente entienda, pero esto también es una corresponsabilidad del ciudadano”, fue el llamado de atención del concejal caleño.