Sobre las polvorientas y secas tierras del país, cerca de 20.000 animales, principalmente chigüiros, venados, zorros, peces, tortugas, reptiles y ganado vacuno, murieron por deshidratación en el 2014.Las imágenes de decenas de chigüiros, unos sobre otros, amontonados y muertos de sed bajo un sol inclemente en Casanare, resultaron estremecedoras y dejaron en evidencia los estragos causados por el fenómeno del Niño en aquel entonces.Desde ese momento, el Ideam sabía que después las cosas podrían ser peores y que, por eso, era necesario prepararse para un mañana. Un aviso que pareció no resonar en las demás autoridades competentes. Ahora, el futuro llegó y la situación climática actual parece estar por fuera de cualquier libreto.En octubre del año pasado empezó el nuevo fenómeno del Niño, que no ha tenido piedad en ningún lugar del país. Mientras en el 2014 las autoridades registraron cerca de 20.000 animales muertos, en el actual episodio –que lleva un poco más de cinco meses– se ha presentado una alta mortandad de cabezas de ganado: 50.000, según cifras del sector ganadero.“El Niño representa una verdadera catástrofe rural (…) Llevamos cuatro años viviendo unos desastres ambientales por dos fenómenos de este tipo de baja intensidad y uno de alta intensidad –entre el 2015 y el 2016-. (...) Casi el 16 % del hato ganadero se ha visto afectado”, señaló a Semana.com el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie.Y aunque todo el país ha sentido la fuerza del fenómeno, la costa Caribe, Huila, Tolima y Nariño han sido algunas de las regiones más afectadas y donde las imágenes del ganado muerto sobre las tierras que bordean las carreteras hacen parte del panorama.Lo más preocupante de todo, es que desde el 2010 se han visto grandes pérdidas y, para el sector ganadero, las autoridades no previnieron lo que podía ocurrir. Según las cifras de Fedegán, desde ese año hasta febrero de 2016 se pasó de 25 millones de cabezas de ganado a 22,4 millones. Es decir, en cinco años se han perdido más de 2,6 millones de estos animales.“Esto ocurre como consecuencia de la falta de instrumento y política pública. No se han tomado medidas para prevenir la situación. Colombia tiene problemas muy graves en materia de uso y conservación de agua, pero no se hace nada. (…) Hay muchas disposiciones, pero muy poco coordinadas”, manifestó Lafaurie.Pero esto no es todo. La actual situación también afecta gravemente la economía del país. De acuerdo con las cifras que maneja el sector ganadero, este fenómeno está dejando pérdidas que rodean el billón de pesos anuales, tanto por la muerte de animales, como por la falta de producción de leche y carne.“Sin agua las vacas no solo no engordan, sino que tampoco se reproducen fácilmente”, explicó Lafaurie. Y agregó: “Desde hace mucho se advirtió que venía el fenómeno del Niño, pero no se han tomado decisiones. Nosotros reclamamos medidas en todos los frentes y pedimos acciones coordinadas”.