Nación
Fuertes combates en Norte de Santander: un soldado y un guerrillero del ELN, entre los muertos
Dos personas murieron en medio de combates en la zona rural de Norte de Santander.
Las tropas del Ejército Nacional sostuvieron combates en las últimas horas con integrantes de la guerrilla del ELN en la zona rural de Norte de Santander. En medio de la operación, un supuesto delincuente fue dado de baja y se recuperó material de guerra.
Los hechos ocurrieron en el municipio de El Zulia, un sector dominado por los grupos armados ilegales que se sostienen con el cobro de extorsiones a la población civil, los secuestros y al tráfico de estupefacientes a gran escala.
Los uniformados se enfrentaron al frente Juan Fernando Porras Martínez, adscritos al bloque de guerra nororiental que aterroriza a los habitantes de varios departamentos. Por varias horas, ambos bandos se combatieron con todo su arsenal.
“Como resultado de la ofensiva, murió en desarrollo de operaciones uno de sus integrantes y fue incautado un fusil, dos granadas, proveedores, cartuchos, equipos, brazaletes alusivos al ELN, elementos de aseo y radios de comunicación”, indicó la institución.
Tendencias
La advertencia de las tropas es que se mantendrán en el sector para recuperar el orden público y atacarán a las estructuras armadas que afecten la tranquilidad de los habitantes de la región, como lo está haciendo la guerrilla junto a las disidencias de las Farc.
Ahora bien, en medio de esas confrontaciones fue asesinado el soldado profesional Carlos Andrés Lasso Quiñones, quien se encontraba combatiendo a los delincuentes en la vereda Encerraderos de la misma población de Norte de Santander.
“Esta acción criminal ocurrió mientras la unidad militar a la que pertenece el soldado adelanta operaciones contra este grupo armado organizado, logrando hasta el momento la neutralización de uno de sus integrantes”, manifestó el Ejército Nacional.
Este territorio es uno de los más fuertes de la guerrilla por la riqueza que le genera. En efecto, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional están en una lucha sin tregua para arrebatarles el poder y regresarles la paz a los habitantes.
Sin un cese al fuego que condicione las operaciones, las instituciones están destacando a sus mejores funcionarios para hacerles contrapeso a los criminales, y ellos han reaccionado de forma violenta, atentando contra los militares y estructuras del Estado.
La única amenaza no es el ELN. Igualmente, en este departamento hay dominio de las disidencias de las Farc que comanda alias Calarcá. Ellos imponen manuales de convivencia, cobran extorsiones y tienen protagonismo en el negocio de la cocaína. Al parecer, los dos grupos tendrían una alianza para no afectarse.