Judicial

Uribe arremete contra oenegés que documentaron informe de falsos positivos de la JEP

Para el exmandatario, esta información es sesgada porque está marcada por organizaciones con orientación política y enemigas declaradas de su gobierno.

19 de febrero de 2021
| Foto: Semana/ Guillermo Torres

Con el argumento de que la información que recibió la JEP para documentar el Caso 003 de falsos positivos tiene como origen oenegés que eran declaradas enemigas de su gobierno, el expresidente Álvaro Uribe rechazó la cifra de 6.402 homicidios cometidos por miembros de la fuerza pública y presentó cifras de los logros de su política de seguridad democrática.

Asegura Uribe que si las Fuerzas Armadas de Colombia hubieran sido asesinas de inocentes no se habrían obtenido buenos resultados en reducción de delitos como secuestro, que pasó de 2.882 casos en 2002, cuando inició su Gobierno, a 282 en 2018, al finalizar su periodo, dejando claro que ya no se realizaban secuestros políticos, sino que eran solo con finalidad de extorsión.

En el inventario que presentó Uribe se refiere también a homicidios que pasaron, en el mismo periodo, de 28.837 casos a 15.817. Asesinatos de sindicalistas de 190 casos a 15, y de periodistas pasó de 190 casos a 15.

Frente a las condenas por homicidios a profesores y sindicalistas, presentó cifras con las que planteó la lucha contra la impunidad por esos delitos: pasó una sola condena en 2002 a un acumulado para 2010 de 200 asesinos condenados.

Sobre las masacres, que han regresado al país pese a la firma del acuerdo de paz con las FARC, señaló que en su mandato paso de 115 al inicio de su mandato a 10 al dejar la Presidencia en 2010.

El exmandatario también pasó revista por las ONG que considera sesgadas en los informes que presentaron a la JEP: el Comité de Solidaridad de Presos Políticos a las que señala comprar falsos testimonios. La Corporación Jurídica Yira Castro, la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Comisión Colombiana de Juristas.

Para Uribe, “este nuevo atropello de la JEP solo busca desacreditarlo. Nunca he eludido la justicia, que cuando se trata de mi persona muchos la presionan o la sustituyen cuando menos sembrando suspicacias”.

En su carta de respuesta a la JEP y las ONG contradictoras de sus políticas, Uribe se refirió a los dos casos emblemáticos de los falsos positivos: las muertes de civiles en Ocaña y los falsos positivos de Soacha, que tienen como sus representantes a las madres de Soacha.

Sobre lo sucedido en Ocaña, Norte de Santander, dijo que “en una ocasión me reuní con un capitán del Ejército, testigo protegido, en la sede de Naciones Unidas en Bogotá. Al salir, revelé al país su versión de que en la Brigada de Ocaña habían asesinado inocentes para proteger a narcotraficantes y pretender demostrar que sí perseguían al narcotráfico; los responsables están presos”.

Sobre las madres de Soacha, que hoy mantienen críticas contra el gobierno Uribe y consideran que no han conocido la verdad y no han sido reparadas, Uribe dijo: “Me reuní con las madres de Soacha, dije al país lo que les escuché, afirmé que nada justifica el asesinato. Un grupo de madres de Soacha, diferentes a quienes acudieron a la Presidencia, me denunció hace poco ante la Corte Suprema en razón de que en redes repetí lo que había dicho como presidente. Acepté retirar lo dicho en conciliación en la Corte por respeto al dolor de las madres”.

Uribe sostiene que la política de seguridad democrática fue un éxito y que sí acosaba por resultados a la fuerza pública, pero que eso era lo que requería el país para garantizar la seguridad de los colombianos. “La inacción me habría evitado la acusación, pero el terrorismo se habría acercado a la toma del poder”.