NACIÓN

Mujer que extorsionaba a su expareja fue capturada en Cartagena

Los implicados exigían el pago de 30 millones de pesos.

7 de julio de 2022
capturados por extorsión en Cartagena.
'Marla' y 'Wilson', capturados por extorsión en Cartagena. | Foto: Cortesía policía

En las últimas horas, personal especializado del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) capturó en flagrancia a una mujer identificada como Marla, de 35 años, y a un hombre identificado como Wilson, de 31, por el delito de extorsión.

La mujer fue denunciada por su expareja sentimental. La víctima afirma que desde hace unos días empezó a recibir amenazas de Marla, quien le decía que, como estaba próximo a recibir su pensión, debía darle 30 millones de pesos ‘si quería llevar una vida tranquila’.

Luego de las amenazas, dos hombres llegaron hasta la casa de la víctima, entre ellos quien fue identificado como Wilson, suplantando la identidad de trabajadores públicos y manifestándole que le iban a sacar una orden de captura.

El afectado interpuso una denuncia en contra de la mujer; luego de eso, autoridades iniciaron un operativo antiextorsión cerca de una zona turística de la ciudad de Cartagena. La víctima acudió a una cita puesta por Marla, en la que debía hacer un primer pago por un valor de 1′700.000 pesos, cerca de un supermercado.

Estando allí se acercó Wilson, el cual se identificó como uno de los funcionarios, junto a su expareja. El sujeto recibió el dinero y empezó a contarlo para ver si el primer pago estaba completo. Posteriormente, efectivos del Gaula procedieron con el operativo y capturaron en flagrancia por el delito de extorsión a los dos implicados, a quienes se le incautaron los elementos del material probatorio, entre ellos dos celulares.

Los capturados fueron puestos a disposición de un juez de control de garantías de la ciudad de Cartagena, quienes están por definir su situación judicial.

Más denuncias de abusos a turistas en la playa

En redes sociales se ha difundido una nueva denuncia de abuso a turistas en las playas del país. Todo comenzó cuando un ciudadano compartió su historia, adjuntando la factura sobre el presunto abuso, que califica como un “robo” y pide explicaciones a la administración pública.

Luego de ese caso, otra persona cuenta que terminó pagando por una ostra que un comerciante le dijo que le regalaba.

Por eso odio ser turista en mi propio país. Alguien que me diga, ¿desde cuándo uno tiene que pagar 250 mil pesos en servicio por sentarse en una playa pública? Playa Blanca es lo peor que tiene Cartagena. @AlcaldiaCTG por favor, ¿hasta cuándo el robo? ¡Difundan!”, fue la denuncia de una usuaria identificada como Febe López en Twitter.

“Negociamos en 30 mil las sillas más el consumo. Al final me entero que los 250 mil iba incluido: 1. El trabajo de ellos del cual no sé cuál fue, ya que duré 3 horas allí. 2. Seguridad (según vigilancia para que nadie nos robara) 3. Que tenían que pagarle al de la basura”, continuó concluyendo la usuaria sobre la situación vivida, afirmando que les habían amenazado con que, si no pagaban la “seguridad”, entonces les podrían “hacer daño”.

Ante esto, el usuario identificado como Julián Alvarado contó que había estado con su esposa en Barú y, al parecer, se les habría acercado un comerciante “regalándoles una ostra”; según cuenta, por no ser maleducado le recibió la comida, pero luego le habría pedido más de 100.000 pesos.

“Ayer estuve con mi esposa en Barú, pasó un vendedor ofreciendo cangrejos y ostras, me entrego una y me dijo que era un regalo (que era de mal gusto no recibirle a un negro el regalo que te ofrecía) le dije que muchas gracias y me entregó el supuesto regalo”, comenzó contando el afectado.

“Cuando le recibo el regalo, se sienta y empieza a abrirlo para mostrarme cómo era la ostra; en seguida me dijo pruebe. ¡Cuando se levantó dijo que le debía $ 110.000! Le dije que no tenía ese dinero, mi esposa se metió y dijo que no le iba a pagar nada, que si quería...”, continuó Alvarado, expresando la exorbitante suma de dinero por una sola ostra.

Como la situación se fue complicando, la víctima contó que insistió en que llegara la Policía para poder arreglar el problema; sin embargo, habrían llegado a un acuerdo para pagar la ostra que se había comido, pero a un precio justificable.

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