La Fiscalía hizo la tarea: investigó durante cinco meses las denuncias de Day Vásquez, a quien capturó junto con Nicolás Petro. No valieron las presiones

¡Por Dios, señor Nicolás!”. De esta manera –y con un tufillo a regaño paterno–, el fiscal Mario Burgos cuestionó a Nicolás Petro las marrullas que ejecutó para incrementar su patrimonio y complacerse con todo tipo de lujos.

Burgos se ha convertido en un fiscal estrella, su estilo se caracteriza por frases directas, tutear a los procesados y recriminarlos con base en las pruebas hasta llevarlos a la confesión. En el caso de Nicolás Petro, no fue diferente.

Le recriminó por utilizar su apellido, cargo y conexiones para buscar un beneficio personal, “olvidándose por completo del juramento que hizo ante la Asamblea para cumplir la Constitución y la ley”.

“Usted obtuvo un incremento patrimonial injustificado y solo tenía un ingreso: el de diputado. Para justificar los gastos tendría que ganarse 200 millones de pesos en un mes. Todos nos haríamos elegir como diputados”, le dijo Burgos.

Durante las extensas audiencias en las que imputó cargos y solicitó medida de aseguramiento contra Nicolás Petro y Day Vásquez, recibió todo tipo de elogios por parte de las personas que se conectaban a la transmisión judicial.

La aplastante evidencia y los llamativos anuncios de la apertura de líneas de investigación hicieron que Petro pasara de declararse inocente de los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, a un anuncio de colaboración para entregar información inédita y reveladora sobre la financiación de la campaña presidencial de Gustavo Petro.

“Las extravagancias, la vida traqueta, dicho de la propia madre de Nicolás, y su deseo de querer aparentar una clase media arribista”, fueron también objeto de reproche por el fiscal. “Pudo observarse compras de bienes en establecimientos de comercio, como Carolina Herrera, Ferragamo; como bien decía Nicolás Petro: ‘Anda, no joda, esta es la vida que a mí me gusta’”, le recriminó.

“Como si tuviera ingresos por 2.000 millones, entre junio y diciembre de 2022 en la cuenta de ahorros, que solamente tenía 280 millones de pesos, pasó a 1.053 millones, que no son producto de su labor como diputado, esto se registra como un incremento de patrimonio injustificado (…) Usted hizo gastos por 1.205 millones de pesos”, describió Burgos, poniendo contra las cuerdas al hijo del presidente.

Con zanahoria y garrote, muy a su estilo para llevar a los acusados a una negociación, Burgos no dudó en pedir protección para Nicolás Petro, quien ahora es un testigo de cargo de la Fiscalía.

“En una cárcel o en una guarnición militar la vida de Nicolás Petro corre peligro, por eso le solicitaría que no sea enviado a una cárcel”. Esto pensando en su actual pareja, Laura Ojeda, y su hijo que está próximo a nacer.

Los comentarios irónicos también estuvieron dirigidos a Day Vásquez. En los chats leídos de manera pausada dejó entrever su interés por las propiedades, los carros y los lujos.

“En una conversación, Nicolás le envió una foto en la que aparecían dos anillos lujosos y extravagantes. El cruce de mensajes estaba dirigido a saber cuál quería, a lo que Vásquez respondió ‘alguno de esos’. Toda fría ella, pese a que el valor de cada uno se acercaba a los 10 millones de pesos”, citó como ejemplo.

También se refirió a un vehículo Mercedes-Benz que compró la pareja. “De forma caprichosa, como una niña chiquita, pedía que le diera ese lujoso regalo”, el comentario, que en realidad era una prueba contundente, generó risas entre quienes se encontraban en la audiencia.

De este modo, con ejemplos, dichos, pruebas convertidas en episodios de la vida diaria de los acusados, el fiscal Burgos dejó todo claro y llevó a Day Vásquez y a Nicolás Petro a reconocer sus delitos.