Judicial

La otra “jugadita” que le salió mal al senador Eduardo Pulgar

La Corte Constitucional amparó los derechos de la oposición para realizar debates de control político y exigir respuesta de los funcionarios de Gobierno. Pulgar, ejerciendo como presidente encargado del Senado, les había cerrado los micrófonos.

25 de marzo de 2021
| Foto: Procuraduría

La ya célebre jugadita que realizan los presidentes del Senado al ordenar que se cierren los micrófonos o levantar las sesiones cuando los parlamentarios de la oposición piden la palabra, no va más. Así lo determinó la Corte Constitucional al resolver una acción de tutela en la que se reclamaba el derecho a realizar debates de control político, recibir respuestas claras de los funcionarios de Gobierno que fueron citados y controvertirlos.

La historia de esta jugadita se dio cuando en noviembre de 2018 un grupo de congresistas de oposición realizó un debate de control político sobre la corrupción, en este caso, el famoso escándalo de Odebrecht. El senador cuestionado, Eduardo Pulgar, quien acaba de pedir sentencia anticipada en un caso en el que se le acusa justamente de tratar de sobornar a un juez, oficiaba como presidente del Senado, y cuando llegó el momento de la réplica de la oposición levantó el debate.

Este debate fue histórico, no solo pasó al tablero el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez. También fue el debate en el que se hizo público un video en el que el senador Gustavo Petro recibía fajos de billetes.

En medio del alboroto, por orden de Pulgar se cerraron micrófonos, se apagaron las luces y el país y la oposición se quedaron con las ganas de escuchar las presuntas acusaciones al fiscal Martínez y las explicaciones de Petro por el contundente video.

La oposición radicó una acción de tutela, que en primera instancia les fue negada. La decisión fue escalada a la Corte Constitucional que amparó los derechos de los congresistas demandantes entre los que están Angélica Lozano, Jorge Enrique Robledo, Alexánder López y Gustavo Bolívar.

“Como oposición citamos a un debate de control político sobre corrupción, puntualmente sobre el tema de Odebrecht en la plenaria del Senado, y el tristemente célebre Eduardo Pulgar, quien para la época presidía la sesión, abusó del poder, paró la sesión y no dejó terminar el debate. No dejó que respondieran”, explicó Lozano.

La parlamentaria celebró que “se presentó una tutela y la perdimos ante un juez local, pero la Corte Constitucional generó una sentencia de unificación y dio la orden clarita para que se respete el derecho de los congresistas a hacer debates de control político y a hacer oposición. Hoy la Corte nos da la razón: los derechos de la oposición fueron vulnerados y el debate debe continuar y concluir según el reglamento”, dijo Lozano.

En su momento, ante la polémica, el senador Bolívar manifestó: “Nos niega el derecho a la oposición, a la réplica, les niega el derecho a los citantes a terminar el debate como dice la ley, permitió que el fiscal hablara más de hora y media sin darnos derecho a réplica, permitió que Paloma Valencia mostrara un video de Petro sin explicar el contexto y no le permitió a Petro explicar”.

En cuanto a Pulgar, ya no podrá realizar más la jugadita, es investigado por tratar de sobornar al juez del municipio de Usiacurí, Andrés Rodríguez Cáez, para que favoreciera en un pleito por la Universidad de Barranquilla, al excónsul Luis Fernando Acosta Ocio, tal como quedó registrado en una grabación.

Renunció a su curul en el Senado para que su investigación ya no la llevara la Corte Suprema de Justicia, sino que pasara a la Fiscalía, pero la Corte frenó su intención. El viernes pasado, luego de dilatar y tratar de desvirtuar las pruebas en su contra, dijo que se someterá a sentencia anticipada (aceptando el soborno por el que es investigado) y con la promesa de prender el ventilador. Pulgar pasó de esconder la corrupción a ser soplón.