Orden Público
Así se ‘cocinó’ el regreso del general Emilio Cardozo, nuevo comandante del Ejército. Trabajó con el ‘todopoderoso’ coronel Mazo
En los próximos días, el país será testigo de una ceremonia militar sin precedentes en el Ejército. Por primera vez, asumirá el mando un general de la reserva activa. SEMANA revela cómo se ‘cocinó’ el reintegro del nuevo comandante del Ejército.
Ampolla es lo que ha generado en el cuerpo de generales activos y en retiro la decisión del presidente Gustavo Petro y del ministro de Defensa, Iván Velásquez, de reintegrar a un general para que tome las riendas del Ejército, en un hecho que han calificado como inédito en la historia de la fuerza.
Aunque el país ya cuenta con un hecho reciente, el del general William René Salamanca como director de la Policía, quien también fue reintegrado, los militares nunca se imaginaron que iban a vivir la misma situación, lo que algunos han calificado como un golpe a la moral del cuerpo de generales activos.
Para dimensionar la importancia de la noticia, hay que rebobinar la película al 12 de agosto de 2022, cuando el presidente Petro, en la composición de la nueva línea de mando de las Fuerzas Militares, terminó descabezando a más de 20 generales del Ejército, entre ellos al mayor general Emilio Cardozo, un oficial con amplia experiencia y conocimiento, del cual, incluso, en cuarteles se decía que era ficha del entonces comandante del Ejército, el general Eduardo Zapateiro. Era un secreto a voces en su momento (2022) que la barrida de oficiales tenía que ver con que el Gobierno Petro no quería tener a nadie del Gobierno Duque, y el general Cardozo había sido uno de los hombres de confianza de Zapateiro, pues era su jefe de operaciones militares.
Ocho meses después de aquel remezón, el general retirado Cardozo aterrizó en una de las más poderosas empresas que tiene el sector Defensa, para algunos la joya de la corona: Indumil. El oficial en retiro llegó a la empresa militar de Colombia durante la administración del general retirado Ricardo Gómez Nieto, quien había sido comandante del Ejército, un hombre de la línea del también general retirado Alberto José Mejía, cercano al Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, de quien se ha dicho ha sido cercano al Gobierno del presidente Gustavo Petro.
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Fuentes militares le señalaron a SEMANA que Gómez Nieto fue quien terminó jalando al general Cardozo como vicepresidente de operaciones de Indumil. Ambos fueron del arma de ingenieros en el Ejército.
La joya de la corona
Es claro que Indumil mueve millonarios recursos y que le aporta al sector Defensa. Es una entidad con 1.800 empleados directos y unos 4.000 indirectos. Su presupuesto anual es cercano a los 1,3 billones de pesos, y aunque hace armas como el fusil Galil y la pistola Córdoba, entre otros, su negocio fuerte es el de los explosivos, que le provee a empresas como la Drummond.
En 2023, Indumil tuvo ventas netas por un valor superior a los 953.000 millones de pesos. Este monstruo de empresa fue la que comenzaron a administrar los dos oficiales Gómez Nieto y Cardozo, y, de forma inesperada, el oficial que no había sido tenido en cuenta por el Gobierno Petro en la línea de mando por su cercanía con el general Zapateiro y la administración Duque se convirtió en hombre de confianza del actual Gobierno y aterrizó nada menos que como comandante del Ejército.
Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa indicaron que Indumil es una especie de caja menor de dicho sector por los millonarios recursos que mueve. Por eso, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, la comenzó a mirar y puso allí, como si fueran sus ojos, a su hombre de confianza y asesor personal, el coronel en retiro Juan Carlos Mazo.
Mazo es un hombre experto en inteligencia, quien, según fuentes militares, no fue llamado a curso de general porque pretendía hacer cambios a la inteligencia del Ejército con ideas que no comulgaban con la doctrina militar.
Sin embargo, en este Gobierno, como el mismo Mazo le reconoció a SEMANA en 2023, se están haciendo cambios en la inteligencia del sector Defensa que cuentan con el respaldo del ministro Velásquez. Mazo se convirtió, una vez más, en el hombre de confianza de Velásquez en Indumil, quedando como presidente encargado de la industria militar tras la salida del general Gómez Nieto.
Fuentes cercanas al sector Defensa le confirmaron a SEMANA que las relaciones entre el general Gómez Nieto y el coronel Mazo se fracturaron, los dos oficiales retirados hicieron cortocircuito y el pulso lo terminó ganando Mazo, por su cercanía con el ministro de Defensa.
El pasado 30 de enero, mediante el decreto 0036 de 2024, el Ministerio de Defensa nombró como presidente encargado de Indumil al coronel Juan Carlos Mazo. Pero además, la directriz de nombramiento señaló que el oficial no perdía sus funciones de asesor personal del ministro.
Incluso, le señalaron a SEMANA que Mazo llegó con el espejo retrovisor sacando a la gente del general Gómez Nieto. Cerca de 40 personas ya habrían sido despedidas por orden del oficial, quien además, con dichas decisiones, estaría dando muestras de su poder.
Fuentes del Ministerio de Defensa confirmaron que, aunque no hubo mal ambiente entre el coronel Mazo y el general Cardozo, no tenía lógica que un coronel estuviera por encima de un general, así sea en retiro, y puede comenzar a restar en cualquier momento o desencadenar en un enfrentamiento como ocurrió con el general Gómez Nieto.
Mazo y Cardozo tienen una buena relación, señalaron las fuentes, que destacaron la cordialidad y la humanidad del general. Además, indicaron que Mazo, por sus constantes ocupaciones como asesor del ministro Velásquez, tiene descuidada la gerencia de la empresa militar y el general Cardozo se convirtió en su escudero.
El reencauche
Los continuos escándalos del hasta hace poco comandante del Ejército, el general Luis Ospina, pusieron a rodar la idea en el Gobierno que se necesitaba oxigenar la institución. “El nombre del general Cardozo comenzó a sonar hace unos dos meses”, dijo una fuente militar activa.
Sin embargo, en la baraja había otros posibles reemplazos de Ospina. En el sonajero estaban el general Hugo López, quien es el delegado de las Fuerzas Militares para los diálogos de paz con el ELN; el general Erick Rodríguez, a cargo de las operaciones militares en el Cauca, y el general Omar Sepúlveda, segundo comandante del Ejército.
Pero la decisión fue contundente, ninguno de ellos cumplió con los requisitos del Gobierno y todo parece indicar que una vez más la balanza la terminó inclinando el todopoderoso coronel (r) Mazo, quien le habla al oído al ministro Velásquez y habría postulado al general Cardozo.
Malestar
Aunque nadie ha refutado las capacidades, conocimientos y el carácter humano del general Cardozo, que lo llevaron a ser el jefe de operación en el Ejército, comandante de la compleja Octava División en Arauca y de la División de Asalto Aéreo, entre muchas otras, lo que ha generado descontento en el cuerpo de generales activos y en retiro es que el Gobierno esté politizando la fuerza, reintegrando a oficiales y desconociendo las capacidades de los actuales.
Para los activos, el mensaje que les envió el presidente Petro fue claro, no hay oficiales que tuvieran las capacidades suficientes para asumir la comandancia del Ejército o no les tienen confianza, y por eso tuvieron que llamar a un retirado.
Para los de la reserva activa, aunque está en las facultades presidenciales reintegrar a un general, debe ser por fuerza mayor, lo que no sucede en la actualidad y, por el contrario, dicen que se está politizando a la fuerza y menoscabando la moral de los 52 generales con los que cuenta el Ejército actualmente.