orden público
Iván Mordisco: así es el excéntrico capo que reparte fajos de dinero, armado hasta los dientes. El Gobierno negociará con este “rambo criollo”
El alto comisionado para la paz confirmó que se instalará una mesa de diálogo con las disidencias dirigidas por este líder criminal. Se trata de la estructura que mandó a asesinar a cuatro niños indígenas.
En las disidencias de las Farc hay una ala particularmente escabrosa: la de Iván Mordisco. El capo ha sido el que ha dado la orden de crímenes horribles, como el asesinato a sangre fría de cuatro niños indígenas que habían logrado escapar del reclutamiento forzoso en sus filas. Por ese crimen, este lunes festivo, el presidente suspendió el cese bilateral al fuego y ordenó que se reanudaran los operativos contra esta organización criminal en los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo.
Sin embargo, este sábado se conoció, que a pesar de los aberrantes incumplimientos, el Gobierno les dará otra oportunidad. El alto comisionado anunció que se instalará una mesa de diálogo de paz que contará con garantes y acompañantes internacionales para ese proceso, los cuales estarán a cargo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de la Conferencia Episcopal y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Allí se plantearán las primeras discusiones sobre cómo deben darse el diálogo, la participación de la sociedad civil y el eventual cese al fuego que se acuerde. “Las partes reiteran la firme intención de avanzar hacia la construcción de un acuerdo de paz que ponga fin a la confrontación armada y que propenda por el logro de una paz integral, estable y duradera, con justicia social y ambiental”, sostiene el comunicado que hicieron público las partes. Además, aseguran que muy pronto se sabrán los nombres de las delegaciones de ambas partes.
El Iván Mordisco con el que negociará el Gobierno es un sanguinario. Hace unos meses, cuando apareció en los llanos del Llarí, armado hasta los dientes, muchos lo llamaron con un apelativo que terminó calando: “El rambo criollo”. Mordisco montó todo un show con armas, ríos de plata y amenazas a campesinos para anunciar que quería entablar los diálogos.
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Néstor Gregorio Vera, como es su nombre de pila, sabía que si quería pisar duro en la mesa, debía mostrar que tenía un inmenso poder y así se desplegó. Hizo que sus hombres recorrieran la zona para hacer la “invitación” a los pobladores al evento el 15 de abril. Para garantizar la asistencia, incluso entregaron fajos de dinero que repartieron para que no hubiera inconveniente en la movilización. El mensaje era claro y se convirtió en una orden, el desplante no era el camino. La gente finalmente acudió a su llamado.
Como protagonista de semejante escena, Mordisco se lució. Llegó armado con una pistola con la capacidad de disparar 900 balas por minuto, un fusil de asalto israelí, denominado Tavor 21, muy difícil de adquirir. Se bajó de una camioneta que en el mercado vale aproximadamente 500 millones y lo custodiaban varios anillos de seguridad, el primero conformado por mujeres.
Se cree que a su mando están cerca de 5.000 hombres a los que les paga en promedio cuatro millones de pesos, y que va por más. El hombre ha demostrado que no tiene palabra. El pasado mes de mayo, en los ocho días antes de que el Gobierno rompiera la tregua que tenía por los crímenes contra los niños, el grupo había realizado más de 90 acciones criminales entre homicidios, extorsiones, masacres y ataques contra la fuerza pública.
SEMANA tuvo acceso a un expediente completo de las agencias del Estado sobre el estado mayor central de las Farc, como se ha denominado la facción de Mordisco. En él se revela que esta organización criminal nunca soltó sus acciones delincuenciales contra la población civil, ni contra sus enemigos del Clan del Golfo y el ELN estando vigente el cese al fuego que le concedió el presidente Gustavo Petro, en el que ordenó a la fuerza pública frenar las operaciones ofensivas en contra del grupo.
La disidencia de Iván Mordisco y su banda de criminales está compuesta por 21 estructuras dentro de las que se encuentran con mayor número de integrantes La Primera, con 195 hombres; estructura 10, con 350; estructura Jorge Briceño, con 621; Jaime Martínez, 239; Dagoberto Ramos, 273; Carolina Ramírez, 156 y Carlos Patiño, 209, entre otras.
En las imágenes en poder de SEMANA se ven los recibos de paz y salvo que daban a sus víctimas de extorsión, las notas que enviaban a los pobladores con amenazas si no asistían a las reuniones que convocaban, y el constreñimiento a políticos locales para que no votaran por determinados proyectos en los concejos municipales.
Una de las aterradoras notas tiene la figura del extinto Mono Jojoy, está fechada el 11 de abril de 2023 y es expedida por el frente Jorge Briceño, liderado por alias Calarcá, quien se reunió en septiembre de 2022 con el comisionado de Paz, Daniel Rueda, en Caquetá (ver imagen).
El encabezado, que busca amedrentar a sus víctimas, inicia con la misma frase, “reciban un cordial saludo revolucionario”. Luego advierten el motivo del llamado para obligar, mediante amenazas de muerte, a pagar las vacunas o para que no apoyen proyectos políticos. “La presente nota es para que se presente el 27-04 de 2023 en Cartagena del Chairá para que lleguemos a un acuerdo en el tema de las cotizaciones de las atentas”, dice uno de los paz y salvo.
Es de recordar que el alcalde de Cartagena del Chairá, Edilberto Molina, denunció que las disidencias de las Farc tenían apagadas varias antenas de telefonía celular, lo que ha afectado también el servicio de internet en la región. En otro de los atemorizantes paz y salvo, la estructura Urías Rondón cita: “El 01-05-2023 a todos los habitantes de la vereda para fijar el monto del aporte del año”. Pero los paz y salvo no eran los únicos documentos que descaradamente estaban imprimiendo los hombres de Mordisco. SEMANA también conoció los libros de bolsillo y cartillas que habían mandado a hacer con los estatutos de la organización, que estaban siendo compartidos de manera interna entre sus integrantes y con la población civil para reclutar a nuevos miembros (ver imagen).
Tras las reiteradas violaciones al cese al fuego, SEMANA conoció otro documento reservado en el que pese a que se evitan los enfrentamientos de tropa, se ordena a las fuerzas élite encaminar sus operaciones de alto impacto en contra de Iván Mordisco, cabecilla principal y por quien se ofrece una recompensa de 2.560 millones de pesos; alias Calarcá, jefe de la estructura Jorge Briceño, con una recompensa por mil millones de pesos, y alias Danilo Alvizú, cabecilla de la Carolina Ramírez, responsable del asesinato de los cuatro menores indígenas en Putumayo y por quien existe una recompensa de 650 millones de pesos.
Sobre Alvizú, se conoce, según inteligencia de las agencias del Estado, que maneja las finanzas criminales de la estructura por medio del narcotráfico, ejecuta el cobro de vacunas y extorsiones, es organizador de masas, realiza labores de proselitismo y se mueve en el municipio de Puerto Guzmán, usando los ríos Piculo, Caimán y Mecaya.
En su más reciente informe, la Organización de Estados Americanos (OEA) reveló que las disidencias de las Farc de Mordisco no han abandonado la práctica de aterrorizar a los pobladores donde tienen jurisdicción y mantienen plenamente identificadas a las comunidades, obligándolas a afiliarse a las Juntas de Acción Comunal (JAC), haciéndolas portar carné o exigiendo cartas de autorización de los comandantes para ingresar a los territorios.
No han frenado –dice la OEA– “el reclutamiento forzado de menores de edad, en especial en el suroccidente del país, con el objetivo principal de robustecer su pie de fuerza, en especial en zonas donde sostienen disputas territoriales con el Clan del Golfo y el ELN. Las edades de los menores obligados a hacer parte de sus filas están entre los 13 y 17 años de edad”.
“Una de las principales características de esta vulneración es la separación física de los NNA de sus núcleos familiares o redes de apoyo, recurriendo a la falsa oferta de salarios o empleos en labores de recolección de hoja de coca, en municipios diferentes a su lugar de residencia”, señala el informe.
La masacre de los niños
A finales de marzo, la Defensoría del Pueblo alertó sobre el reclutamiento forzado de cuatro menores de edad indígenas por una estructura criminal que delinque en la zona. Casi dos meses después, el 17 de mayo, el organismo humanitario fue informado sobre el homicidio de los cuatro menores en el sector de El Rancho, que se encuentra sobre el río Caquetá, en límites con el departamento del Amazonas, a unos 229 kilómetros de Puerto Leguízamo, es decir, a unas nueve horas aproximadamente por vía fluvial.
Las víctimas eran de la comunidad del pueblo indígena murui. Fuentes de la Defensoría confirmaron que ha sido casi imposible tomar contacto con los familiares de los asesinados debido a las amenazas que han recibido de la estructura Carolina Ramírez, responsable de la masacre. Tanto así, que las autoridades no han llegado al sitio donde ocurrió el múltiple homicidio, según fuentes de la entidad.
Sobre las disidencias de la Carolina Ramírez, se conoce que viene delinquiendo desde 2019 en la zona norte del departamento del Putumayo, expandiéndose al Caquetá, y en la actualidad llega hasta el Amazonas, cooptando estos tres departamentos con sus actividades criminales, que se habrían fortalecido a raíz del cese al fuego decretado por el Gobierno nacional.
Está claro, la paz total con las disidencias avanza tanto como una bicicleta estática y, por el contrario, los casi seis meses de cese sirvieron para fortalecerse militar y políticamente. Incluso les dio para presentar con todos los reflectores a su ejército particular al que han denominado “Guardias campesinas”, los mismos que secuestran y hasta matan militares en medio de los operativos.
Hoy vuelven a la mesa, pero es difícil creerles.