Justicia
Impresionante: así logró Alex Saab torcer a agentes de la DEA que le soplaban sus investigaciones. Todo se descubrió
SEMANA revela cómo el considerado testaferro del régimen de Nicolás Maduro torció a agentes de la DEA para conocer información de su caso. En el entramado, un excriminal colombiano, alias Boliche, habría sido clave para revelar la jugada de Alex Saab.
El extenso y complejo expediente judicial contra el empresario Alex Saab, considerado el testaferro del régimen de Nicolás Maduro, y quien está detenido en Estados Unidos, da para todo. Incluso, para corromper a la DEA, la misma agencia internacional que durante años le siguió la pista y recaudó la información para que en 2020 el escurridizo contratista fuera enviado a este país tras esconderse 16 meses en el pequeño Estado de Cabo Verde, en África.
SEMANA revela detalles de la forma como el poder, el dinero e influencias que rodean a Saab lograron que un curtido agente de la DEA vendiera su alma para filtrar información clave al mejor postor, un grupo de abogados que querían estar un paso adelante de lo que se ventilará en el juicio en la corte de Florida y que sigue con solidez pese a los desesperados intentos de Maduro por frenarlo.
Tales datos le permitirían a Saab negociar con la Justicia estadounidense conociendo todas las cartas. En efecto, era tan valiosa la información que el agente John Constanzo Jr. recibió 74.000 dólares de nadie más y nadie menos que su exjefe Manny Recio, quien, una vez salió de la DEA en 2018, movió sus influencias y experiencia para buscar clientes en círculos exclusivos de Miami y Florida.
Así llegó a Saab y sus turbios negocios a fin de representarlo prometiéndole extraordinarios resultados. Rápidamente, se unió como investigador privado para la oficina de dos reconocidos abogados, Luis Guerra y David Marcey.
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Para demostrar su capacidad corruptora, Constanzo filtró en 2019 la fecha exacta de la acusación que iba a presentar la Fiscalía en contra de Saab ―quien en ese momento tenía una orden de captura sobre sus hombros― por desviar 350 millones de dólares entregados a dedo por Nicolás Maduro. Entre ellos se encontraban los infames Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), que buscaban aliviar la grave crisis humanitaria y de alimentación en Venezuela, pero que solo terminaron llenando los bolsillos de Saab y sus secuaces.
En un caso como el de Saab, la reserva por la que tanto velan las autoridades de Estados Unidos era mucho mayor, debido a los poderosos interesados que tuvieron nexos con el empresario, en especial el mismo Gobierno de Venezuela y su presidente, Nicolás Maduro. Por eso, al ver el potencial de la información, no dudaron ni un minuto en pagar lo que fuera necesario para preparar su defensa y así seguir los pasos del consentido del régimen venezolano, que también ha sido un experto en hacerle el quite a la justicia.
“No es algo que debemos publicar. Son técnicas de investigación de las que no queremos que salgan fechas específicas”, señaló un agente de la DEA, quien trabajó muy de cerca en el caso Alex Saab. Reveló lo minuciosa que fue la recolección de información en contra del empresario y la protección de los datos. El mismo agente aseguró que nunca se compartió información con Constanzo o Recio.
¿Qué hizo exactamente Recio con la información que compró? Ese es uno de los grandes interrogantes de la investigación federal. Sin embargo, una fuente cercana le reveló a SEMANA que existe una reserva sumarial que da luces sobre la gravedad de la información filtrada por el agente de la DEA y difundida por su exjefe a sus prestantes clientes. “Esto es lo que más genera preocupación”, aseveró.
La misma fuente aseguró que en el extenso proceso contra Saab se ha recolectado evidencia que salpica a dirigentes políticos venezolanos y colombianos, así como poderosos empresarios que, pese a rechazar públicamente el régimen, se han enriquecido a su costa. Entre estos se encuentra un cuestionado empresario de República Dominicana, que con la información recibida de manera anticipada pudo volarse de un operativo en su contra y que incluyó 700 agentes.
Recio y Constanzo Junior ya fueron sentados en el banquillo de los acusados por graves cargos de soborno y fraude electrónico. El fiscal que los acusó no solamente cuestionó su poca ética, sino el hecho de que por su actuar pusieron en terrible riesgo la identidad de testigos protegidos de fuentes humanas que participaron en el operativo contra Saab, uno de los más grandes llevados a cabo en la última década.
“A Recio y Constanzo les importaba tanto el dinero que pusieron en riesgo a personas y a investigaciones”, destacó el fiscal en sus alegatos de conclusión y en los que pidió una condena contra el agente de la DEA y su exjefe. “Recio sabía quién vendería los secretos de la DEA a cambio de dinero en efectivo”.
Para evitar llamar la atención de las autoridades, aplicaron todo tipo de estrategias, entre estas el uso de teléfonos desechables y la eliminación completa de archivos de comunicaciones. La misión era no dejar ningún rastro.
La reaparición de Boliche
En medio de la investigación por la filtración del expediente Saab, salió a relucir el nombre o, mejor dicho, el alias de un viejo conocido. Se trata de Jorge Luis Hernández Villazón, alias Boliche, un narcotraficante y exparamilitar colombiano que en la década de los noventa tuvo contactos con Carlos Castaño Gil y Salvatore Mancuso Gómez, jefes de las AUC.
Boliche se ha destacado por su habilidad para moverse a sus anchas en los campos de la justicia en Estados Unidos, presentándose como informante del FBI y de la DEA a cambio de protección. Fue él mismo quien hizo la grabación clave para desenmarañar la filtración en el caso Saab, recibiendo información secreta y clasificada.
Este personaje, mencionado varias veces en el expediente contra el contratista y destacado por jugar a dos bandas, se habría prestado para ayudar a los abogados a buscar personas interesadas en conocer de antemano la información del expediente Saab, señalando que desde hace décadas tenía contactos cercanos con el contratista del régimen venezolano.
No es la primera vez que hacía esto. En 2019 se reveló que Boliche había sido pieza clave para ampliar las acusaciones contra Saab y, además, para la condena contra Bruce Bagley, prestigioso profesor de la Universidad de Miami, por prestar sus cuentas bancarias entre noviembre de 2017 y octubre de 2018, con el fin de mover el dinero del contratista. Esto, pese a que Boliche era el principal beneficiario de este dinero, unos 474.000 dólares.