Semana pidió a las autoridades explicaciones sobre las denuncias de la comunidad.
Los policías se dirigían hacia la ciudad de Cúcuta. | Foto: SEMANA

Norte de Santander

Lo último: tres policías fueron secuestrados en Tibú cuando salían a disfrutar su permiso de fin de año

SEMANA pudo conocer que estos uniformados estarían retenidos por alias Andrey, cabecilla del GAOR E -33.

28 de diciembre de 2022

Nuevamente vuelve la zozobra a la subregión del Catatumbo, ubicada en el departamento de Norte de Santander, que por años se ha visto sumergida en la guerra entre los diferentes grupos armados que delinquen en ese territorio.

Una delicada situación de alteración al orden público que se ha vuelto repetitivo en esta zona del país se registró en la mañana de este miércoles 28 de diciembre contra tres policías que se dispondrían a disfrutar su permiso en esta época de fin de año.

Se dio a conocer que el intendente Javier Villamizar y los patrulleros Yohan Arenas y Diego Alberto Hernández, habrían sido retenidos ilegalmente por sujetos armados en zona rural del municipio de Tibú cuando se desplazaban en motocicletas hacia la ciudad de Cúcuta.

Al parecer, estos uniformados adscritos a la estación de Refinerías, estarían bajo el poder de alias Andrey, cabecilla de las disidencias del Frente 33 de las Farc, el cual ha generado temor en la comunidad catatumbera.

Ante esta situación, SEMANA se comunicó el el personero de Tibú, Jhon Ascanio, quien no entregó mayores detalles del caso, pero aseguró que se encuentran adelantando las gestiones junto a la iglesia católica para la pronta liberación de los oficiales.

Por su parte, este medio ha tratado de comunicarse con las autoridades del departamento, quienes no responder sus teléfonos para conocer más detalles de este incidente que se presenta a horas de la celebración de fin de año.

Sin embargo, se pudo conocer a la zona se desplazó una comisión liderada por el comandante del departamento de Policía Norte de Santander, el coronel John Robert Chavarro.

Los defensores de los Derechos Humanos en este departamento hacen un llamado especial ante las expectativas que se tienen una vez se logre restablecer estos diálogos, pues esperan que este proceso no sea como los anteriores.

“Rechazamos y condenamos este secuestro, lo que conocemos es que los policías se encuentran en manos de terroristas de las Farc, exigimos su inmediata liberación, los uniformados no se encontraban en servicio y se disponían a disfrutar el permiso de navidad juntos con sus familias, nos preocupa la ausencia del Gobierno nacional en materia de seguridad en el Catatumbo, acá los colombianos debemos unirnos a nuestra Policía y Ejército y exigir su protección y derechos humanos”, puntualizó en SEMANA el defensor Diego Villamizar.

Temor en Catatumbo

A través de redes sociales denunciaron el pasado 22 de diciembre la presencia de disidencias de las Farc que, al parecer, estarían patrullando las calles del municipio de Tibú, saludando a la comunidad de la vereda Bertrania, según pudo confirmar SEMANA.

Los delincuentes ya no se esconden, menos en las zonas de conflicto como este territorio fronterizo con Venezuela, en donde ahora se mueven como dueños y señores en la región, al punto que, en esta época decembrina, caminaron con un fusil en una mano y con un calendario en la otra.

Los miembros de la estructura 33 de las disidencias de las Farc no solo patrullan ejerciendo el presunto control territorial, sino que ahora hasta aprovecharon las fiestas de fin de año para entregar almanaques con publicidad de ellos a la población.

Así lo confirmó este medio con autoridades de la región, al conocer la fotografía que andan circulando, en las que se ven hombres de esta organización criminal, con brazalete de identificación en sus brazos, pasando por los barrios de Tibú y entregando de mano en mano estos elementos a la comunidad que no le queda de otra que recibirlas.

“Estos hombres estuvieron como un aproximado de 10 a 12 minutos en este punto, efectivamente se fueron rápido, ya que es zona rural que cuenta con presencia del Ejército”, señaló una fuente de la Policía de Norte de Santander a SEMANA.

El descaro y propiedad con que opera este frente, que en el pasado fue uno de los que más terror sembró y más rentas ilícitas le generó a la guerrilla por su relación directa con el negocio criminal del tráfico de drogas, no es nueva.

Esto lo hicieron con el propósito de llamar la atención y crear zozobra en la población en busca de reclutar jóvenes, porque eso es lo que están buscando. Cuando llegamos al sitio ya no estaban”, recalcaron las autoridades en su momento.