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Exclusivo: la mano derecha del exsenador Mario Castaño acusó a la exdirectora del DPS Susana Correa de direccionar millonarios contratos para beneficiar a congresistas. Aquí, su explosiva confesión
SEMANA revela el testimonio de Juan Carlos Martínez, conocido como el hombre del maletín, ante la Corte Suprema de Justicia.
Juan Carlos Martínez, odontólogo de profesión, fue la mano derecha del fallecido senador liberal Mario Castaño, protagonista del sonado escándalo de corrupción conocido como las Marionetas. Martínez, llamado el hombre del maletín porque le manejaba los negocios a Castaño, duró un año prófugo de la justicia. Sin embargo, se entregó en el búnker de la Fiscalía y, en un explosivo testimonio ante la Corte Suprema de Justicia, conocido en exclusiva por SEMANA, salpicó a Susana Correa, exdirectora del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), a quien acusó de direccionar millonarios contratos para pagar “las deudas del Gobierno” con los congresistas.
El pasado 26 de noviembre, Martínez reveló los secretos de esta red de corrupción liderada por Castaño y se refirió al contrato interadministrativo 501, firmado en agosto de 2021 por 21.600 millones de pesos y que tuvo una adición posterior por 42.000 millones de pesos. Según su versión, ese contrato fue ordenado por Correa para “pagarles” al entonces senador Castaño y a otros congresistas que se hacían llamar “la santísima trinidad” o “los amigos”.
Según la confesión de Martínez, el entonces Gobierno Duque estaba endeudado con el fallecido senador Castaño. “Trataron en esa época una deuda que tenía el Gobierno con el senador Mario Castaño y que iban a empezar a mirar el tema de que le pagaran esa deuda que tenía el Gobierno con él”.
Cuando Martínez usó la palabra “trataron”, puso sobre la mesa la participación de varias personas en esta trama corrupta, entre ellas la entonces directora del DPS, Susana Correa, quien, de acuerdo con el testigo, habría ordenado ejecutar esos pagos mediante contratos interadministrativos con Proyecta Quindío, una empresa industrial y comercial del Estado, saltándose la ley de contratación.
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El testimonio de Martínez, quien busca un principio de oportunidad, apunta a que, aunque la red de las Marionetas fue liderada por Castaño, otros congresistas también habrían resultado beneficiados de contratos con el DPS y otras entidades.
El hombre del maletín habló de un encuentro entre Susana Correa y Castaño en el primer semestre de 2021. “Lo que pasa es que en ese momento, en la reunión con Susana Correa, ella le hizo una pregunta a Mario, que cuánto le debían a él y él le dijo que 20.000 millones. Ella dijo que ‘cuánto a los amigos’, pero no se refirió a quiénes, (Mario) dijo que son 60.000 millones. Entonces (Susana) dijo: ‘Hagan una bolsa con los amigos de 60.000 millones de pesos’ y pues ahí quedan en eso”.
Las denominadas deudas tenían que ver, como ocurre con el escándalo de corrupción de la UNGRD en el Gobierno Petro, con la compra de los votos de los congresistas. En el caso de las Marionetas y el DPS, se trataría de senadores de la Comisión Cuarta, donde se tramita el Presupuesto General de la Nación.
La cita clave
Martínez, que decidió entregarse voluntariamente el pasado 9 de mayo en el búnker de la Fiscalía tras huir de la justicia, habló de una reunión clave en la que se habrían ultimado los detalles del millonario contrato interadministrativo 501, destinado a obras en municipios de Antioquia, Caldas, Risaralda, Chocó, Quindío y Valle del Cauca, departamentos que fueron cooptados por la red corrupta de Castaño.
El hombre del maletín confesó, en calidad de testigo directo, la forma en que se orquestó ese negocio. Recordó que la reunión fue en abril de 2021. “Básicamente (...) llegó Susana y Mario (...) llegaron al acuerdo de suscribir un contrato interadministrativo a través de una empresa industrial y comercial del Estado, con dos objetivos: evadir la contratación estatal y poder que Mario Castaño tuviese el pago del Gobierno de lo que le debían y se fortaleciera económica y políticamente”.
El magistrado le preguntó a Martínez en qué lugar del DPS fue ese encuentro, y Martínez respondió sin dudar: “Estuvimos en una sala donde estuvo Tatiana Buelvas (entonces secretaria general del DPS), estaba la directora Susana Correa, estuvo Ernesto Ruiz, en su momento, pues porque es la persona que nos da ingreso ese día al DPS, porque él estaba con Susana Correa, o con la jefa, como le decían. Esas eran las personas de la reunión y Mario Castaño”.
Buelvas era la persona de confianza de Correa, el poder tras bambalinas en el DPS. En la reunión que mencionó Martínez, curiosamente, estaba el esposo de Buelvas, Ernesto Ruiz, quien, aunque no era funcionario del DPS, también se refería a Correa como “la jefa”.
El magistrado le preguntó al testigo incluso dónde quedaba ubicado el DPS. El hombre del maletín respondió con certeza: “Queda al frente del Hotel Tequendama, en la Séptima, no conozco muy bien Bogotá, pero la referencia que tengo es el Hotel Tequendama”.
Ante la gravedad de la confesión de Martínez, que compromete a una de las más altas funcionarias del Gobierno Duque con la presunta compra del senador Castaño y otros congresistas, el magistrado preguntó por la forma en que se habría feriado el presupuesto del DPS.
“Ese contrato 501 se empieza a gestar el 6 de enero de 2021, cuando él (Mario Castaño) me invita al Darién (un municipio del Valle del Cauca) a conocer a Tatiana Buelvas y a Ernesto Ruiz”, explicó Martínez, quien agregó que esa cita se dio en una casa de la pareja Ruiz Buelvas.
El contrato interadministrativo 501 fue firmado entre el DPS y Proyecta Quindío (una empresa mixta) el 26 de agosto de 2021 por la suma de 21.600 millones de pesos y tuvo una adición, en febrero de 2022, por 42.000 millones de pesos. La finalidad fue ejecutar obras para la construcción de vías terciarias en placa huella.
Martínez dijo que el respaldo a las iniciativas del Gobierno Duque en el Congreso se convertía en una costosa factura pagada con contratos del DPS. “Pues lo que él (Mario Castaño) me decía era que el Gobierno de Duque le debía una plata por el apoyo que él hacía en el interior del Senado”.
En su declaración, Martínez dio detalles: “Son dos contratos, el contrato 501 y la adición del 501 (…) ese contrato tenía unas obras de ingeniería, pavimentos y placa huellas en municipios de injerencia, de interés del senador Mario Castaño”.
Según ese testimonio, nada era al azar. La ubicación de las obras tenía un fin, de acuerdo con el hombre del maletín: “En esas zonas el senador (Castaño) pensaba fortalecerse políticamente”. Asimismo, la mano derecha de Castaño reiteró que su jefe “tenía vínculos con Susana Correa, la directora del DPS para la época de los hechos, en 2021”.
Proyecta y el papel de Herrera
En la diligencia de la Corte Suprema de Justicia con Martínez, que se dio en la cárcel La Picota por cerca de dos horas, y que SEMANA conoció en su totalidad, el hombre del maletín explicó cómo operaba la red para sacar los contratos a dedo sin generar suspicacias.
Según él, era clave que los contratos se suscribieran por medio de una empresa mixta (público-privada) para saltarse las normas de contratación y en ese objetivo apuntaron a Proyecta Quindío, en la que, según Martínez, Castaño y Correa tenían ubicada a una ficha clave.
“Se suscribe con Proyecta Quindío, entre el DPS y Proyecta Quindío (…) se firmó con el gerente, Pablo Herrera, y Tatiana Buelvas, que era la secretaria de Susana Correa. Yo fui la persona encargada de hablar con Pablo y de contarle los detalles de ese convenio que se iba a firmar entre el DPS y Proyecta Quindío”, le narró Martínez a la Corte Suprema de Justicia.
Incluso contó cómo conoció a Pablo Herrera, gerente de Proyecta Quindío, capturado el 29 de julio de 2022 y quien fue condenado por el juzgado sexto penal del circuito especializado de Bogotá, por interés indebido en la celebración de contratos, justamente por los hechos relacionados con el contrato interadministrativo 501, del DPS. Herrera quedó en libertad el 21 de octubre pasado, al cumplir las tres quintas partes de la pena, y tuvo una reducción en la condena por colaborar con la justicia.
Herrera ha hecho duros señalamientos contra congresistas enredados en este entramado, entre ellos Ciro Ramírez, exsenador del Centro Democrático, quien se encuentra en juicio.
El hombre del maletín reveló cómo conoció a Herrera y cómo terminó involucrado en las Marionetas. “En el contexto político, porque él (Herrera) trabajaba para la campaña de un representante a la Cámara, José Luis Correa, entonces era la fórmula de Mario Castaño, Mario iba al Senado y José Luis Correa iba a la Cámara, en ese contexto lo conocí y adicional a eso es paciente mío en el consultorio odontológico”.
Martínez agregó: “Yo fui la persona encargada de hablar con Pablo y de contarle los detalles de ese convenio que se iba a firmar entre el DPS y Proyecta Quindío”.
El motivo por el que el hombre del maletín se encargó de esa gestión corrupta, en sus propias palabras, fue el siguiente: “Lo hice a petición del senador Mario Castaño, porque en esa época el senador Mario Castaño y el gobernador del Quindío (Roberto Jairo Jaramillo) no se podían ver, tenían una pelea, decía Mario, irreconciliable. Entonces Mario me dio la orden de que fuera y hablara con Pablo para tener la posibilidad de suscribir un convenio entre Proyecta y el DPS”.
El magistrado preguntó por la orden que el entonces senador Castaño le dio, y Martínez respondió: “Que fuera y hablara con Pablo y le contara de los detalles de una reunión que se tuvo con Susana Correa para ver si él estaba dispuesto a firmar un convenio”.
La reunión fue la misma que ocurrió en la sede del DPS, en el centro de Bogotá, y en la que Martínez reportó la participación de la entonces directora Correa.
Los deseos del senador Castaño de cooptar la contratación se convertían en órdenes para Martínez. Cuando él recibió la solicitud de coordinar con Herrera, cumplió a cabalidad, según su propia confesión ante la Corte Suprema de Justicia. “Ese mismo día creo que lo llamé, incluso hay un audio de la Fiscalía donde está la llamada que yo le cuento a Pablo que salimos de esa reunión”.
Y agregó: “Pablo Herrera fue el que hizo toda la gestión y todos los acuerdos (…) yo le conté todos los pormenores de esa reunión y entonces él me dijo que sí, que empezáramos el trámite y ya, empezó el trámite que terminó con la firma del convenio 501, que inició en el mes de agosto”.
Herrera ha colaborado con la justicia. El 10 de noviembre de 2022, aseguró que los contratos que se entregaban a congresistas no eran pocos y formaban parte de una “bolsa”. “Quiero dejar claro que el proceso de gestión del contrato 501 (...) para ese momento yo sabía efectivamente (...) había un grupo de senadores que eran dueños de una bolsa”, le contó a la Fiscalía. Esa versión fue confirmada por Martínez, quien señaló que la palabra “bolsa” fue un “término que se utilizó en la reunión con Susana Correa”.
La colaboración de Juan Carlos Martínez será clave para la justicia. Luego del fallecimiento de Mario Castaño, quien murió de un infarto en La Picota, el 18 de noviembre de 2023, los secretos del escándalo de las Marionetas estaban en vilo. Martínez fue la sombra de Castaño, vivió con él y se encargó de gestionar los millonarios contratos con los alcaldes en diferentes regiones del país. Su testimonio ayudará a armar por completo este rompecabezas de la corrupción, al que aún le faltan piezas para terminar de encajar.
En unos audios revelados en exclusiva por SEMANA, en agosto de 2022, quedó claro cómo la dupla Castaño-Martínez coordinaba la asignación de millonarios contratos de obra pública, como el 501.
En dichas grabaciones también se referían a un programa llamado Sacúdete al Parque, que planteaba llevar parques, canchas y espacios de recreación a los municipios donde Castaño ya había acordado previamente con los alcaldes. De ahí se sacaban las millonarias tajadas.
En el expediente de las Marionetas hay más de 3.000 interceptaciones telefónicas y gran cantidad de ese material probatorio eran, justamente, las comunicaciones entre Castaño y Martínez. Algunas de ellas son escandalosas.
En una, ambos se jactaron de tomarse la contratación del departamento del Chocó. Martínez les contó a dos mujeres, a petición del entonces senador Castaño, cómo concretó uno de los jugosos negocios. “Este hijueputa llega, y se va a hacer un negocio, y le digo: Mario, ¿y qué va a hacer? Dijo: ‘No, voy a prolongar lo de licores, eso me deja por ahí de 15 a 20.000 millones por año’. Y yo: Ah, hp, ¿y eso por cuánto? Dijo: ‘Por 15 años…’, no, pues… y sale de allá y le digo: ¿Cómo le fue? Y me dijo: ‘Bien, hermanito’. ¿Y le renovaron eso? Dijo: ‘Sí, me renovaron eso y me dieron el tránsito’. Y yo: Eh, no joda, hijueputa, o sea que usted queda lleno y pide postre”.
La red de las Marionetas se extendió a los departamentos de Caldas, Cauca, Chocó, Risaralda, Tolima, Quindío y Valle del Cauca, según las evidencias. La manera de operar era clara: Castaño golpeaba las puertas de entidades como el DPS o el Ministerio del Deporte, pedía que le viabilizaran millonarios contratos que Martínez, su mano derecha, ya había acordado con diferentes alcaldes y, a cambio de la inversión del Alto Gobierno, se quedaban con las tajadas del presupuesto.
En la diligencia en La Picota con el hombre del maletín, el magistrado hizo referencia a los “amigos” que forman parte de la Comisión Cuarta del Senado, que maneja el presupuesto, y de los cuales tanto la Fiscalía como la Corte Suprema tienen la certeza de que formarían parte de este “combo” de congresistas que se habrían dejado corromper.
El magistrado le leyó a Martínez lo que Herrera le dijo en su momento a la Fiscalía: “En alguna conversación, Juan Carlos Martínez me manifestó los nombres de los senadores (Juan Felipe) Lemos, (Juan) Samy Merheg, Carlos Abraham (Jiménez) y Mario Castaño, el combo de la comisión Cuarta del Senado, eso me lo contó a mí Juan Carlos Martínez”. Lemos (La U), Merheg (Partido Conservador) y Jiménez (Cambio Radical) se reeligieron en las elecciones de 2022 y hoy ocupan una curul en el Senado. Al igual que antes, todos forman parte de la Comisión Cuarta.
El hombre del maletín ratificó la cercana relación de Castaño con sus entonces colegas de la Comisión Cuarta, con los cuales se reunía de manera habitual. Ellos visitaban la casa de Castaño. “Los vi unas dos o tres veces en la casa de Mario Castaño”, aseguró.
En su testimonio, Martínez dijo que, además del DPS, otras entidades como el Ministerio del Deporte habrían estado en la mira de los congresistas.
“Yo iba un día para el Ministerio del Deporte a averiguarle unos temas a Mario, y entonces él (Juan Felipe Lemos) ese día, coincidencialmente, estaba en el apartamento, y el senador Mario le dijo: ‘Este va para el Ministerio del Deporte’. Entonces (Lemos) dijo: ‘Ay, por qué no me hace un favor y me averigua por este proyecto, un proyecto del Ministerio del Deporte’, y entonces yo le hice la averiguación de qué iba el proyecto”.
Aunque la “bolsa” era para “los amigos” o los miembros de “la santísima trinidad”, el más voraz de los congresistas era Mario Castaño. Su sombra lo corroboró en los siguientes términos: “Como lo he manifestado en la Fiscalía, alguna vez Tatiana (Buelvas) dijo que por qué ‘los amigos’, como los mencionaba ella, no habían metido ningún proyecto, yo le pregunté a Mario que por qué (…) entonces dijo que a los amigos les gustaba el discurso y a él la plata”.
Esta investigación por corrupción en el DPS y el presunto uso de la entidad para la compra de votos de los congresistas avanza en la Fiscalía y en la Corte, donde se avecinan decisiones de fondo. Martínez, el dueño de los secretos de Mario Castaño, es hoy el testigo estrella para desenredar por completo la madeja corrupta de las Marionetas.