Este es el informe de inteligencia que desmiente al comandante del Ejército sobre el debilitamiento de las disidencias de la Farc; el grupo criminal creció un 9%

“El Estado Mayor de las disidencias de las Farc está creando nuevos frentes, pero con la misma gente”. Estas fueron las más recientes declaraciones del comandante del Ejército, el general Luis Mauricio Ospina, para negar que los grupos criminales de Iván Mordisco se están fortaleciendo en el país.

Además, según el general Ospina, las disidencias de las Farc se están desmoronando. Sin embargo, la inteligencia militar, que él mismo comanda, dice todo lo contrario, es decir, lo desmiente.

SEMANA tuvo acceso a un informe del Comando de Apoyo de Inteligencia Militar (CAIMI), donde se documenta que las disidencias de las Farc sí han crecido en el país en número de hombres y en zonas.

En los mapas elaborados por el CAIMI, se observan las nuevas zonas donde aparecieron los hombres de Iván Mordisco para generar terror entre la población civil y de cuánto fue el aumento de los integrantes alzados en armas. De acuerdo con la información del propio Ejército, las disidencias de las Farc, en el último año, se incrementaron en 9 %: pasaron de 3.545 hombres en 2022 a 3.859 en 2023, un aumento de 314 integrantes en sus filas.

El conteo del enemigo, como lo llama la Fuerza Pública, para este caso la inteligencia militar, señala que la estructura Jacobo Arenas es la que tiene más personas armadas, con 1.577; le siguen la Jorge Briceño, con 927; el Bloque Gentil Duarte, con 631; Martín Villa, con 414, y Bloque Suroriental, con 310.

El informe en poder de SEMANA también revela que las disidencias de las Farc de Mordisco aparecieron en nuevas zonas. Se trata de Padilla (Cauca); La Paz y Manaure (Cesar); Puerto Lleras (Meta); Aipe, Baraya, Colombia y Tello, en el Huila; y La Tola, Nariño; Chaparral y San Antonio, en el Tolima. Las disidencias, de acuerdo con el informe, hacen presencia en 20 departamentos, 147 municipios y 2.845 veredas. En estas zonas ejercen, en 28 %, control político; en 38 %, control social; en 15 %, control cultural, y en 19 %, control económico.

Del total de los 3.859 miembros que tienen las disidencias, de acuerdo con el reporte del CAIMI del Ejército, que al parecer el general Ospina desconoce, 2.428 se encuentran alzados en armas y 1.431 hacen parte de sus redes de apoyo, es decir, los que se mezclan con la comunidad para hacer inteligencia.

3.821 hombres se encuentran en Colombia y 38 de sus cabecillas están en Venezuela; entre estos, Javier Veloza García, alias Jhon Mechas, y Gener García Molina, alias Jhon 40. El general Ospina es el único integrante de la cúpula militar que se niega a reconocer que las disidencias han crecido en Colombia. “Todos los grupos andan desmoronándose”, dijo recientemente en el Cantón Norte.

Su propio jefe político, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, reconoció en dos ocasiones que las disidencias de las Farc de Mordisco utilizaron el cese al fuego que les concedió el Gobierno para fortalecerse. “Puedo decir que ha habido un incremento del Ejército de Liberación Nacional, como en el Estado Mayor Central, como en el Clan del Golfo”, dijo el ministro Velásquez sobre el avance de los grupos criminales de alto impacto en el país.

Pero no solamente el ministro de Defensa piensa diferente al general Ospina sobre el fortalecimiento de las disidencias de las Farc en Colombia. Su superior, el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, también admitió que las disidencias de Mordisco se habían fortalecido en el país y le ordenó al general Ospina unificar criterios para evitar malos entendidos.

“Efectivamente, estos grupos armados organizados han venido creciendo a través del reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, y dentro de su proyección está llegar a nuevas áreas”, señaló el general Giraldo.

Tanto Velásquez como Giraldo, con sus declaraciones, reconocieron la compleja realidad que afronta el país en materia de orden público; situación contraria ha sucedido con el comandante del Ejército.

¿Disidencias desmoronadas?

Los recientes hechos violentos de las disidencias de las Farc darían a entender que no están debilitadas, como dice el general Ospina. Los hombres de Mordisco atacaron un batallón militar en Cali con un vehículo cargado con explosivos. El pasado miércoles, la facción Carlos Patiño del grupo criminal asesinó al soldado profesional Diego Armando Zambrano, en hechos ocurridos en Cauca. El viernes 12 de abril varios soldados resultaron heridos en el Guaviare en un ataque con explosivos en el que, al parecer, fueron las disidencias las autoras del atentado.

Al mirar hacia atrás se encuentran otros hechos de extrema gravedad como el ocurrido en el Putumayo, en el que las disidencias de Mordisco infiltraron al Ejército, acción que dejó a un capitán, un sargento y un soldado asesinados; las extorsiones por parte de estos grupos están disparadas en el país; la Fuerza Pública está en máxima alerta por posibles ataques con drones que estaría planeando el grupo criminal y el ministro de Defensa dijo que, “en ocasiones, se relajan”.

A la crítica situación con las disidencias de las Farc, hay que agregarle el reciente informe que le entregó al presidente Gustavo Petro el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en donde quedó mal parado el sector Defensa. El CICR señaló que en 2023 se incrementó en 18 % el desplazamiento individual, en comparación con 2022.

El organismo humanitario también señaló que el desplazamiento masivo tuvo incrementos exagerados en el país durante 2023, y en departamentos como Putumayo el aumento fue de hasta un 1.000 %. “En Colombia hay comunidades enteras que no pueden transitar libremente por su territorio, porque el miedo y la zozobra siguen condicionando la vida de estas personas”, dijo Lorenzo Caraffi, jefe de la delegación del CICR en Colombia.

Varios reportes parecen contradecir al comandante del Ejército, el general Luis Ospina, quien con sus declaraciones, en las que afirma que los criminales se están desmoronando, pareciera que está viendo una realidad de Colombia muy diferente a la que ve el propio Ejército y organismos humanitarios como el CICR y la Defensoría del Pueblo, que demuestran que la violencia viene en aumento en el país, al igual que la presencia de los grupos criminales que sacaron provecho del cese al fuego.