Norte de Santander
Duro golpe a las economías ilícitas de grupos armados en Tibú, Norte de Santander
Descubrieron un complejo compuesto por tres refinerías ilegales encargadas de destilar el crudo que era hurtado al oleoducto Caño Limón Coveñas.
En las últimas horas, las autoridades militares de Norte de Santander desarrollaron un contundente operativo donde lograron afectar las economías ilícitas de grupos armados que delinquen específicamente en la región del Catatumbo.
Así las cosas, mediante el desarrollo de operaciones ofensivas contra este flagelo, tropas de la Fuerza de Tarea Vulcano ubicaron y desmantelaron un complejo ilegal que haría parte del sistema financiero ilícito, al parecer del grupo armado organizado GAO ELN.
De acuerdo con las autoridades, eran tres refinerías ilegales donde destilaban más de 26.000 galones de crudo hurtado al Oleoducto Caño Limón Coveñas, ubicado en el municipio de Tibú, Norte de Santander.
La ejecución de esta operación duró al rededor de seis días, la cual se llevó a cabo en la vereda La Gómez, donde los soldados lograron interceptar este complejo avaluado en más de 7.000 millones de pesos.
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En el lugar se halló material empleado para conectar las refinerías, el cual fue destruido de manera controlada por el Equipo de Explosivos y Demoliciones (EXDE) sin daño alguno al medioambiente.
“De esta forma se golpean contundentemente las finanzas de esta estructura criminal, el Frente Juan Fernando Porras Martínez, que estaría detrás del hurto de hidrocarburos, para luego de un proceso artesanal convertirlo en combustible, y ser usado para el procesamiento de pasta base de coca”, señaló el coronel Leonardo Ferreira Lugo, jefe de Estado Mayor y segundo comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano.
Ante esta situación, el Ejército Nacional continuará en su lucha frontal y constante contra la cadena del narcotráfico en todo el departamento de Norte de Santander, poniendo a disposición sus capacidades para la protección de los nortesantandereanos.
Cabe mencionar que el pasado lunes 21 de noviembre se reanudaron las conversaciones de paz entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), esto con el fin de acabar con las acciones violentas que tienen en jaque varias regiones del país, específicamente en Norte de Santander.
Este departamento se ha visto sumergido en la guerra desde hace muchos años y el principal deseo de Petro es llegar a un acuerdo y así lograr un cese al fuego de ambas partes. Si esto se llegase a dar, los nortesantandereanos que habitan en la región del Catatumbo vivirán en paz y sin temor como lo han hecho por décadas.
En ese sentido, el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano Guerrero, se mostró enfático con los anuncios del presidente Petro de restablecer la paz en todo el territorio nacional, pues esto sería el inicio del cambio que ya comenzó.
“Este diálogo nos llena de ilusión a un conflicto que no tiene razón de ser, para los pobladores de esta región es importante que desde el territorio se pueda lograr una atención a los problemas que por años ha generado la violencia, especialmente en la región del Catatumbo”, puntualizó el mandatario.
Después de ese anuncio que se hizo en Caracas (Venezuela), quedó claro que la mesa de diálogo no empezará desde cero, sino que se retomarán los avances que se dejaron en 2016; sin embargo, los defensores de los derechos humanos en este departamento esperan que este proceso no quede como los anteriores.
“El Gobierno no puede cometer los mismos errores que se cometieron con las Farc, en el que su resultado fue una serie de violencia e incremento de cultivos ilícitos en la región. Si el ELN realmente tiene voluntad y quiere iniciar unos diálogos, deben ser ellos quienes manifiesten su voluntad en las regiones donde tienen control territorial, en términos del derecho internacional humanitario”, resaltó en SEMANA el defensor Diego Villamizar.