Durante los últimos meses se han empezado a conocer diferentes iniciativas que buscan reparar y resocializar a las víctimas del conflicto armado. Se pueden ver distintos proyectos de arte, de música, de danza, de teatro, de moda y también existen movimientos sociales y campañas con la misma finalidad. En lo que convergen estas iniciativas es en la búsqueda de un propósito para aquellas personas que han perdido a sus familiares, sus tierras y sus formas de vida por la violencia. El trabajo se ha convertido en un factor fundamental para que las víctimas encuentren un nuevo sentido para vivir.A propósito, esta semana se realizó la pasarela ‘Somos Color’, liderada por la compañía de productos de belleza Schwarzkopf, en la que víctimas del conflicto presentaron sus creaciones. Allí, la diseñadora chocoana Cleiner Cabadías, mostró su colección de vestidos inspirada en los indígenas Kuna que habitan esta región del pacífico colombiano. También estuvo la diseñadora María Dora Sánchez quien exhibió una gran muestra de joyas artesanales.Estas dos mujeres tienen en común la pasión por el diseño y la superación de un pasado que las marcó, a través de su labor. Ambas fueron desplazadas por la violencia y trabajan con personas que han sufrido experiencias similares.Cabadías, quien lleva 25 años trabajando en la confección de vestidos, explicó a Semana.com que no le interesa que su trabajo sea reconocido por ser víctima: “Si mis diseños se venden y si llego a triunfar espero que sea porque la gente piensa que mi trabajo es bueno. Quiero olvidar lo que pasó de una buena vez y que no me miren con lástima o que estigmaticen al Chocó por casos como el mío”.Ginna Grass, quien trabaja desde hace un año con su madre, la antioqueña María Dora Sánchez, manifestó a este portal que el trabajo para las victimas representa la posibilidad de imaginar un futuro. “Tener un trabajo, saber que son capaces de realizar una labor que puede ser reconocida por los demás, les devuelve las razones para vivir”. En el evento la ex directora de La Unidad Nacional para la Reparación Integral a las víctimas, Paula Gaviria, aseguró que la reparación integral consistía también en incorporar a las personas en la vida laboral como uno de los motores más importantes para que se pueda cicatrizar los hechos de violencia que tuvieron que vivir.Tanto Sánchez como Cabadías, han manifestado que lo que les ayudó a salir adelante fue enfocarse en una tarea en la que se consideraban buenas y sobre todo en no hacer el trabajo solas sino en apoyar a otras personas para levantar un proyecto que los beneficie a todos.