Urgente: la Fiscalía hace un nuevo llamado a juicio contra el exparamilitar ‘Jorge 40′ por traficar droga durante su desmovilización. Este es el expediente

“Somos unos tigres en calidad”, era la inscripción que estaba junto al dibujo de un tigre impreso en las panelas de cocaína prensada que fueron incautadas en 2005 por la Policía en un contenedor, de acuerdo con la Fiscalía, movidas y traficadas por Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, justamente cuando ya se había desmovilizado de los paramilitares.

Pasaron más de 15 años y el proceso por narcotráfico contra Jorge 40 se quedó empolvado en los anaqueles de la Fiscalía. Hasta 2021, cuando, tras una revisión, los fiscales tomaron la determinación de activarlo y analizar el material de prueba que estaba en el expediente, pero también adelantaron algunos actos de investigación que permitieron llegar a una conclusión: alias Jorge 40 usó su desmovilización para seguir traficando droga.

“Por lo tanto, esto sí podría tomarse como un antecedente y guardaría una relación con el hecho investigado referente a la materialidad ocurrida para el 10 diciembre de 2005, enmarcada en una incautación de quince paquetes de estupefaciente que dieron positivo para cocaína”, explicó la Fiscalía en la acusación contra el extraditado exjefe paramilitar.

El ente acusador llegó a la conclusión jurídica que dejó a Jorge 40 en una escena criminal bajo su mando. La cocaína incautada estaba en una zona de dominio del Bloque Norte de las Autodefensas, en el departamento del Atlántico y, para ese momento, ninguna actividad criminal se adelantaba sin la vigilancia o autorización de ese grupo criminal.

“Por consiguiente, respecto de la participación de Jorge 40, se debe detener este despacho en analizar su rol como cabecilla de la organización dada la fecha del ilícito que presuntamente fue cometido para noviembre de 2005, cuando seguía como comandante del Bloque Norte”, dice el documento que conoció SEMANA y que advierte la participación de Jorge 40 en los hechos que son investigados.

A Jorge 40 le fue mal con la justicia, porque mintió. Fue excluido de Justicia y Paz, lo extraditaron a Estados Unidos, regresó y le recordaron las condenas que tenía en su contra. Le apostó a la Justicia Especial de Paz y lo rechazaron, algunas fuentes indicaron que buscaría, como Salvatore Mancuso, convertirse en gestor de paz, pero con esta decisión de la Fiscalía básicamente se sepulta esa posibilidad.

El exparamilitar hizo duras revelaciones para las víctimas del conflicto, al parecer, con la intención de conseguir un tiquete para la JEP. Incluso, en una indagatoria, reconoció el crimen del profesor de la Universidad del Magdalena Roque Morelli Zárate, en hechos ocurridos en septiembre de 2002, a manos del Bloque Norte de las Autodefensas.

“Quiero hacer claridad que las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá no ejercíamos ninguna oposición política en contra del profesorado regional o nacional. Cosa distinta, como decía nuestro comandante Carlos Castaño, dábamos de baja a guerrilleros fuera de combate, sin importar el uniforme que vistiera para infiltrarse y avanzar en sus luchas guerrilleras”, dijo el exjefe paramilitar, dos décadas después del crimen.

La acusación de la Fiscalía en esta oportunidad suma un problema mayor para alias Jorge 40, a quien recientemente el ente acusador le adelantó un operativo de extinción de dominio para ocupar las propiedades que el expara acumuló y que, al parecer, dejó a nombre de sus familiares. Bastante complicado resultó el camino del exnarco en Colombia, luego de pagar una condena en Estados Unidos.

“De todo lo anterior, se puede inferir, con grado de certeza, que para la fecha de los hechos, Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, actuó con conocimiento y dominio del hecho y no pudo ser otra persona la que ordenó la ejecución de la actividad relacionada con el envío de sustancia estupefaciente por la cual fue vinculado”, señaló la Fiscalía al resolver la situación jurídica que abre las puertas a un juicio.

Curiosamente, el principal testigo contra Jorge 40 resultó ser el hombre que tenía de confianza y a quien le delegó la responsabilidad de liderar un frente en el Bloque Norte de las AUC. Édgar Ignacio Fierro, alias Don Antonio, fue capturado y en ese operativo fueron incautados los computadores con la información, los detalles de sus actividades criminales, incluso las que se convirtieron en el argumento de esta acusación.

“Se obtuvo información relacionada con encuentros entre políticos locales y su jefe ‘Jorge 40’, así como información sobre más homicidios cometidos en el Atlántico. De igual manera, se halló información relativa al evento de la sustancia por la cual aceptó cargos el 16 de septiembre de 2008”, señaló el ente acusador en el documento conocido por SEMANA.

Para completar la acusación, la Fiscalía usó un evento particular y que nuevamente incluyó a alias Don Antonio. El entonces paramilitar le reconoció a la Fiscalía ser el responsable del tráfico de estupefacientes en la zona de injerencia del Bloque Norte y en particular del cargamento de cocaína prensada con el tigre como estampa. Esa confesión, por defecto, arropó a alias Jorge 40.

“Sin lugar a dudas, la relación existente entre el frente que dirigía Flórez Fierro y Jorge 40, como comandante del Bloque Norte, demuestra que había niveles jerárquicos en esta estructura o grupo organizado de poder al margen de la ley. Se demuestra que la organización contaba con subalternos encargados de los manejos de las actividades ilícitas de las comisiones del frente que operaban en esa región”, señala la acusación de 83 páginas.

La defensa de alias Jorge 40 insistió, para desbaratar los argumentos de la Fiscalía, en que su cliente no podía tener conocimiento de los hechos materia de investigación, pues ni entregó órdenes a los frentes y mucho menos tuvo una participación directa. Además, aseguró que la organización no tenía entre su actuar delictivo hechos relacionados con narcotráfico.

“Para comenzar, esta Fiscalía debe hacer una precisión frente a lo dicho por la defensa y ello tiene que ver en la conjetura frente a los requisitos de la autoría mediata tratados en la situación jurídica en relación con la participación en el delito investigado”, explicó la Fiscalía para insistir en la responsabilidad de Jorge 40 en las actividades de narcotráfico y con el cargamento incautado.

Con la acusación, los líos judiciales para alias Jorge 40 se extienden en el tiempo. Tiene una medida de aseguramiento y la Fiscalía está convencida de la responsabilidad en los delitos de tráfico de estupefacientes agravado y concierto para delinquir con fines de narcotráfico. La etapa siguiente los llevará a un juicio en el que el ente acusador pedirá una nueva condena contra el expara.