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El divorcio entre Rodolfo Hernández y Marelen Castillo le podría costar el partido político al ingeniero; Consejo de Estado está a punto de decidir
SEMANA revela detalles del nuevo round entre Rodolfo Hernández y quien fuera su fórmula vicepresidencial, Marelen Castillo. El partido Liga de Gobernantes Anticorrupción es el florero de Llorente.
La Sección Quinta del Consejo de Estado está a punto de resolver la demanda que dejaría al excandidato a la Presidencia Rodolfo Hernández sin su plataforma política, la Liga de Gobernantes Anticorrupción, en su carrera a la Gobernación de Santander. El camino ya se encuentra empantanado por las tres sanciones disciplinarias en su contra en menos de un año, lo que lo inhabilitaría.
La demanda la presentó quien fuera su candidata a la Vicepresidencia, Marelen Castillo, que pasó de ser su aliada política a su más acérrima contrincante. En la actualidad, casi no se pueden ni ver y solamente han vuelto a estar juntos ante los estrados judiciales.
El tema primero hizo tránsito en el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde nunca pasa nada, las movidas políticas se alejan del escenario judicial y probatorio, y se mantuvo la personería del partido Liga de Gobernantes Anticorrupción, de Hernández. Por eso, ahora en manos del Consejo de Estado podría llegar el golpe de gracia al caballo político de batalla del ingeniero.
Justamente, buena parte de los argumentos están en las decisiones del CNE, que, en el último año, se ha dedicado a repartir personerías a diestra y siniestra. A La Fuerza de la Paz, de Roy Barreras; Creemos, de Federico Gutiérrez; Nueva Fuerza Democrática, de Andrés Pastrana; Salvación Nacional, de Enrique Gómez; la Liga, de Rodolfo Hernández, y un largo etcétera hasta llegar a 27 partidos en la actualidad.
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La dirigente vallecaucana considera que la resolución del CNE que le otorgó la personería jurídica fue “abiertamente irregular” y “no cumplía con los requerimientos”.
Los argumentos, que han tenido eco en el Consejo de Estado, señalan que Rodolfo Hernández el 14 y 15 de julio de 2022 convocó “de manera clandestina a una asamblea de un nuevo partido”. En esta reunión estuvo un selecto grupo de personas, entre ellos Socorro Oliveros, esposa del ingeniero; Rodolfo José Hernández, hijo del excandidato a la presidencia; y dos asesores, Luisa Fernanda Olejua Pico y Óscar Jahir Hernández, dejando por fuera a Marelen, quien es representante a la Cámara por la Liga.
Esta omisión –reclamó– vició todo el proceso porque ni su voz ni voto fueron tenidos en cuenta para la conformación de la junta directiva pese a que ella los representa en la Cámara de Representantes, cargo al que llegó por haber sido la fórmula vicepresidencial de Hernández y, por tanto, ocupa la curul dela oposición. Jamás fue citada ni se le preguntó por la creación de este partido “y mucho menos en la aprobación de los lineamientos políticos y estatutos”, entre los que se destaca el logosímbolo, la plataforma ideológica y programática, los afiliados y la declaración como una organización política de oposición.
Para los abogados de la representante, en esa resolución se encontró que la Liga “le vulneró los derechos a Castillo al restringirle la voz y voto en la adopción de las decisiones”. No de otra manera se puede encontrar justificado el hecho de que se le ordenara al partido darle participación en las convenciones futuras y en las decisiones que se van a tomar.
Las críticas, convertidas en una demanda ante el alto tribunal, no pararon y se cuestionó la posición de los ocho magistrados del CNE al ignorar por completo que la mencionada reunión fue totalmente clandestina con el único fin de evitar cualquier tipo de participación de la exfórmula vicepresidencial. “Incurrió en la causal de violación de las normas en las que debía fundarse, pero de las decisiones proferidas, acompañadas de la ocurrencia de otros hechos, puede llegarse también a la causal de desviación de poder”.
Por todas estas presuntas irregularidades, señalan que existe una grave consecuencia jurídica que se traduce en la “invalidez de las decisiones” de este grupo en los últimos meses. “Rodolfo Hernández Suárez no podría solicitar nuevamente la personería sin la participación de mi representada”, se lee en los documentos.
SEMANA conoció la respuesta de los representantes de Rodolfo Hernández defendiendo la postura de no citar a Marelen Castillo a la reunión definitiva. “No existe norma que obliga a convocar a todos los simpatizantes del grupo significativo de ciudadanos, ni a la doctora Marelen Castillo Torres como miembro fundadora o directiva del partido por el simple hecho de haber resultado electa a la Cámara de Representantes con el aval de la organización”.
Asimismo, se reseña que existe evidencia documental sobre una reunión el 30 de junio de 2022 en la que participó activamente manifestando sus opiniones y puntos de vista sobre los asuntos concernientes a la constitución del partido. Por esto, se rechazó que los encuentros en los que se definió el futuro y posición de la Liga se realizaran de manera clandestina.
Esta es la cronología de una historia con más odios que amores. El primer golpe lo dio la dirigente política vallecaucana después de perder las elecciones. En entrevista con SEMANA detalló que Hernández le estaba enviando hojas de vida para su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) en la curul de la Cámara de Representantes que iba a recibir por gracia del Estatuto de Oposición.
Pocos meses después, Hernández quedó otra vez mal parado cuando se filtró una conversación en la que le reclamaba airadamente a Marelen por una plata de la campaña y le exigía que le devolviera lo que él había invertido en ella. “Yo no me arrecho con usted. Cuéntele mientras usted estuvo en campaña quién le pagó el salario a usted”.
El Consejo de Estado está a punto de zanjar esta pelea, que puede sepultar la aspiración a la gobernación de Santander de Hernández, ya enredada por las sanciones disciplinarias. Así, el candidato que tuvo en sus manos la presidencia de la república se quedaría sin gasolina y se le cerrarían las puertas de la política electoral.