Justicia
Asesinato de Hernán Franco en la 93: los supuestos 2000 millones en una página web porno y de citas que hoy investigan las autoridades
SEMANA conoció detalles de la investigación por el asesinato del auditor Hernán Franco, cerca del Parque de la 93. Un proyecto para una página de citas y contenido para adultos habrían motivado el crimen.
El hombre que apareció en la clínica y en el velorio de Hernán Franco, el auditor asesinado por sicarios cerca del Parque de la 93 y que, según testigos, “estaba nervioso”, tenía más asuntos en común con la víctima de lo que se pensaba. Eran socios de un millonario proyecto que incluía una página de citas y contenido para adultos. Un desarrollo tecnológico al que Franco, de acuerdo con las declaraciones, le invirtió 2.000 millones de pesos.
“Él (sospechoso) tiene una empresa de sistemas y estaban desarrollando un sitio web para citas, un proyecto donde estaba el doctor Franco”, dijo un testigo que además entregó un libro con las pruebas que soportan las millonarias inversiones de Franco en el proyecto.
Los 2.000 millones de pesos era un préstamo que le hizo uno de los herederos de El Arrozal, la empresa a la que Franco le prestaba servicios y que también terminó metida en la investigación por el asesinato del auditor. En este capítulo también estaría el sospechoso, de quien se reserva el nombre, y que no solo forma parte de la familia, sino que estaba bastante molesto con la entrada en escena de un nuevo socio en la compañía.
El sitio web, de acuerdo con testigos, incluía contenido para adultos, además de citas o encuentros sexuales y virtuales. Las anfitrionas de la página serían mujeres, al parecer, de nacionalidades china y rusa. La millonaria inversión quedó soportada en pagarés y un libro que está en poder de los investigadores con el detalle del proyecto, el avance y hasta lo que se pronosticaba como el lanzamiento.
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El negocio, aparentemente, los dividió cuando discutieron sobre las inversiones. Hernán Franco le propuso a su socio la venta de un apartamento en Santa Marta como parte de pago por una millonaria deuda, todo con la expectativa de continuar con el proyecto del sitio web para adultos, ahora en solitario, y que según los testigos estaba avaluado en más de un millón de dólares.
En diferentes declaraciones aparece el nombre de este protagonista, socio de Hernán Franco en el proyecto tecnológico para adultos. Se trata de otro integrante de la familia Romero, quien incluso amenazó a Pedro Bastidas, el accionista pastuso, que se convirtió en socio mayoritario de El Arrozal, porque consideraba que había sido una estafa la venta de las acciones de la empresa.
Es la misma persona que según los testigos tenía una cita con Hernán Franco en su oficina del norte de Bogotá, el día del crimen, y que incluso lo llevó a la clínica, herido y moribundo. Se presentó como primo de la víctima mientras advertía que eran muy cercanos, que “lo quería mucho”.
“Ese día llegué a la clínica, a la sala de cirugía, se me acercó, y me dijo que él era como un primo para Franco, que lo quería mucho. Él estuvo mucho tiempo en la sala y yo lo notaba como nervioso”, señalaron los testigos, que contaron a la Fiscalía la relevancia del hombre que ahora aparece como sospechoso del crimen.
Este hombre fue la última persona que habló con Franco antes que el sicario ingresara por el parqueadero y le disparara. Fue una llamada que duró más de 30 minutos, llena de gritos, que solo terminaron cuando los tres disparos acabaron con la vida del auditor. Lo demás quedó en los videos de seguridad del edificio.
“Ese día él iba para la reunión con Hernán Franco. Fue la persona que después del atentado lo llevó a la clínica, también era la persona con la que Franco estaba hablando en el momento del atentado. Según el conductor, él venía hablando con Hernán desde que salió de la casa y duró hablando hasta que llegó a la oficina y ocurrió el atentado”, señaló el testigo.
Los herederos de El Arrozal les dijeron a los investigadores que quien apareció en la clínica “nervioso” y que habría amenazado al empresario pastuso, ahora dueño de la mayoría de las acciones de la empresa, se comunicó con ellos para disculparse por su “comportamiento”, por exaltarse y advertir que ese día tenía una reunión pendiente con Hernán Franco.
Más testigos
Cuando les preguntaron a los testigos por el asesinato de Hernán Franco, sobre quién creían que podría ser responsable del crimen, uno respondió que Jonathan Romero, el mismo que fue citado por la Fiscalía a una diligencia de declaración.
Romero es hijo del fallecido dueño de El Arrozal, una empresa que se fracturó mientras la docena de herederos se disputaban el control y manejo de las acciones que finalmente terminaron, en un considerable porcentaje, en manos de un tercero. Ahí un motivo fundado del asesinato de quien conocía los oscuros secretos familiares y empresariales, justamente el auditor.
“De Jonathan, porque oí que él lo había amenazado”, dijo el testigo a los investigadores de la Policía que lo entrevistaron y que dejaron constancia con varios documentos que tenía en su poder de la víctima en caso de que algo le llegara pasar, como efectivamente ocurrió. Los mismos testigos aseguraron que Franco “estaba asustado” y hasta dejó indicaciones a sus hijos.
Jonathan, quien dijo ser amigo de la víctima desde 2017, tiene 45 años de edad, bachiller, separado, comerciante y heredero de una fortuna que está en disputa. Aseguró que estaba en su oficina, en el barrio Las Ferias de Bogotá, donde queda una sede de los supermercados que heredó, cuando se enteró del crimen, de cómo fue asesinado Hernán Franco, momentos antes de presentar un informe con las irregularidades en la empresa.
En los testimonios que conoció SEMANA se advierte cómo las relaciones entre la víctima y sus clientes, entre ellos Jonathan Romero, se “habían fracturado y no estaban en muy buenos términos”. Las reuniones eran, dicho por los más cercanos colaboradores de Hernán Franco, muy tensas, llenas de gritos y, en una oportunidad, de amenazas, que, según recuerdan los testigos, salieron de Romero.
Más decisiones
Los investigadores de la Unidad de Vida en la Seccional de Fiscalías en Bogotá priorizaron el proceso y avanzaron rápidamente en la recuperación de pruebas, declaraciones y soportes para identificar responsabilidades, no solo de quien disparó en tres oportunidades contra Hernán Franco, con el propósito de eliminar cualquier posibilidad de sobrevivir, sino de quienes habrían ordenado el crimen.
La Fiscalía cuenta con una docena de testimonios que incluyen a las personas más cercanas a la víctima, sus empleados, amigos y familiares. Todos resaltaron los difíciles momentos que vivió Franco semanas antes de su asesinato, incluso cómo presentía que algo malo podría pasarle. Hasta su empleada de servicio logró ser testigo de los frecuentes enfrentamientos que tenía con sus clientes.
Fuentes del proceso advirtieron que gracias a las pesquisas se están acercando a los autores intelectuales del hecho, para así convocar a las primeras diligencias de interrogatorio como ante sala a eventuales imputaciones de cargos por el asesinato del auditor. Advierten que la investigación está lejos de convertirse en un hecho de impunidad. Los responsables sienten el peso de la justicia.