Norte de Santander
ELN habría secuestrado a un militar en el Catatumbo; esto es lo que se sabe
Los hechos sucedieron en el municipio de Tibú.
Desde el pasado 19 de mayo se desconoce el paradero del militar Dayron Andrés Pallares Salcedo, quien habría sido secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las autoridades realizan constantes operativos para dar con el paradero de Pallares Salcedo.
El secuestro de este soldado regular se habría dado luego de que este saliera de permiso el 8 de mayo, en la base de Tolemaida, y se fuera de vacaciones a la vereda Francisco de Paula Santander, del corregimiento de La Gabarra, en el municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, donde fue intimidado por hombres armados.
Ante esto, Jhonatan Pallares, hermano del uniformado, reveló en RCN Radio que a la fecha no han recibido información de los raptores ni prueba de supervivencia que permita conocer el estado de salud de su familiar.
“Hasta la casa llegaron unos hombres que se identificaron como miembros del ELN, preguntaron si mi hermano estaba en el Ejército y se lo llevaron para hacerle unas preguntas y desde ahí no sabemos nada de él”, señaló el hermano del militar.
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Por su parte, el Ejército Nacional no se ha pronunciado frente a esta situación ni tampoco el grupo armado que denuncia la familia.
Tragedia en Catatumbo
En un trágico desenlace terminó una discusión familiar en la vereda El Brandy, ubicado en el corregimiento de La Gabarra, perteneciente al municipio de Tibú, en la subregión del Catatumbo. Un hombre mató a su esposa e hijo y luego se quitó la vida.
Este hecho se presentó el miércoles 21 de junio, en la finca Mata Cacao, en esta zona del departamento de Norte de Santander, donde de forma preliminar se conoció que esta acción violenta había comenzado como producto de los celos.
De acuerdo con las autoridades, Jorge Pacheco Vargas, de 65 años, habría asesinado a su pareja sentimental, identificada como Lidia Ester Cruz, de 40 años, y a su hijo Jeezel Pacheco Cruz, de 11 años.
Sin embargo, luego de lo cometido, este hombre se quitó la vida con la misma arma de fuego en el mismo lugar de los hechos. El levantamiento de los cuerpos se llevó a cabo por funcionarios de una funeraria, quienes los trasladaron a la zona urbana del municipio de Tibú.
Ante este suceso, la comunidad tibuyana rechazó los actos cometidos y pidió a las autoridades competentes realizar acciones de prevención con el fin de evitar estos casos que estremecen a la región del Catatumbo.
Secuestro en Catatumbo
Un nuevo secuestro fue reportado en la mañana de este sábado 10 de junio, en el municipio de Ocaña, en el departamento de Norte de Santander, donde presuntamente grupos armados estarían detrás de este flagelo.
De acuerdo con la información preliminar, esta acción violenta se registró contra Elkin Noriel Sánchez, un comerciante de 30 años, quien se movilizaba en una camioneta de color blanco.
Los hechos se habrían presentado en el barrio Cañaveral, de Ocaña, donde, al parecer, unos sujetos lo interceptaron y se lo llevaron con rumbo desconocido.
Ante este hecho, Noriel Sánchez, el padre de la víctima, envió un desesperado mensaje a los captores de su hijo, en el cual instó a liberarlo, y recalcó que son una familia dedicada desde hace años a la avicultura.
“Elkin ha estado trabajando en el mercado desde los 16 años, en un pequeño local donde vende huevos para la región del Catatumbo. Necesito tener noticias de él y les pido que se comuniquen conmigo. Estoy dispuesto a negociar”, mencionó angustiado el hombre.
Así mismo, dio a conocer que su hijo sufre de problemas de nervios y fuertes migrañas, por lo que pidió a los captores el favor de suministrarle los medicamentos necesarios mientras esté en cautiverio.
Hasta el momento, las autoridades se encuentran tras la ubicación de esta nueva víctima, por lo que han desplegado un operativo en todo el territorio.
“Hacemos un llamado urgente a las autoridades y entidades a todo nivel para que se tomen las medidas necesarias y conducentes a brindar seguridad y tranquilidad a la población en general, en especial a la comunidad del Catatumbo”, señaló en SEMANA Olguín Mayorga, líder social.
Así mismo, rechazó esta lamentable situación que se ha vuelto repetitiva y está enfrentando la población catatumbera por culpa de los grupos subversivos que delinquen en esta zona del departamento.
“Nosotros, como víctimas del conflicto armado en Colombia, todavía seguimos esperando el retorno de nuestros familiares desaparecidos. Desde hace años, décadas y meses, seguimos esperando una respuesta”, expresó Mayorga.
Ante este tipo de situaciones, los nortesantandereanos claman por el reinicio de los diálogos de paz entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y, del mismo modo, esperan la posibilidad de un cese bilateral al fuego con los diversos grupos armados.
Sin embargo, los defensores de derechos humanos en este departamento hacen un llamado especial ante las expectativas que se tienen una vez se logre restablecer estos diálogos, pues esperan que este proceso no sea como los anteriores.
“El Gobierno no puede cometer los mismos errores que se cometieron con las Farc, en el que su resultado fue una serie de violencia e incremento de cultivos ilícitos en la región. Si el ELN realmente tiene voluntad y quiere iniciar unos diálogos, deben ser ellos quienes manifiesten su voluntad en las regiones donde tienen control territorial, en términos del derecho internacional humanitario”, resaltó en SEMANA el defensor Diego Villamizar.
Así mismo, este veedor pidió a las autoridades reforzar la seguridad en la región, teniendo en cuenta que los grupos criminales cada vez toman más fuerza y poder en este departamento.
Además, recalcó que durante el año pasado se presentaron más de 100 acciones terroristas contra la fuerza pública en esta región, sin contar la masacre de los 10 soldados en el mes de marzo de 2023, por lo que pide que este grupo armado debe anunciar un cese al fuego unilateral de todas sus actividades criminales y terroristas.