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Liberland es un país al que ninguna nación del mundo reconoce
Polémica en Manizales por los convenios anunciados entre la Alcaldía y Liberland | Foto: Pantallazo video Alcaldía de Manizales

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Alcalde de Manizales admite errores en el bochornoso caso del convenio con Liberland. Aclara que no se invirtieron recursos públicos

Catalogó el hecho como lamentable por todo lo que sucedió después, aunque deja claro que la única pretensión era que los ciudadanos de Manizales pudieran aprender inglés.

16 de noviembre de 2022

Durante su intervención en el programa Pregunta Yamid del Canal Uno, el alcalde de Manizales Carlos Mario Marín Correa, calificó como una cadena de hechos desafortunados lo sucedido recientemente en el acuerdo suscrito con Liberland. Explicó que todo fue producto de la prisa que les jugó una mala pasada; ya que en la agenda de un mandatario se tienen 10 o 15 reuniones al día.

“A mí me llamó el secretario de TIC y Competitividad, Juan Felipe Jaramillo, y me dijo que se había avanzado en la construcción de un acuerdo con Liberland para formar a 5.000 jóvenes en inglés para el empleo. Al señor Thompson lo conocí en el momento de la grabación y me mostró lo que ha venido haciendo en otras ciudades; así como las fotos con el gobernador de Risaralda, el alcalde de Pereira y también el de Pensilvania, Caldas, además de todos los papeles firmados. Sinceramente no le vi mayor pecado” aseguró.

Catalogó el hecho como lamentable por todo lo que sucedió después, aunque deja claro que la única pretensión era que los ciudadanos de Manizales pudieran aprender inglés para que estén más capacitados y así se logren mejores cifras de reactivación económica, pero que no se hizo ningún reconocimiento diplomático a nadie ni a estado alguno; y que jamás se invirtieron recursos públicos en el citado convenio.

Destacó que Manizales ocupaba hace unos años el puesto 18 en materia de empleo pero que ahora es segunda a nivel nacional de acuerdo a las cifras del DANE, gracias a las estrategias de ejecución de obra pública y a la transparencia en la contratación con pluralidad de oferentes.

Este es un hecho desafortunado en el que no podemos volver a caer. Le dije al equipo de gobierno que debemos tener más cuidado porque imagínese que hubiéramos firmado un papel que nos metiera en líos legales” precisó.

Acerca de lo manifestado por el concejal de Manizales, Christian Pérez Holguín, sobre las posibles violaciones al régimen disciplinario de servidor público en las que incurrió el alcalde Carlos Mario Marín; y la denuncia que instauró ante la Procuraduría General de la Nación, precisó que no se hizo el reconocimiento diplomático de Liberland y que tampoco hubo inversión de recursos, por lo que el organismo de control debería cerrar el capítulo sin hacer una mayor profundización.

La polémica empezó hace pocos días en la ciudad cuando la Alcaldía presentó en sus redes sociales el convenio con Randy Thompson, ciudadano de Liberland, para que 5.000 de sus habitantes aprendieran inglés de manera gratuita con clases virtuales 8 horas a la semana para obtener la certificación del Liberland Learning Institute.

Lo discutible obviamente no es la intención del convenio sino la naturaleza del territorio con el que se hizo; ya que Liberland es un espacio de 7 kilómetros cuadrados de extensión que está localizado en la frontera entre Croacia y Serbia, el cual se creó por los desencuentros entre estas dos naciones tras la desintegración de la antigua Yugoslavia en la década de los 90, ya que ninguna de las dos pujó por adueñarse de este territorio.

Ante esa situación, el político, publicista y activista de origen checo, Vit Jêdlitcka, decidió fundar su propio país al que llamó Liberland, el 13 de abril de 2015; el cual no cuenta con el reconocimiento de ningún organismo o nación en el mundo, ni tampoco obviamente de Colombia.

De hecho este país, que podría considerarse como imaginario; fue fundado por Vit Jêdlitcka, su novia y un amigo de la infancia al clavar una bandera en esta tierra de nadie a la que no se puede acceder porque las autoridades de Serbia, Croacia ni la vecina Hungría lo permiten; por lo que lógicamente no hay casas en su interior, personas ni nada que se parezca.