Violencia contra la mujer
Proceso contra concejal de la U por violencia contra su pareja, estancado en la Fiscalía
Luego que el político presuntamente la intentara estrangular el pasado 7 de mayo, se han entregado múltiples pruebas a la Fiscalía en Ocaña y la seccional de Santander, aún así, la justicia no actúa. El cabildante volvió a sus funciones.
Ingrid Johana Espejo Capella, una ingeniera civil de 23 años, mantenía una relación sentimental con Deiby Alberto Arias Quintero, concejal del Partido de La U, en Ocaña, Norte de Santander. La alegría para la pareja desapareció cuando, el pasado 7 de mayo de 2021, Ingrid decidió visitar a una de sus amigas para disfrutar un asado en el centro del municipio, situación que sacó de casillas a Arias Quintero - según relato de la víctima - quien la insultó a través de mensajes de texto.
“¡Usted es una perra, quédese donde está!” dice uno de los mensajes enviados. Al llegar a la casa en la que convivían, Ingrid asegura haber encontrado a un descontrolado y enfurecido Deiby quien la golpeó repetidas veces en el rostro con el puño cerrado, causándole graves heridas, principalmente en uno de sus ojos.
Luego del violento ataque, relata la víctima, el concejal la tomó del cuello e intentó asfixiarla. Posteriormente asegura haber sido desnudada por el hombre, quien habría accedido a sus genitales para olerla “y ver si estuvo con algún hombre”, cuenta.
La agresión se detuvo gracias a que una patrulla de la Policía llegó hasta la vivienda, luego que los vecinos alertaran por los gritos de la mujer que emanaban de allí. Lo insólito, cuenta Ingrid, es que el cabildante no fue capturado, sino que los patrulleros llevaron a la mujer a la casa de su amiga, para pedir refugio.
El concejal Deiby Arias pegándole a la mujer EMBARAZADA, que impotencia ver estas cosas la verdad. pic.twitter.com/UpCi8zJbuc
— Maria Jose (@MariaJoseS_1208) May 8, 2021
Al día siguiente, el 8 de mayo, Espejo fue atendida en la clínica Torcoroma y en Medicina Legal, donde el legista le expidió una incapacidad de 20 días por los golpes recibidos. Desde entonces, Ingrid tuvo que huir de Ocaña para proteger su vida y denuncia que hasta el momento, un mes después, la justicia no ha actuado en su caso.
“He adjuntado videos, fotografías, documentos, dictámenes del Instituto de Medicina Legal, relatos en comisaría de familia, testimonios, para sustentar mi denuncia con material probatorio. Aún así, la fiscalía de Ocaña pareciera no tener interés en el caso”, cuenta desconsolada.
Lo increíble en esta historia de maltrato es que una semana después de ser sindicado de maltratar física y verbalmente a su compañera sentimental - el 18 de mayo - el concejal Deiby Alberto Arias Quintero regresó con total normalidad a las sesiones ordinarias del Concejo de Ocaña, sin haber sido requerido por las autoridades.
La Fiscalía no ha definido su situación jurídica, la Policía Nacional no lo capturó en el momento de la agresión a su pareja, la Procuraduría guarda silencio frente a conducta disciplinaria y el Comité de ética de la colectividad no decide apartarlo de esa distinción.
Incluso la Vicepresidenta, Martha Lucía Ramírez, rechazo vehemente ese acto y solicitó celeridad en las investigaciones, pero el presunto agresor sigue libre.
Como Vicepresidenta y como mujer colombiana, rechazo con vehemencia los actos de violencia en contra de las mujeres. Apreciada @johaec97, desde @ViceColombia y @equidad_mujer solicitamos a las autoridades competentes, actuar con celeridad y garantizar justicia en tu caso. 👇 https://t.co/Bi9gKqEVeG
— Marta Lucía Ramírez (@mluciaramirez) May 16, 2021
A través de un comunicado de prensa, el cabildante se defendió de las acusaciones en su contra, y aseguró que “nací en esta tierra, llevo toda la vida viviendo en este lugar y las personas que me conocen y me han tratado en algún momento pueden dar fe que no he sido una persona agresiva, violenta o problemática. Mucho menos premeditar hacer daño a alguien que quiero y amo”.
Arias Quintero se presentó al ente judicial donde manifestó estar presto apenas lo llamen para responder por esa situación.