justicia
Choque de trenes: el fiscal Francisco Barbosa, la senadora María Fernanda Cabal y el general (r) Eduardo Zapateiro están en la mira del ELN, y el Gobierno se hace el de la vista gorda
El plan de esta guerrilla de asesinar al fiscal Francisco Barbosa, pese a las pruebas, fue descartado por el presidente Petro y el ministro Iván Velásquez, lo que generó un choque de trenes sin precedentes.
Toda una tormenta se desató alrededor del plan criminal del ELN para asesinar al fiscal general, Francisco Barbosa; al general (r) Eduardo Zapateiro y a la senadora María Fernanda Cabal. Los vientos cruzados se hicieron más fuertes cuando, desde lo más alto del Gobierno, el presidente Gustavo Petro y su ministro de Defensa, Iván Velásquez, salieron a desestimar la información de inteligencia que, en el caso de Barbosa, advierte que el plan criminal había sido confirmado por tres fuentes diferentes.
Incluso, en principio se habló de movimientos de dinero por 3.000 millones de pesos para ejecutar el crimen, con una triangulación similar a la que hizo el ELN cuando cometió el atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander en enero de 2019, que dejó 23 muertos. Sin mayor explicación, el ministro Velásquez aseguró que la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) “no tenía información financiera relacionada con un posible atentado contra estas personas”.
La respuesta del fiscal Barbosa, a quien se debe proteger su vida ante cualquier tipo de amenaza, fue inmediata. Le dijo al presidente Petro: “Sus expresiones me preocupan tanto como el plan de atentado del ELN”, y agregó que no le estaban contando la verdad, pues la investigación de la Fiscalía no deja dudas.
“Este asunto, que es muy grave para el país, no se resuelve descalificando, sino asumiendo con responsabilidad lo que le corresponde al jefe de Estado y al ministro de Defensa”, afirmó Barbosa.
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La vicefiscal general, Martha Mancera, quien ha asumido cada detalle de la investigación, también respondió con base en la información que ahora el ministro Velásquez se empeña en desmentir. “Nos reunimos en mi despacho con el director de la Uiaf, en donde dieron cuenta que efectivamente hay un grafo; el análisis de personas y sus actividades financieras que dan cuenta de movimientos sospechosos, a los cuales, para el Ejército, el 4 de agosto, les daba credibilidad de dineros que se estaban trayendo para la actividad delictiva”, añadió Mancera.
De inmediato, advirtió el altísimo riesgo que representa que, de un plumazo, en un comunicado, se desestimara lo que dicen las pruebas: “Este asunto no se resuelve descalificando, sino asumiendo con responsabilidad lo que le corresponde al jefe de Estado y al ministro de Defensa. Si la inteligencia de este país sale a desmentir un probable atentado contra tres personas, es una situación que nos pone en un riesgo total en la seguridad”.
En el intercambio de comunicados entre Fiscalía y MinDefensa, el ente acusador dejó claro lo que niega el Gobierno. Por ejemplo, que hace dos meses se determinó la intención del ELN de cometer atentados en Bogotá dirigidos a personalidades como el fiscal. Tres fuentes diferentes coincidieron con esta información, una de ellas conocida por el Ejército y el CTI; la segunda, directamente por la Fiscalía y la última, contactada por una agencia estadounidense.
Pero hay más detalles sumamente graves: que desde Venezuela se han hecho reuniones y capacitaciones para ejecutar el crimen y que alias el Rolo, cabecilla del denominado frente Urbano Nacional del ELN, estaría detrás.
La senadora María Fernanda Cabal también está en la mira del ELN, y no es nuevo, desde hace más de dos años se conocen planes en su contra, los cuales incluso tenían información detallada de teléfonos, lugares de trabajo y vivienda de toda su familia.
SEMANA conoció que, tras el pronunciamiento del Gobierno con el que le “bajaron la caña” a su situación de seguridad, la senadora acudió el jueves al búnker de la Fiscalía con el objetivo de enterarse de primera mano del avance de las investigaciones sobre las amenazas.
En segundo lugar, la senadora Cabal solicitó que se unifique toda la información en una sola línea investigativa. Y lo más importante, ampliar su denuncia, porque en las últimas semanas ha sido hostigada en redes sociales desde una cuenta muy cercana al ELN. Esta acusación se hizo por el delito de amenazas contra defensores de derechos humanos y servidores públicos.
En la denuncia, que fue conocida por SEMANA y radicada directamente en el despacho del fiscal Barbosa, la senadora adjuntó las capturas de pantalla de publicaciones y amenazas en su contra que, asegura, están directamente relacionadas con los planes del ELN y de la disidencia de la Segunda Marquetalia para atentar contra su integridad.
“Estas publicaciones son actos que constituyen un peligro contra mi vida e integridad personal, en especial por la presunta relación que esta persona pueda tener con el ELN, por la amplia interacción de la cuenta denunciada con este grupo terrorista del cual he recibido amenazas. Según me informó la Fiscalía, no pueden tomarse a la ligera ni de manera aislada”, aseguró la senadora.
Cabal advierte que las publicaciones en redes sociales “propician esquemas de violencia física, psicológica, moral y hasta judicial en mi contra, de mi dignidad como mujer y como servidora pública. Además de vulnerar mis derechos, afectan gravemente la posibilidad de ejercer de manera libre mi actividad como congresista de oposición al actual Gobierno”.
El tercer objetivo del ELN es un hombre de armas y, en alguna medida, acostumbrado a lidiar con criminales, el general (r) Eduardo Zapateiro, con quien SEMANA se comunicó para hablar sobre este plan criminal y aseguró que solo tuvo conocimiento el pasado 3 de agosto. “Le informé personalmente al general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, le pedí que le comentara al comandante del Ejército para que se tomaran las medidas de acuerdo con el protocolo”, contó Zapateiro.
“Me enteré cuando el fiscal Carlos Izquierdo, director de la Unidad contra el Crimen Organizado, el 9 de agosto, me escribe un mensaje: ‘General, tengo una información. ¿Lo puedo llamar?’. Lo llamé y me dijo que no podía esperar, que contra mí y mi núcleo familiar se tenía claridad de una amenaza del ELN. Me pidió que tomara medidas de seguridad”, narró el general (r) a SEMANA.
El general, quien luego de colgar el uniforme se ha convertido en un vocero de las reservas y defensor de las tropas, asumió de forma natural una posición combativa y envió un mensaje claro al Gobierno: “Asuma su responsabilidad, no solo conmigo, sino con todos los colombianos, garantizándonos el derecho fundamental a la vida; porque hoy es el mismo Gobierno el que está sentado en las mesas de negociación con el ELN”.
Por lo pronto, el ELN sigue sentado en la mesa de una árida negociación con el Gobierno, que solo ha llegado a un acuerdo para el cese al fuego con licencia para extorsionar y secuestrar; mientras tanto, niegan cualquier interés o participación en un atentado contra Barbosa, Cabal y Zapateiro.