Hernán Giraldo y los jefes de su bloque paramilitar recibirán condenas a ocho años de cárcel por más de 700 hechos criminales que comprometen a 5.000 víctimas. A la derecha, Giraldo en la prisión de Virginia, Estados Unidos, donde paga 16 años de cárcel por narcotráfico. | Foto: Armando Neira

Judicial

Regresa Hernán Giraldo el ‘Patrón de la Sierra’, hay miedo en Magdalena

El exjefe paramilitar es reconocido como uno de los más sanguinarios y, de acuerdo con el fallo Justicia y Paz que lo condenó, es un depredador sexual de menores. Sus herederos armados, ‘los Pachenca’, tienen azotada la región.

25 de enero de 2021

El temor regreso a la Sierra Nevada de Santa Marta y tiene nombre propio, el exjefe paramilitar del bloque Resistencia Tayrona, Hernán Giraldo, quien a sangre y fuego impuso su imperio de terror enfrentando a los grupos guerrilleros y a sus antiguos aliados en los negocios ilegales de tráfico de drogas hasta prácticamente aniquilarlos y quedarse con el poder absoluto. Giraldo llega hoy al país extraditado desde Estados Unidos fue condenado a 16 años de prisión por narcotráfico, pero luego de pagar 12 años está de nuevo en Colombia donde deberá responde por una condena que tiene pendiente en Justicia y Paz.

Giraldo forma parte del grupo de 13 paramilitares que fueron extraditaos por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el 13 de mayo de 2008 en horas de la madrugada, por continuar delinquiendo, pese a haber participado de la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). De Giraldo las autoridades tenían plena prueba de que continuaba traficando drogas.

El prontuario de Giraldo se puede calificar de aterrador. Durante más de 20 años fue el amo y señor de la Sierra, dejando una estela de muertes, temor, masacres y, de acuerdo con los hallazgos de la justicia, la violación de más 200 menores de edad, a algunas las llevaba hasta sus trincheras y las obligaba a vivir con él como si fueran su pareja, incluso tiene registrados 19 hijos con estas menores por lo que también le impusieron el alias de “Taladro”.

La condena de Justicia y su Paz en su contra deja en evidencia el aberrante actuar de Giraldo. Entre los 706 hechos delictivos y criminales que se le achacan a Giraldo, hay desde secuestros, torturas, desplazamientos, pero, lo que tristemente lo hizo célebre fue precisamente esa estela de violencia sexual con violaciones, abortos y embarazos forzados y prostitución forzada, como señala la sentencia. Aunque se habla de más de 200 hechos de este tipo, en la sentencia se documentan 38.

Justamente, el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, dejó claro que Giraldo deberá responde en Colombia por delitos relacionados con masacres, homicidios selectivos, desapariciones forzadas, desplazamientos, secuestros, amenazas y accesos carnales violentos contra personas protegidas.

“El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) debe definir el sitio de reclusión de Giraldo, a quien se le ofrecerán las medidas de seguridad necesarias para que comparezca ante la justicia colombiana y responda por los delitos cometidos cuando militaba en las autodefensas. Y sobre todo, para que ofrezca a las víctimas las garantías de verdad, justicia, reparación y no repetición”, explicó el Ministro de Justicia y del Derecho, Wilson Ruiz Orejuela.

Giraldo no es originario del Magdalena, nació en Caldas, en el municipio de San Bartolomé hace 73 años y llegó a Santa Marta desplazado por la guerrilla a finales de la década de los 60, inició como recolector de café, pero rápidamente inició su carrera criminal cuando le echó el ojo a la denominada bonanza marimbera con el tráfico de marihuana a los Estados Unidos.

El primer reducto paramilitar que creó Giraldo fue el de los llamados Chamizos, un grupo de “vigilancia privada” que empezó a delinquir en el mercado de Santa Marta y que cobraba extorciones a los comerciantes a cambio de garantizarles la “seguridad”. Pero al poco tiempo se internó en la Sierra Nevada en donde se enfrentó a las guerrillas que le pusieron resistencia, incluso hubo varios atentados de los que salió ileso y, finalmente, asumió el poder en la región por medio del terror generado por varias masacres entre las que se recuerdan las realizadas en Buritacá y en Perido Aguado.

Su imperio que inicio con el negocio de la marimba, también manejaba el control del contrabando hacia Venezuela en la región y rápidamente migró al negocio del tráfico de cocaína. Para 1995 su grupo ilegal, hasta entonces conocidos como Autodefensas del Mamey, cambiaron de nombre por Autodefensas Campesinas del Magdalena y La Guajira (ACMG) y extendió su poder hasta la Guajira. Nada se movía sin la venia del Giraldo, el “Patrón de la Sierra”.

El poder de Giraldo no fue solo desde el plano militar, sus tentáculos llegaron a la política, al punto que la génesis del escándalo de la parapolítica se dio justamente en la región del Magdalena, donde congresistas, alcaldes y dirigentes políticos habrían llegado a acuerdo con el paramilitar que hoy vuelve al país.

Hernán Giraldo y los jefes de su bloque paramilitar recibirán condenas a ocho años de cárcel por más de 700 hechos criminales que comprometen a 5.000 víctimas. A la derecha, Giraldo en la prisión de Virginia, Estados Unidos, donde paga 16 años de cárcel por narcotráfico. | Foto: Armando Neira

Este delincuente todo poderoso a mediados de los 90 regresa hoy deportado al país. Justo en momentos en que quienes fueran sus lugartenientes, y que hoy se hacen llamar los Pachencas, comandados por Jesús María Aguirre, alias ‘Chucho Mercancía’, por quien las autoridades ofrecen 300 millones de pesos de recompensa, tiene azotada la región, reavivaron el tráfico de estupefacientes y tienen con sus extorciones en jaque al comercio de la zona, en especial de Santa Marta.