Justicia
Traición, robos, chats y delaciones. La historia desconocida de la corrupción en la UNGRD que golpea al Gobierno y al Congreso
El principal testigo del escándalo de corrupción en la UNGRD, Sneyder Pinilla, aseguró que Olmedo López, su exjefe, cumplía órdenes y que quienes lo critican “tienen miedo” de sus declaraciones.
Después de varias horas de reunión en la Fiscalía, donde busca un principio de oportunidad con inmunidad total, Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), habló con SEMANA acerca del escándalo de corrupción que golpea al Gobierno Petro y al Congreso, y del cual es testigo estrella.
Pinilla entregó detalles de lo que denominó el “concierto para delinquir” en el que él y su exjefe, Olmedo López, el exdirector de la UNGRD, se convirtieron en protagonistas. Afirmó que López cumplía órdenes de alguien más, recibía órdenes de arriba.
“Él me daba las órdenes y yo las cumplía. Yo todo lo que hacía era por orden de él… Nunca le pregunté por qué motivo, él simplemente daba las órdenes y yo las cumplía”, dijo Pinilla, mientras contó que le pareció confuso el acto de perdón público de López al presidente Gustavo Petro.
Pinilla dijo que no entendió la extraña iniciativa de su exjefe, pero aclaró que sus casos son separados y cada quien “responde por su pellejo”. Por su lado, advirtió que mantiene su intención de colaborar con la justicia y de contar toda la verdad. Dijo que irá “hasta el final”. “Yo no voy a echarme culpas que no son mías, voy hasta el final con la ayuda de Dios”, dijo el exfuncionario en entrevista con SEMANA, al asegurar que López cumplía órdenes de alguien más, no era una rueda suelta, “no se mandaba solo” en la UNGRD.
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Pinilla lanzó una dura sentencia y dijo que lo que hasta el momento le ha contado al país es apenas una “untadita” de lo que tiene por destapar. La información es más grande, pero todo depende de la aprobación del principio de oportunidad, de garantizar su seguridad y la de su familia. Dijo que está comprometido con reparar al Estado.
“Yo hablaré de lo que sé y de las órdenes que me daba, en algunas sé para qué eran, pero eso lo tendrá que responder (Olmedo), porque él era el determinador, él era quien me daba la orden y yo la cumplía”, dijo Pinilla.
El enredo en la Fiscalía
Aunque la investigación, dicho por la misma Fiscalía, arrancó en febrero de 2024, fue hasta mayo que los dos principales implicados y ahora testigos fueron al ente acusador. Esto ante el escándalo que se armó luego de que Pinilla contara en SEMANA, en la madrugada del jueves 2 de mayo, detalles sobre cómo funcionaba la corrupción en la UNGRD, y cómo se había hecho la entrega de 4.000 millones de pesos. Según dijo, fueron repartidos de la siguiente manera: 3.000 millones de pesos para el presidente del Senado, Iván Name, y otros 1.000 millones para el presidente de la Cámara, Andrés Calle.
En la dirección contra la corrupción, una fiscal con amplia experiencia, que llevó a la cárcel a los responsables del escándalo de Centro Poblados, asumió la investigación, y tenía listas las capturas de Olmedo López y Sneyder Pinilla. Sin embargo, fueron ellos quienes se adelantaron con un detalle que tenían como muro de contención para evitar la cárcel: la vinculación de congresistas y altos funcionarios del Gobierno Petro.
Fue en SEMANA donde Pinilla lanzó una bomba que estalló mientras la Fiscalía se tomaba un tiempo para definir una ruta de investigación, y no pasaba nada pese a que todo el país hablaba de los carrotanques. Lo que dijo el exsubdirector de la UNGRD no lo conocía el ente acusador: congresistas, ministros, alcaldes, funcionarios de Gobierno, todos habrían participado en una misma cloaca de corrupción.
Dos días después de las declaraciones de Pinilla, todos los entes de control les metieron el acelerador a los procesos, y en la Fiscalía reasignaron la investigación. Una fiscal delegada ante la Corte Suprema de Justicia asumió la responsabilidad de establecer que lo dicho por López y Pinilla en SEMANA es verdad.
Lo primero que hicieron desde la Fiscalía fue cumplir el compromiso para abrir un proceso de colaboración. Los dos exfuncionarios fueron incluidos en el programa de protección a testigos. Les asignaron esquemas de seguridad y tuvieron la oportunidad de pedir perdón. Pinilla lo hizo por su familia, y López, por el presidente Petro.
Un día después, López estaba en el búnker de la Fiscalía con escoltas y abogados. Explicó cuál es la oferta de colaboración que tiene en medio de este escándalo. Qué tanto sabe, qué necesita la Fiscalía y con qué evidencias cuenta.
En la reunión se vio a otro López, distinto del político elocuente, firme y certero. Ahora es un hombre atemorizado, que se demora en responder, con dudas y preocupado por cada frase que expresa. Habló de la contundente información que tiene en sus manos, la que recuerda y de los hechos corruptos que pudrieron la filosofía del “cambio” propuesta por su mentor político y la promesa de campaña: luchar contra la corrupción.
El siguiente fue Pinilla, repitió la misma escena en la Fiscalía. Ingresó con sus escoltas por la puerta grande, la misma que usan la fiscal y los funcionarios de alto nivel en el ente acusador. Luego fue a un sótano y derecho a la sala de juntas en el edificio H.
El exsubdirector de la UNGRD estaba más tranquilo. Con la contundencia de quien sabe lo que tiene, fue claro y directo. Es la “garganta profunda”, el responsable y testigo. Tiene las pruebas, los documentos, las conversaciones, los audios, todo para demostrar que no estaba solo en esta maraña corrupta y está listo para hablar.
Pinilla aseguró que su declaración tiene un listado de nombres y cargos. Invitó a la Corte Suprema a escucharlo para entregar sus pruebas. Está convencido de no caer solo, que todos los implicados deben responderles al país, a los electores y a las comunidades que en La Guajira esperan la promesa del Gobierno.
“No puede ser que solamente yo, que soy un eslabón de la cadena, caiga en este acto de corrupción y en este concierto para delinquir que hice como tal, cuando era funcionario de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo”, explicó Pinilla al terminar su reunión con la Fiscalía.
Luego del acercamiento de los dos protagonistas, del menú de declaraciones y pruebas que esperan entregar, el ente acusador tendrá que estudiar la posibilidad de otorgar un principio de oportunidad, de convertir a los dos responsables del escándalo de corrupción en testigos.