Cúcuta
El sentido homenaje a Neyda Rebolledo, víctima del atentado con explosivos en el centro de Cúcuta
Una amiga de la mujer reaccionó en SEMANA como la recordará.
Neyda Coromoto Rebolledo Tovar, de 45 años, fue la víctima mortal del atentado con explosivos registrado el pasado 17 de abril, en el parque Mercedes Ábrego de la ciudad de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander.
Esta mujer inocente se encontraba a unos cuantos metros de la caneca de basura que estaba cargada con explosivos, ubicada a inmediaciones del CAI de Policía de este parque, por lo que al momento de la detonación cayó moribunda al lado de un árbol.
Pues precisamente en ese lugar donde perdió la vida, los conocidos de Neyda que también trabajan en esa zona céntrica, le rindieron un momento con un sentido mensaje: “tu partida inesperada ha dejado en nuestras vidas el recuerdo imborrable de tu juventud y alegría. Estarás presente cada día, te recordaremos como la gran persona que eras, no te hemos perdido, siempre vivirás en nuestros corazones. ¡Que Dios te reciba en tu santa gloria!”.
Esta mujer era oriunda del estado Trujillo, Venezuela, y se desempeñaba desde hace varios años como vendedora informal en este parque de Cúcuta, donde a las 11:20 de ese lunes falleció por la onda expansiva que además dejó a otras siete personas más heridas.
“Ella era una muchacha muy educada, noble, trabajador, aunque se la pasara en la plaza, era muy bonita tanto por fuera como por dentro, de verdad no tengo palabras, porque le tenía mucho aprecio. Hay mucha gente que está dolida porque no es fácil que esta persona tan buena fuera a quedar de esa manera por la injusticia en que hay”, señaló una amiga de Neyda con voz entrecortada en SEMANA.
Por su parte, la Alcaldía de Cúcuta dio a conocer que realizará la gestión necesaria para poder repatriar el cuerpo de esta mujer a su lugar de origen con el fin de que sus familiares le realicen cristiana sepultura. La última vez que Neyda había visto a sus dos hijos fue en el mes de enero cuando se encontraba de visita en Venezuela en su ciudad natal.
Cabe mencionar que los heridos se recuperan en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, de Cúcuta y fueron identificados como: Mariángel Urbina Mijares, Nuryi Alejandra Galaviz González, Angie Viviana Rubio Cordero, Maryuri Zugey Perez Soto, Nelson Enrique Espinel Contreras, Omar Herrera Hurtado y José María Peralta Barrios.
Así fueron los últimos momentos de Neyda Rebolledo
Gritos, llanto, sirenas, incertidumbre, miedo y un improvisado reportero que registró a su modo y con su teléfono celular todo lo que estaba ocurriendo cuando detonó el artefacto explosivo.
“¡Qué bombazo tan hijueputa!”, se le escucha decir al hombre que registra el minuto a minuto de lo que ocurría. Al comienzo de la grabación, que dejaba ver el impacto de la onda expansiva, hace un primer plano de una mujer que estaba sangrando mientras convulsionaba.
Las imágenes resultan aterradoras, por lo que es imposible publicarlas, pues su contenido es fuerte y no apto para difundirlo. Sin embargo, la grabación continúa donde un hombre le rocía alcohol para cerrar las heridas mientras otras pedían ayuda.
A los pocos segundos empiezan a sonar, a lo lejos, los sonidos de las sirenas de las ambulancias y de la Policía. “¡Está viva, está viva!”, gritaba el improvisado reportero, quien alertaba que se trataba de una bomba que había sido “sembrada” en el parque. “¡Vea cómo quedaron los hierros torcidos, vea!”.
Mientras avanzaba la grabación también aparecían otros heridos por el artefacto explosivo. Poco a poco, alrededor del parque empezaron a llegar más y más personas para ver qué había ocurrido y atender a las personas heridas. “Sonó durísimo, cerca del CAI, la señora está gravemente herida”.
El hombre que grababa hizo un zoom hasta el lugar donde –según él– había estallado el artefacto en medio de los árboles. Después corre donde está un grupo de taxistas para informarles de lo ocurrido: “¡Qué bombazo, duro!”. A lo que otro le responde que quedó temblando.
Sin dejar de grabar, el hombre asegura que ya sabe quién es la mujer que resultó gravemente herida con la onda expansiva. “La que se la pasa aquí –mientras hace una seña– sentada con esta vieja, la mona esa bonita (...) tiene una chagualota, ñero, que le baja la sangre”.
El testigo sigue grabando mientras se observa cómo varias personas llegan al lugar. El video termina cuando marca el minuto 2:49 y el sonido de la sirena de una ambulancia se avecina con más fuerza.