Investigación
SEMANA revela los presuntos sobrecostos en tres contratos para dotación en el Ejército. Los precios los pusieron por las nubes
SEMANA revela contratos del Ejército para la adquisición de materias primas destinadas a la confección de prendas y equipos de miles de soldados, las cuales tendrían los precios inflados.
El soldado Ramírez, que forma parte de una de las unidades élite para enfrentar el crimen de alto impacto en el país, podría estar usando en los próximos meses una de las gorras más costosas por las que haya pagado el Ejército.
SEMANA conoció la denuncia que cursa en la Fiscalía, en la que se advierte de una millonaria contratación que hizo el Ejército, la cual, al parecer, tiene precios inflados. Por lo menos así queda claro en los documentos en los que está discriminado el valor de las adquisiciones comparado con el precio en el mercado.
La costosa compra, dividida en diferentes contratos con valores de 3.114 millones de pesos, 3.327 millones y cerca de 1.000 millones con un mismo proveedor, revelan precios por las nubes. Uno de los ítems más escandalosos tiene que ver con la adquisición de 12.853 metros de tela poliéster impermeable. En la ficha técnica, el Ejército dice que necesita esa clase de tela para “la confección de la gorra del uniforme camuflado N. 4; uniforme de Desminado Humanitario y demás productos que lo requieran”.
El asunto parece normal hasta que se pone la lupa en el contrato 142-Cenac-Puente Aranda-2023, adjudicado a la empresa Milfort S. A. S., por un valor cercano a 3.200 millones. El Ejército habría pagado 126.530 pesos por el metro de tela poliéster impermeable.
SEMANA hizo un recorrido con la ficha técnica de la tela por zonas como La Alquería y el Restrepo, en Bogotá, donde hay almacenes de reconocidas marcas que les surten estos elementos a los contratistas del Ejército. El resultado fue una sorpresa: el metro de tela con características similares a las que pide la institución se encuentra desde los 4.500 pesos y los más costosos llegan a 30.000.
Esos sorprendentes sobrecostos no ocurrieron solamente con la tela de poliéster impermeable; en otro ítem el Ejército requiere 92 metros de lona negra tipo cordura. Las cotizaciones hechas en el mercado indican que el metro está entre 50.000 y 60.000 pesos. Esta vez el Ejército habría pagado más de cuatro veces su valor, pues fue facturado a 262.676 pesos.
Al escudriñar en otro de los contratos adjudicados a la empresa Milfort, este bajo el rótulo 139 Cenac Puente Aranda, por un valor aproximado a 3.330 millones de pesos, siguen apareciendo situaciones llamativas.
El Ejército adquirió 157.934 hebillas doble puente de latón para sujetar correas. La compra se hizo por un valor de 1.613 millones de pesos. La unidad habría sido facturada a 10.218 pesos, pero la cotización arrojó que ese mismo elemento oscila entre 1.232 y 1.950 pesos, por lo menos 800 por ciento más caro.
Más perlas
Otro herraje que llama la atención entre los elementos adquiridos es el ojete y arandela de latón, que sirve para el ensamble de los equipos de campaña de los soldados en terreno.
El Ejército, según el contrato, lo habría pagado a 512 pesos la unidad, cuando en el mercado, de acuerdo con las cotizaciones, se consigue a 85 pesos; la diferencia es de unos 427 pesos. Parecen objetos de menor valor, pero en el Ejército las compras de dotación se cuentan por miles, fueron adquiridos 87.800 y el sobrecosto podría superar los 37 millones.
En un tercer contrato cercano a los 1.000 millones de pesos y adjudicado nuevamente a la empresa Milfort, a través del rótulo 149 y el Cenac Puente Aranda, se observan más precios muy por encima del mercado.
El contrato tiene por objeto la adquisición de materia prima de plásticos, compuestos y envases para el Batallón de Intendencia Las Juanas por un valor exacto de 978.292.232 pesos. Allí se puede observar que el Ejército requiere hebillas suelta rápido para la dotación del Batallón con el objetivo de realizar la confección de los equipos para los militares.
Por tanto, adquirió más de 30.000 hebillas suelta rápido, que se usan para unir las correas de las maletas, por las cuales habría pagado la unidad entre 10.476 y 11.911 pesos; las cotizaciones en el mercado militar arrojaron que se consiguen entre 438 y 512 pesos. Por las más de 30.000 hebillas, el Ejército habría pagado alrededor de 400 millones de pesos. Dichas cuentas escandalosas superan 21 veces su valor en el mercado.
Este caso llegó a la Fiscalía General de la Nación bajo los radicados 531, 490 y 472, en los que se alerta a la autoridad judicial sobre los sobrecostos exagerados e inexplicables de los tres contratos, por lo que se pide que se investigue si existe una posible irregularidad.
Ejército responde
SEMANA consultó con el Ejército sobre esta polémica contratación. Respondió que el proceso se ajustó a la ley vigente y el comité técnico dio el aval para adjudicar los millonarios contratos.
“Se señala que los valores de referencia fueron producto de un análisis económico, previa cotización de empresas que dentro de su objeto social tienen el suministro de los bienes requeridos por las unidades, siempre salvaguardando los principios de la contratación estatal y dando aplicación a las guías de Colombia Compra Eficiente, en relación con análisis de sector y estudios de mercado, razón por la cual los precios están ajustados al mercado”, señala la respuesta.
Respecto a casos puntuales como el de la tela poliéster, explicó la institución militar que para esta compra se tuvo en cuenta la cotización de los contratistas que se postularon y ganó la empresa Milfort, pues fue la única que cumplió con todos los parámetros.
El Ejército reconoció que para el ítem de la tela poliéster no había precios históricos actualizados y, por eso, se tomaron como referencia las cotizaciones de los contratistas. Milfort fue la que entregó la de menor valor. “Para ítems que no presentan valor histórico actualizado y con porcentaje de dispersión menor o igual al 30 por ciento, se dará como precio de referencia el menor valor”, señaló el Ejército.
SEMANA también contactó a la empresa Milfort y sus voceros indicaron que “como es bien sabido en la normatividad relacionada con la contratación pública, las entidades realizan estudios previos y estudios del sector, los cuales arrojan el valor máximo que pueden ofertar los interesados en los procesos, razón por la cual nosotros ofertamos los precios estipulados por la entidad pública sin excedernos del límite”.