ATENTADO

Los detalles sobre el artefacto explosivo hallado en la Universidad del Atlántico

En un baño de la institución fue dejada una bomba casera, activada controladamente por unidades de la Policía Antiexplosivos. El centro de estudios sigue en medio de polarización entre el rector Carlos Prasca y un sector de estudiantes.

8 de julio de 2019
La detonación del artefacto se hizo de manera controlada por parte de la Policía de Antiexplosivos. | Foto: Cortesía: Policía Metropolitana de Barranquilla

Un artefacto explosivo fue hallado en la mañana de este lunes en uno de los baños de hombres en el campus de la Universidad del Atlantico. Sobre uno de los retretes se halló una caja plástica envuelta por cables, cinta aislante, un detonador y un reloj, acompañado de varios avisos que causaron alarma en la institución.
“¡Pilas! Estalla a las 11:35 a.m. Desalojen el bloque ya !!  BOMBA”, decían unas hojas de papel pegadas en la pared. Debajo del artefacto, otra hoja de papel hizo serias advertencias: “No nos someteremos jamás al dominio que quieren ejercer sobre nuestros estudiantes, nuestras ideas y actos porque nacimos libres de decidir en el camino que queremos tomar. Este es un aviso para deshacer a todos los mamertos de aquí”.

El comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, coronel Yesid Peña, manifestó a los medios de comunicación que se halló residuos de cordón detonante con un rango de afectación de "cinco metros a la redonda”. Su detonación se hizo de manera controlada por parte de efectivos de Antiexplosivos.
Hacia el mediodía del lunes las autoridades cerraron las instalaciones de manera preventiva y ejecutaron una revisión para verificar que no haya otros explosivos. De la misma forma el oficial deploró que en el centro educativo se den estas muestras de “terrorismo” y pidió a la comunidad universitaria denunciar a los responsables.

De fondo, se mantiene la polarización entre el rector, Carlos Prasca y un sector de los estudiantes y del profesorado que exige su salida. El directivo volvió a su cargo a fines de mayo de 2019 tras tres meses de suspensión por parte de la Procuraduría, que lo investiga todavía por las acusaciones de acoso sexual en contra de estudiantes del claustro.
Las malas relaciones entre los estamentos de la universidad no son nuevas. Llevan al menos dos años, los mismos que Prasca lleva al frente del cargo, en los que la institución se convirtió en un verdadero campo de batalla político y jurídico. Su polémica elección estuvo antecedida además de tres años de interinidad.
Mientras que en este episodio Prasca ha culpado a fuerzas de “izquierda extrema” de estar detrás de las graves acusaciones en su contra, algunos estudiantes insisten en identificar al rector con Cambio Radical y con el inamovible poder del charismo en Barranquilla.