Cúcuta
El sentido homenaje a la teniente Julieth García en Cúcuta; familiares y amigos le dan el último adiós
La piloto era oriunda de Cúcuta, Norte de Santander.
Con honores militares y un cielo nublado, fue recibida este miércoles, 22 de marzo, en la ciudad de Cúcuta, la teniente Julieth García Cordero, piloto del helicóptero UH1N-EJC4227, accidentado el pasado domingo 19 de marzo en Chocó.
En el aeropuerto internacional Camilo Daza de este territorio fronterizo, familiares, amigos y comunidad en general realizaron un sentido homenaje, donde con un pasillo de honor exaltaron la labor que en vida ofrendó la cucuteña.
“Siempre será recordada por su calidad humana y su vocación militar. Su sacrificio nos obliga a continuar sirviendo con honor, compromiso y dedicación a la patria”, señaló la Segunda División del Ejército Nacional en Norte de Santander.
Desconsuelo y dolor se evidenciaba en la cara de los familiares de la uniformada antes de llevarse a cabo su sepelio y último adiós en esta ciudad fronteriza de donde era oriunda. “Un piloto no muere, solo vuela alto”, se logra observar en uno de los letreros que acompaña el homenaje.
Tendencias
(2) Honramos la memoria de cada uno de los hombres y mujeres que han ofrendado su vida por #Colombia. Su sacrificio nos obliga a continuar sirviendo con honor, compromiso y dedicación a la patria.
— Segunda División del Ejército Nacional (@Ejercito_Div2) March 22, 2023
Paz en su tumba. pic.twitter.com/KulbMOdhAy
Julieth García había hecho historia en el Ejército Nacional de Colombia al ser la primera mujer de su rango en poder volar un helicóptero UH 1N, como el helicóptero siniestrado con matrícula EJC4227.
Con tan solo 31 años, la cucuteña ya había realizado una carrera memorable en la institución, cursando primero todos los estudios pertinentes para finalmente graduarse como profesional en Ciencias Militares en 2015, para luego seguir formándose en cursos de armas y especialidades militares como avanzados de combate, paracaidismo, comunicaciones y finalmente para convertirse en la primera mujer en manejar este tipo específico de helicópteros.
Antes de poder calificarse como piloto de este helicóptero, Julieth tuvo que pasar por una fase de instrucciones teóricas bastante densas y mínimo 20 misiones, para luego pasar a una fase de vuelos en la que no solo acompaña a los ya pilotos de estas aeronaves, sino también aprende a manejar todos los instrumentos de visión nocturna, actividades que la cucuteña logró aprender de forma excepcional.
“El ser piloto no solamente es volar la aeronave, sino llevar la responsabilidad de su tripulación y de las tropas a las que nosotros apoyamos”, afirmó la teniente cuando logró certificarse como la primera mujer en manejar estos helicópteros, hito que la misma Institución le reconoció por su valor, entrega y disciplina.
“Mi familia siempre me apoyó, nunca me ha dicho que no a lo que he querido. En ese sentido, siempre he contado con su apoyo… La verdad, siempre he contado con ellos y es lo más importante para uno desempeñarse en lo que uno desea y sueña”, añadió la entonces cucuteña de 28 años, alistando todo su uniforme, equipo y herramientas pertinentes para dar su primer vuelo ya certificada.
Julieth siempre se mostró muy orgullosa de poder manejar este tipo de helicópteros, conocidos como los “legendarios cazadores”, por ser aptos para misiones de alto riesgo como de escolta y reconocimiento, al que se le añaden equipos sofisticados de vigilancia y armamento.
La teniente siempre tuvo el acompañamiento de sus superiores e instructores, quienes también se mostraron orgullosos cuando ella finalmente logró tener el control de la aeronave y pudo manejarlo sola, ya como toda una piloto oficial de la Institución, entrando al selecto grupo de mujeres que manejan helicópteros Black Hawk y el MI17.
“Todo lo que se hace con el corazón y vocación, Dios lo bendice a uno”, afirmó la joven cucuteña, quien lamentablemente perdió su vida en este accidente aéreo.