Justicia
SEMANA revela cartel de tráfico de drogas de El Dorado. Seguridad la acopiaba en un hotel y se repartía en los baños del aeropuerto
SEMANA conoció una gigantesca investigación de la Fiscalía y la Policía que descubrió una red de tráfico de drogas en el aeropuerto. La cocaína salía de un hotel y se repartía en los baños de las salas internacionales.
Funcionarios de vigilancia del aeropuerto El Dorado, en Bogotá, se convirtieron en mulas uniformadas, en parte de una red de tráfico de drogas con tarjetas de acceso a las salas de espera internacionales de la terminal aérea más importante del país. En un hotel se acopiaba la cocaína y en los baños del aeropuerto se repartía a pasajeros que pasaban los controles antidrogas.
La modalidad de tráfico de drogas descubierta por la Fiscalía y la Policía en El Dorado es tan descarada como efectiva. No se tiene conocimiento desde hace cuánto funcionaba, ni cuántos empleados estarían comprometidos. Lo que quedó en evidencia fue la forma y el hueco en la seguridad del aeropuerto más vigilado del continente.
Cuatro funcionarios de una reconocida empresa de seguridad eran los responsables de burlarse de los controles más estrictos mientras se paseaban con la cocaína adherida en el pecho y la espalda. Eran ellos los que, aprovechando los permisos que tenían en El Dorado, se movían sin problemas por los controles, los filtros y en la cara del personal de antinarcóticos.
La investigación fue impecable. Pasajeros con destinos internacionales atravesaron los filtros de seguridad en El Dorado, incluso requisas individuales a su equipaje. Sin embargo, minutos antes de abordar los vuelos ingresaban a los baños de las salsas de espera y salían con maletas cargadas de cocaína. Tres casos se convirtieron en la base de la investigación.
Tendencias
Los pasajeros que creyeron coronar la salida de Colombia fueron requeridos por segunda vez. Los agentes antinarcóticos buscaron y en la maleta, que minutos antes solo tenía una cobija y un par de prendas, aparecía un kilo de cocaína repartida en varios paquetes de color negro. Un acto de magia criminal que la investigación logró develar.
¿Pero cómo era posible que en cuestión de minutos un pasajero se convirtiera en mula? Los investigadores devolvieron las cámaras de seguridad en el aeropuerto El Dorado, los parqueaderos y las vías cercanas. El recorrido en reversa los llevó hasta un hotel cerca de la terminal aérea. En ese hotel, Bogotá Airport Dorado, los funcionarios de seguridad del aeropuerto se ‘alojaban’ por muy corto tiempo. Llegaban de civil y salían uniformados.
Nuevamente, las cámaras de seguridad fueron fundamentales. El hotel se convertía en una especie de centro de acopio de cocaína. Los encargados de la seguridad en El Dorado se encontraban con quienes llevaban droga, y en las habitaciones 102 y 202, con el uso de fajas, se pegaban el estupefaciente al cuerpo.
Los videos mostraron la llegada de los funcionarios al hotel, el registro y sus movimientos por las habitaciones. Luego, en vehículos plenamente identificados, salían uniformados con destino al aeropuerto a supuestos turnos de seguridad, atravesaban los controles para funcionarios, que son diferentes a los de los pasajeros, y empezaban su recorrido a las salas de embarque internacionales.
Los investigadores obtuvieron más de 100 horas de grabación de videos en El Dorado. Allí, como si se tratara de una escena de espionaje, aparecen los funcionarios de la seguridad del aeropuerto, juntos, luego repartidos para no despertar sospechas, mientras en sus cuerpos llevan pegada la droga.
Las cámaras los siguieron. El minuto a minuto quedó en los controles, en los largos pasillos y en su particular entrada a los baños segundos después de que los supuestos pasajeros hicieran lo mismo. En el video quedó también la salida de los funcionarios, un repaso por su entrada a El Dorado justamente el día que no tenían turno de seguridad. Se uniformaron solo para llevar la cocaína a los baños, lo que da la certeza de que hay más involucrados en este cartel de tráfico de drogas.
A los videos de seguridad se sumaron declaraciones, seguimientos e interceptaciones de teléfonos. Los funcionarios de la seguridad aeroportuaria, convencidos de que su plan criminal estaba en marcha, sin saberlo, estaban aportando datos a la investigación. Pruebas que se acumularon en una imputación de cargos contra los cuatro guardianes de El Dorado, que resultaron capturados.
Michel Sneider Sánchez, Flor María Arias, Jesús Iván Surmay y Heidy Johana Galindo, empleados de la reconocida empresa de seguridad, fueron capturados en la primera fase de esta investigación. SEMANA conoció los detalles del expediente en contra de los guardianes de El Dorado que se convirtieron en mulas del narcotráfico.
“Utilizaron el aeropuerto internacional El Dorado como plataforma de salida de la sustancia estupefaciente con destino a Europa, en la modalidad de ocultamiento a través de las maletas catalogadas como equipaje de mano, de pasajeros que abordarían vuelos internacionales”, señala el expediente en poder de la Fiscalía.
En audiencias de control de garantías y posterior a la captura, la Fiscalía explicó que los guardianes aprovechaban su experiencia, confianza y los carnés de seguridad para completar una parte del tráfico de drogas, la más importante, pasar los controles en El Dorado, que para los pasajeros son en extremo exigentes, pero que, en este caso, para los funcionarios fue ridículo.
“Aprovechando su carnet de ingreso al aeropuerto, el cual les fue suministrado por la empresa Opain para uso exclusivamente laboral dentro de sus funciones como oficiales de seguridad de la empresa, por la cual fueron contratados. Ingresan a las áreas restringidas del aeropuerto como lo es el muelle internacional, pasando por los filtros de seguridad de funcionarios”, reseñan los informes y la imputación de cargos que hizo la Fiscalía.
El expediente incluye una distribución de roles. Cada funcionario tenía una misión específica en la red narcotraficante. Dos, los muy jóvenes, con apenas 22 años, se aventuraron a recibir la cocaína y pasar los controles en el aeropuerto hasta los baños de las salas de abordaje internacional, mientras sus compañeros de trabajo advertían cualquier eventualidad.
Los capturados en esta primera fase de la investigación fueron judicializados por el delito de concierto para delinquir con fines de narcotráfico. Como algunos destinos de la cocaína que sacaron incluían a Estados Unidos, no se descarta que puedan llegar solicitudes de extradición. Ninguno aceptó su responsabilidad y fueron enviados a la cárcel por orden de un juez.
Se investiga la participación de otras personas en el entramado criminal que se enquistó en El Dorado. La Fiscalía alista una segunda fase de la investigación, que podría incluir a más funcionarios a cargo de la seguridad en el aeropuerto, que ahora permanecen escondidos, pero quedaron en las cámaras de vigilancia.