LÍNEA CIUDADANA

La Carrera de la Séptima, entre el bien y el mal

El Distrito ve la peatonalización de la Séptima como una medida para generar un impacto significativo sobre las condiciones de acceso al espacio público, sin embargo falta concertar estrategias con los gremios del sector para que la medida sea un éxito.

Línea Ciudadana
31 de agosto de 2012
La peatonalización del tramo de la Séptima fue un hecho el 25 de febrero, ahora se espera que la medida se extienda hasta la Plaza de Bolívar. | Foto: Clarybell Moncada

Alrededor de seis o siete minutos dura el recorrido a pie de las cuadras comprendidas entre las calles 19 y 24 con carrera séptima. Aproximadamente 800 establecimientos comerciales existen en la zona, que generan 4.000 empleos entre directos e indirectos. Diez mil peatones transitan por el lugar a diario. Y en hora pico son 40 minutos lo que tienen que esperar los conductores para salir de la zona centro utilizando vías alternas.

La idea de peatonalizar la carrera séptima, que surgió de la administración Distrital a principios de este año con el objetivo de priorizar la seguridad de los peatones mientras se demolía el puente de la Calle 26, resultó un hecho el 25 de febrero y se ha prolongado hasta hoy, seis meses después, y con planes de que la medida se instrumente hasta la Plaza de Bolívar, lo que implica la peatonalización de ocho cuadras más.

Esta medida dejó como vías alternas de acceso al centro las carreras tercera, novena y décima y la calle 19, donde se desvían alrededor de 2.000 vehículos, según datos de la Alcaldía. Ante esto hay que tener en cuenta que: ni la carrera décima está lista, pues la III fase de TransMilenio no está en funcionamiento y que sin contar con zonas de parqueo o bahías, las zonas de carga y descarga para los comercios están congestionando estas vías aledañas creadas, en un principio, para un tránsito vehicular liviano y que ahora se venafectadas por el peso del tráfico que han tenido que soportar por estos meses.

Comercio formal vs. comercio informal

Desde cuando se dio inicio a la medida de peatonalización se ha desatado la polémica sobre si es buena o mala decisión, lo que deja claro que para la administración Distrital cuenta principalmente como una gran oportunidad de renovación urbana y ciudadana, sin embargo el panorama para otros sectores no es tan deslumbrante.

Y es que tal parece que son los comerciantes quienes siempre llevan las de perder en cuanto a cambios de movilidad urbana se refiere. En la pasada administración, liderada por el exalcalde Luis Eduardo Garzón, se instrumentó el llamado “Septimazo”, una medida que fue apoyada principalmente por los comerciantes pero que dejó una mala sensación puesto que “la medida se convirtió en un fracaso en aspectos de espacio público, donde los vendedores ambulantes se tomaron la vía vendiendo artículos de piratería”, explica Juan Esteban Orrego, director de Fenalco.

Y es que precisamente es importante señalar la constante lucha a la que se enfrentan los comerciantes formales con los comerciantes informales: cuando un comerciante tiene su local, tiene obligaciones con mayores costos que quien esparce un tendido en el andén y exhibe sus productos. El primero paga impuestos, arriendo y empleados, por lo que debe contar con una entrada fija mensual para pagarlos y así mismo poder obtener ganancias. Por esto el llamado “Septimazo” se vino en contra del gremio y ahora se notan tan escépticos ante la peatonalización.

Lo que dice el gremio de los comerciantes

La última encuesta realizada por Fenalco a finales del mes de julio deja ver con gran preocupación la respuesta que han tenido los comerciantes de la zona pasados cinco meses de la peatonalización, donde las ventas no han repuntado y se ve con gran preocupación el incremento de vendedores informales, la llegada de indigentes a la zona, la inseguridad especialmente después de las 6:00 p. m. y el caos en la movilidad.

Para el 90% de los comerciantes encuestados, las ventas han disminuido y el número de visitantes a sus establecimientos no ha incrementado, entre ellos se encuentran almacenes de cadena como el Éxito y establecimientos de comida como McDonalds y El Rodeo, quienes también se encuentran inquietos por la peatonalización del sector.

Parte de este gran porcentaje es integrado por Adriana Álvarez, dueña de un establecimiento comercial de la zona, quien anota que sus ventas han disminuido en 70% ya que, según ella, “la gente ya no pasa por aquí como antes porque no hay transporte que lo espere saliendo del local, sino que se tiene que dirigir hasta muy lejos para abordar bus o taxi”; de igual forma Nubia Gómez, otra comerciante de la zona, explica que muchos de sus clientes eran extranjeros a los que llevaban y recogían dejándolos en el andén al frente de su establecimiento, “ahora ya casi no vienen porque les da miedo y no caminan confiados”, señala.

Para Orrego esto se debe a que las situaciones de movilidad y seguridad de la zona sean preocupantes, “son piruetas las que tiene que hacer la gente para salir del centro y esto le resta a que la gente que va por la carrera séptima vea la zona como lugar de disfrute y de eje comercial, además de que la zona se vuelve muy peligrosa después de las 6 de la tarde”, y deja claro que para poder que la zona se convierta en un bulevar de comercio es necesario priorizar en los demás factores para así garantizar un buen uso de la peatonalización.

En cuanto al tema de los vendedores informales, el 26% de los encuestados afirma que disminuyó la presencia de estos en la zona, pero son quienes ahora se han venido desplazado entre las calles 18 y 11 sobre la misma carrera séptima y a la calle 19 y en el Eje Ambiental.

En cuanto a aspectos como seguridad de la zona, el 70% de los comerciantes considera que es más insegura en la noche y que sólo el 6% está dispuesto a cerrar su establecimiento a una hora más tarde, entre ellos se encuentra VideoPlay, un local de juegos de máquinas para jóvenes donde, según Antonio Perdomo, empleado del lugar, la presencia de clientes en su establecimiento sí ha aumentado desde la peatonalización de la zona y está cerrando a las 9 de la noche.

El alcalde local de La Candelaria, Edilberto Guerrero, recalca, por su parte, que esta medida es más que beneficiosa para la ciudad, en especial para el sector de La Candelaria, que se cuenta como un lugar turístico y universitario. En cuanto al resultado de las encuestas, Guerrero anota que tal vez los colombianos sean muy conservadores al cambio, pero ante una decisión ya tomada por el alcalde mayor es deber de los ciudadanos tomarse el territorio y proponer para acabar con la crítica y está convencido de que para que este tipo de proyectos funcione es necesaria una alianza entre ciudad, administración y ciudadanía.

El gremio de los artistas

Además de ser conocida como un sector comercial, la carrera séptima también se conoce por la presencia de artistas callejeros, entre ellos los pintores que se ubican en la calle 21. Para ellos el tema de la peatonalización también ha traído sus pro y sus contra.

Alberto Jiménez, representante legal de los pintores, destaca los beneficios ambientales que ha traído la medida, puesto que la poluciónha disminuido, lo mismo que la contaminación auditiva, “nosotros estamos acá sentados todo el día y es bueno sentir que uno respira un aire más limpio y que no se escuchan tantos pitos”, sin embargo anota que sus ventas sí ha disminuido, pues, como dice él, “una pintura puede costar entre 60.000 y 80.000 pesos y generalmente la gente que va caminando no lleva consigo esa plata, mientras que antes la gente se bajaba en los carros y pedía una pintura”.

Así es como se demuestra que uno de los aspectos que más se rescata de la medida de peatonalización sea, como bien lo dice Jiménez, los mejoramientos de las condiciones ambientales, entre ellos la disminución del ruido, que según estudio de la Secretaría Distrital de Ambiente el ruido entre las calles 19 y 26 cayó entre 6,5 y 10 decibeles equivalentes al 9% y 14% en dicha zona que antes había superado los niveles tolerables según las normas ambientales.

Sin embargo este gremio también señala la falta de seguridad en la zona y pide a la Alcaldía poner más control a esto. Y es que para lograr un cubrimiento ideal de seguridad en la zona y que las estrategias de los cuadrantes funcionen, es necesario doblar el número de policías que operan en las localidades pertenecientes al sector.

También es importante recalcar lo que este gremio agradece a la administración y es que por primera vez el alcalde mayor realizó una visita donde se habló de formalizar una corporación de artistas urbanos “Arte por Colombia” donde se propone, además, dictar clases de arte a otros sectores vulnerables y borrar la imagen estigmatizada que se tiene con el gremio de artistas callejeros. “Por nosotros la peatonalización de la séptima puede continuar para así hacer conciencia ante todos de que la cultura se esparce por este corredor”, finaliza Jiménez.

Lo que se espera de la séptima

Y es que para que la peatonalización de la séptima sea una medida de beneficios múltiples y que la Bogotá de ahora se pueda parecer a la calle de Río Branco en Río de Janeiro, Villahermosa en México o hasta Times Square en Nueva York, se debe contribuir a la construcción de estrategias donde se potencialicen las oportunidades que trae el tipo de aprovechamiento del espacio en colectivo. El cambio no es sólo un aspecto físico, sino también un proceso de aceptación por parte de la gente para el buen aprovechamiento de estos espacios.

Por su parte, Juan Pablo Bocarejo, director del grupo de estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional SUR de la Universidad de los Andes, piensa que la idea de peatonalizar una vía tan importante como la carrera séptima requiere de un plan muy serio que considere aspectos urbanísticos, espacio público, comercio y movilidad; “si el objetivo es generar un espacio de alta calidad y seguridad que sirva de sitio de encuentro y lúdico para los bogotanos se debe trabajar de forma interdisciplinaria”. Los aspectos generales que se deben tomar en cuenta al realizar una obra como esta:

- Estrategia de acceso al centro con estacionamientos disuasorios. 

- Plan de manejo de tránsito que minimice los impactos sobre vías aledañas y el sistema de transporte del centro, habiendo mediciones periódicas que den cuenta de estos impactos.

- Considerar un plan muy fuerte de control de vendedores ambulantes e invasión de espacio público si se quiere realmente beneficiar a los negocios formales y crear así un diseño innovador, que no tiene que ser muy costoso.

Hasta ahora la peatonalización de la carrera séptima se tuvo que aplazar para el 15 de septiembre, luego de que Orrego, director de Fenalco, se reunió con el alcalde mayor de Bogotá a fin de conformar una mesa de trabajo organizada y concertada con residentes y comerciantes de la zona que tendrá lugar el 7 de septiembre, donde se espera diseñar el plan de peatonalización teniendo en cuenta la problemática manifestada por el gremio.

“La complejidad y la pluralidad del espacio público urbano exige una visión integral. En efecto, el campo de acción y reflexión en la materia debería ser, como todo lo relacionado con lo urbano, multidimensional e interdisciplinario”, Ricardo Montezuma, Presente y futuro de la movilidad en Bogotá: retos y realidades.

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