JUICIO
Álex Saab fue declarado inocente por lavado de activos. La justicia no lo toca ni en Estados Unidos ni en Colombia
Nuevamente, el considerado testaferro del régimen de Nicolás Maduro se salió con la suya ante los tribunales. Así como pasó de largo en Estados Unidos logrando su libertad, ahora es absuelto en Colombia.
Álex Saab parece intocable. Es uno de los hombres más cercanos a Nicolás Maduro, incluso considerado el testaferro de este régimen. Ahora salió nuevamente libre de responsabilidad en el juicio que se adelantaba en Colombia por un espinoso asunto de lavado de activos.
Álex Saab fue declarado inocente por el delito de lavado de activos. Juez aseguró que la Fiscalía no pudo demostrar la creación de una "empresa de papel". https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/0i7UUZdAau
— Revista Semana (@RevistaSemana) May 17, 2024
Saab era rastreado, en su momento, con circular roja de la Interpol bajo una orden de la Justicia de Estados Unidos por el lavado de más 350 de millones de dólares. Capturado en África y extraditado, sigue ganándole rounds a la Justicia, que lo ha perseguido infructuosamente por años. Pese a los múltiples señalamientos por graves actos de corrupción, Saab y su defensa tumbaron uno de los expedientes más gruesos y delicados que llevaba la Fiscalía colombiana en su contra. Un caso que giró en torno al movimiento irregular de miles de millones de pesos en importaciones y exportaciones a través de una empresa ficticia o de papel.
Ahora Saab solo queda con un proceso pendiente en Colombia, que pretende, de la misma manera, echar para abajo y dejarlo absuelto. Un caso no menos importante, la extinción de dominio de sus bienes, por más de 35.000 millones de pesos, entre ellos su lujosa mansión, prácticamente abandonada en Barranquilla.
Inesperadamente, en menos de cinco meses, la vida de Saab dio un giro de 180 grados. En diciembre pasado fue liberado por orden del Gobierno de Joe Biden tras un muy polémico acuerdo binacional con Venezuela. Trasladado a ese país en vísperas de Navidad y recibido en medio de aplausos y vítores como un héroe por Nicolás Maduro y su séquito, lo adornaron con todas las condecoraciones existentes, nombramientos y, por supuesto, contratos.
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Mientras Saab aumenta su poder y se ubica al mismo nivel que los ministros chavistas, este viernes 17 de mayo recibió otra buena noticia. Tras cuatro años de juicio, un juez especializado de Barranquilla –su ciudad natal– lo declaró inocente por los delitos de concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito de particulares, estafa agravada, exportación o importación ficticia y, el más grave, lavado de activos.
“Vencimos en Colombia, la verdad se impuso sobre la mentira. No podrán con nosotros. De nada les sirvieron los fake news”, afirmó Saab en su cuenta de X. También se refirió a la afirmación de su esposa, la modelo venezolana Camilla Fabri, quien en sus redes afirmó que “solo han demostrado que quien obra con la verdad solo guarda calma en su corazón”.
En el sentido del fallo, conocido en su totalidad por SEMANA, el juez concluyó que la Fiscalía no pudo demostrar durante el juicio que Saab creara y moviera los hilos de una empresa fachada, o que realizara importaciones ficticias de textiles a Venezuela entre los años 2007 y 2011 para lavar dinero y aumentar su imponente fortuna.
Tras evaluar las pruebas documentales, el juzgado señaló que todas las actividades que realizó la empresa Shatex S. A. –en la cual Saab aparecía como representante legal y Devis Mendoza era el contador– tenían soporte. Por lo que, contrario a lo que sostuvo la Fiscalía, “no se trataba ni de una empresa de papel y mucho menos ficticia”.
Aun cuando la Fiscalía calificó en su acusación como “flujo de efectivo internacional injustificado” los cerca de 33.550 millones de pesos que registró la empresa de textiles, para el juez la contabilidad se apegó a la realidad y demostró el creciente mercado entre Colombia y Venezuela, dándole credibilidad absoluta a la defensa del empresario colombiano.
“Las conductas por las cuales acusaron a Álex Saab y Devis Mendoza no existieron”, aseveró el funcionario judicial al considerar que la Fiscalía no aportó los elementos materiales suficientes para demostrar su teoría del caso. “Debe decir ese despacho que no se logró demostrar más allá de toda duda razonable que utilizaran la empresa Shatex S. A. con fines de lavado de activos a través de operaciones ficticias de importaciones o exportaciones”, agregó el juez.
Sin embargo, la Fiscalía presentó evidencias, elementos contables y documentos que, en su criterio, eran suficientes para llevar a Saab a una responsabilidad directa en el movimiento de miles de millones de pesos, en lo que se considera un proceso de blanqueo de dinero, que no fue acogido en la decisión. Por eso, el ente acusador está revisando el tema y apunta a apelar el fallo. En su investigación, la Fiscalía también encontró que Shatex S. A. habría sido el eje de todos los movimientos ilegales de Saab y su contador, destacando esa sociedad como una “empresa de papel”.
Dice el ente acusador que Shatex S. A. “dejó de existir en 2010. Sin embargo, los años siguientes, supuestamente, hizo exportaciones y operaciones de venta y compra”. Otra de las maniobras que, según la Fiscalía, habría implementado Saab en Colombia sería un flujo de efectivo internacional injustificado, pues entre 2004 y 2011 su empresa ingresó al país, por concepto de reintegro de divisas por exportaciones, 16.420.435 dólares, cerca de 33.550 millones de pesos, dineros que provenían, en su mayoría, de Venezuela.
Sin embargo, el juez no le dio la razón. Frente a uno de los puntos clave de la acusación, aseguró que no se puede hablar de fraudes, estafas o engaños a Bancóldex para que le diera el visto bueno a todo el trámite de exportación e importación de telas, porque se allegó toda la documentación.
“No existen medios suasorios que establecieran que existió por parte de los acusados un engaño a Bancóldex o una simulación de exportación en los términos ampliamente expuestos”, concluyó el juez. En su decisión, señaló claramente que no se presentó evidencia que permitiera inferir que las acciones que adelantaron durante años Saab y Mendoza tuvieran el “alcance de hecho penal”.
En toda su argumentación, el juez le reclamó a la Fiscalía por no aportar suficiente evidencia o demostrar los hechos que mencionó en el escrito de acusación, que presentó en septiembre de 2020. “Como se ve, la Fiscalía no precisó de qué forma los procesados se concertaron, por cuánto tiempo se hizo y menos si obtuvieron un incremento en su patrimonio o en uno ajeno”.
“El que se hayan hecho transacciones por 25.304 millones de pesos no implica per se que en ese valor se hubiera incrementado el patrimonio de los acusados o de terceros, que, además, nada se dijo en el escrito de acusación y tampoco determinó que el incremento patrimonial hubiese sido como consecuencia de una actividad delictiva”, le reclamó el juez al fiscal.
Como si fuera poco, indicó que la defensa de los dos acusados allegó toda la documentación original de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), que le dio toda la validez a las exportaciones e importaciones de tela, por lo que, pese a lo señalado por la Fiscalía, se entiende que todo el trámite estuvo vigilado por las autoridades colombianas.
Camilo Bocanegra, abogado defensor de Saab, le dijo a SEMANA que la “acusación versaba sobre asuntos muy técnicos y especializados, particularmente operaciones de comercio exterior. Luego la prueba idónea para que la Fiscalía acreditara su acusación era prueba técnica, específicamente prueba pericial, pues en este juicio, contrario a lo que es común, no existían testigos de hechos; en realidad, se trataba de un debate entre el perito que presentó la Fiscalía y los que presentamos nosotros”.
La defensa de Saab asegura que fue un trabajo contable de más de cuatro años y que “la columna medular de la acusación era la existencia de unas operaciones de comercio exterior, específicamente pagos por algo más de 25.000 millones de pesos por concepto de pago anticipado de importaciones que se hacían dentro del programa Plan Vallejo, las que, según la Fiscalía, eran simuladas”.
Pese a estar en libertad, Saab manifestó por medio de un escueto escrito que no estaba interesado en hacer presencia en la etapa final del juicio, pues estaba atendiendo “otros asuntos” en Venezuela. Por ahora, Saab seguirá gozando de su cargo como presidente del Centro Internacional de Inversión Productiva (CIIP), donde ejerce funciones similares a las de un ministro de comercio exterior, celebrando todo tipo de contratos y estrategias orientadas a la promoción de inversiones para un país que ya rompió todos los récords en inflación, pobreza y desigualdad.