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Doble calzada entre Barranquilla y Cartagena está en riesgo: concesión advierte que el lío con los peajes tiene en vilo este proyecto
El proyecto, uno de los más importantes de la costa, estima una inversión que supera los 4 billones de pesos.
La construcción de una doble calzada entre Barranquilla y Cartagena, por la vía La Cordialidad, es un contrato que arrancó en octubre de 2021, pero actualmente está en pausa. Se trata de una iniciativa privada liderada por la Concesión Autopistas del Caribe, conformada por KMA Construcciones S. A., Obresca S. A. S., y Ortiz Construcciones y Proyectos S. A.
Sin embargo, las obras aún no han iniciado. Resulta que al ser un proyecto de iniciativa privada, la Concesión asume todo los gastos sin recursos públicos, pero dicho financiamiento tendría que ser remunerado con ingresos generados de los peajes. En ese sentido, el gerente general de Autopistas del Caribe, Ernesto Carvajal, advirtió que la puesta de marcha de las obras “está en riesgo” por los incidentes que se han registrado en algunos peajes como el de Turbaco, en Bolívar, donde las talanqueras siguen arribas y, por ende, no están percibiendo ese pago.
“Hoy no estamos trabajando en nuestro cierre financiero porque tenemos tres riegos de menor recaudo activados. Uno de ellos es la estación de peaje de turbaco. El segundo es el esquema tarifario del proyecto que no se ha podido implementar. Estos proyectos tienen una resolución de Ministerio de Transporte donde se establece el esquema tarifario a implementar en todas las estaciones de peaje. En enero del 2022 debimos implementar ese esquema tarifario, pero por razones obvias de la problemática social ese esquema tarifario no se ha implementado y pues quedó automáticamente suspendido con el decreto 050 de este año”, explicó Carvajal.
El directivo añadió que un tercer riesgo identificado está relacionado con la estación de peaje de Arroyo de Piedra (Atlántico) cuya caseta no se ha instalado porque, entre otras cosas, la comunidad no ha permitido”.
“Como están activados esos tres riesgos de menor recaudo y toda la estructura financiera de este proyecto está sustentada en el recaudo de peajes, no estamos trabajando en nuestro en nuestro cierre financiero. Sí, el proyecto hoy se encuentra en riesgo, toda vez que de persistir esos riesgos de menor recaudo, pudiéramos estar abocados a una liquidación del contrato o a una terminación anticipada como corresponda en el momento”, sostuvo Ernesto Carvajal.
El gerente general de la Concesión Autopistas del Caribe reconoció que el Gobierno nacional está compensado el dinero que se deja de percibir por las talanqueras arribas. Sin embargo, en palabras propias “los recursos son finitos” y no alcanzarían.
“La ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) está sacando dinero para compensarnos ese menor recaudo por Turbaco, el menor recaudo por el esquema tarifario y el menor recaudo por la estación de Arroyo de piedra. Si bien nos están compensando, ese dinero es finito lo que hace que en algún momento los recursos se acaben y el proyecto pues entra en cuidados intensivos por llamarlo de alguna forma”, indicó Ernesto Carvajal.
“Nuestra estimación es que los recursos alcancen lo que queda de este año 2023. Ya en en enero de 2024 el escenario es otro. Pero nosotros somos más que una caseta de peaje, somos una concesión que opera y mantiene vivas en buenos estados, que presta servicios gratuitos al usuario, que generamos empleo y que tenemos demanda de bienes y servicios lo que dinamizan las economías de la región”, añadió el gerente.
La iniciativa comprende la construcción de 74 kilómetros de segundas calzadas, 20 kilómetros en variantes y 8 intersecciones a nivel y desnivel, así como la operación y el mantenimiento de las mismas.
El proyecto se divide en nueve Unidades Funcionales constructivas y una Unidad Funcional de operación y mantenimiento. El plazo total es de 35 años, de los cuales 1,5 años serán destinados a la preconstrucción, 6,5 años a la construcción y 27 años de operación y mantenimiento.