Justicia
Andrés Parra, exesposo de Laura Sarabia, estuvo vinculado a la investigación por el robo de dinero en maletas. Investigaron sus cuentas y movimientos financieros
El expediente por el hurto de dinero de la maleta de Laura Sarabia incluyó a su exesposo Andrés Parra. Por cuenta de los investigadores formó parte de la lista de sospechosos, junto a Marelbys Meza y escoltas de la entonces jefa de gabinete.
Solo cuatro personas sabían que la maleta de Laura Sarabia, hoy directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), estaba en un sofá cerca a la chimenea, en el apartamento de la entonces jefa de gabinete del presidente Gustavo Petro: Marelbys Meza, su niñera; la teniente Sandy Yureina Guerrero, su jefe de escoltas; José Manuel Murillo, el conductor, y Andrés Parra, su expareja.
Fue Parra quien radicó la denuncia por el robo del dinero, en dólares y efectivo, cuya cantidad ni siquiera Sarabia ha logrado determinar. Lo que llamó la atención fueron los informes posteriores que entregaron los investigadores a la fiscal de hurtos, la misma que terminó engañada por esos funcionarios.
Los documentos los firman los investigadores. Se trata de informes que conoció SEMANA y que ubican a Parra en un mismo recuadro en el que aparece la teniente Sandy, el conductor y la niñera, todos en actos de investigación para determinar su presunta responsabilidad.
Los investigadores solicitan búsquedas selectivas en bases de datos, registros de llamadas y análisis de links de los abonados telefónicos. En el caso de Parra, se enfocan en análisis financieros con las centrales de riesgo y datos que advierten una sospecha sobre él, sostenida por los encargados de investigar el hurto.
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Las pesquisas a Parra fueron ordenadas por el intendente Alfonso Quinchanegua, quien acaba de reconocer ante la justicia que las órdenes irregulares para buscar el dinero de Sarabia a como diera lugar venían de la Casa de Nariño. Lo que no es claro es si estos seguimientos a Parra tuvieron también una orden superior, porque él nunca tuvo una investigación formal abierta.
La misma directora del Dapre les confirmó a los investigadores que su esposo y Marelbys Meza tenían conocimiento del lugar donde quedó la maleta. Sin embargo, no sabían de su contenido, del dinero que, según ella, eran viáticos de sus constantes viajes al exterior. Cuando le preguntaron, no dudó en responder.
Preguntado: ¿Qué personas siempre estaban en su apartamento?
Contesto: Siempre estaba Marelbys, la niñera; por su trabajo, ella era interna, mi esposo también ocasionalmente, porque él trabajaba en casa y ocasionalmente sale.
Las sospechas recayeron, de acuerdo con los informes que firmaron los investigadores, en el círculo más cercano de Laura Sarabia, entre ellos su propio esposo en ese entonces. Sin embargo, se enfocaron en Marelbys Meza y sus amigos. Los agentes de la Sijín, según ellos, por “orden de Presidencia”, hicieron todo lo necesario por perseguir, chuzar y convertirlos en los cabecillas de una organización criminal.
El nombre de Andrés Parra se repite en varios informes, en documentos de los investigadores que tenían la misión, “sí o sí”, de ubicar a los responsables del hurto de la todopoderosa Laura Sarabia. Esa orden incluyó indagar la vida de todo el que resultara sospechoso, así durmiera con la víctima del robo.
Las solicitudes y respuestas con los datos de Andrés Parra fueron entregadas a la fiscal 101 de hurto a residencias, Marbel Alcira Morales, que más tarde se convirtió en víctima de una patraña con el único fin de interceptar las comunicaciones de los sospechosos. La fiscal contó cómo los investigadores aprovecharon la confianza para engañarla y obtener órdenes de interceptación.
El secreto con las indagaciones por el robo del dinero se filtró y el mismo Parra quiso anticiparse, por eso radicó, a través de su defensa, un derecho de petición a la Fiscalía con el objetivo de establecer si en su contra cursaba alguna investigación. El requerimiento se respondía asimismo en varios puntos, pues en momentos daba por hecha la existencia de la investigación.
“Que me sean expresados los motivos y hechos por los cuales estoy siendo investigado (...) le solicito me sea entregada una copia de la denuncia o el reporte de noticia criminal que dio origen a la investigación penal”, señala el derecho de petición que radicó Parra en la Fiscalía con el propósito de alistar su defensa en caso de que la respuesta fuera afirmativa.
La respuesta al derecho de petición llegó de la misma fiscal que investigaba el hurto del dinero. La fiscal Morales no entregó muchos detalles, incluso le advirtió a Andrés Parra que sobre cualquier tipo de decisión, respecto de audiencias preliminares, como imputación de cargos o medidas de aseguramiento, los involucrados serán debidamente informados.
“En lo concerniente a que sea informado previamente de toda audiencia preliminar se le informa que esta Fiscalía, una vez tenga los elementos materiales probatorios y evidencia física, sustento jurídico para realizar las audiencias preliminares, tomará las medidas necesarias para comunicar”, dijo la fiscal Marbel.
Los investigadores, ahora condenados tras reconocer que cumplieron órdenes de Presidencia, continuaron con las indagaciones y tomaron declaraciones de la jefa de escoltas y el conductor de Laura Sarabia. Explicaron que Parra sabía de la maleta y de esa situación fue advertida la misma Sarabia mientras se encontraba fuera de Bogotá.
“Señora Mary, aquí envía esta maleta la doctora Laura, ella me indica que, por favor, la deje en el sofá que estaba ubicado contiguo a la puerta de ingreso. Yo doy unos pasos al interior del apartamento, la coloco sobre el sofá que me están indicando, me despido de la señora Mary y salgo”, dijo la jefe de escoltas de Laura Sarabia en una declaración, a la que sumó algunos chats con Sarabia y Parra.
La teniente Sandy le explica a Laura Sarabia que la maleta se llevó al apartamento y que la dejó con la niñera, después de hablar con Andrés Parra e informarle lo mismo. Los mensajes son del 27 de enero de 2023, dos días antes del reporte por el hurto.
Teniente Sandy: Don Andrés, para informarle que la maleta ya quedó en el apartamento y ya hablé con la administración y los policías. Muchas gracias.
Andrés Parra: Muchas gracias, teniente. ¡Te agradezco mucho!
Teniente Sandy: Es con mucho gusto, don Andrés.
En la misma conversación que conoció SEMANA, dos días después, la teniente le advierte a Parra que está muy “preocupada” porque su protegida le anticipó que faltaba una bolsa negra que estaba en la maleta y que, al parecer, guardaba el dinero en efectivo.
Teniente Sandy: Don Andrés, buenas tardes. Don Andrés, estoy preocupada porque la doctora me dice que le falta una bolsa negra que estaba en la maleta que yo llevé a la casa. Yo misma subí la maleta y se la entregué a la empleada, dejándola en el sofá donde la señora me indicó. Es para solicitarle el favor si me puede ayudar para que la señora mire bien en la casa, doctor.
Andrés Parra: Hola, teniente. Teniente, toca esperar a que llegue porque no hay nadie en la casa.
Teniente Sandy: La verdad esto sí me preocupa demasiado, porque así como la doctora dejó la maleta, así la entregué, doctor; y esto no puede pasar.
Las dudas sobre la responsabilidad de quienes aparecieron como sospechosos nunca se resolvieron. Ni siquiera interceptando ilegalmente sus comunicaciones. Una vez SEMANA destapó el escándalo del polígrafo a Marelbys Meza, la investigación por el hurto pasó a un segundo plano.
Justamente esta semana, el próximo miércoles 2 de octubre, Parra tendrá que comparecer a la Fiscalía a una diligencia de declaración, en calidad de denunciante del robo, y en el proceso que también involucra a Sarabia. Quizá en este nuevo impulso se pueda conocer al responsable del hurto.