Caldas

Caldas bajo el agua: tres personas fallecidas y más dos mil familias afectadas

Entre las víctimas mortales hay dos menores de edad del resguardo indígena de San Lorenzo, en el municipio de Riosucio.

5 de septiembre de 2022
Afectaciones por lluvias en el municipio de Supía, Caldas.
Afectaciones por lluvias en el municipio de Supía, Caldas. | Foto: Cortesía: Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres.

Las fuertes precipitaciones que se desprendieron durante este fin de semana en el departamento de Caldas causaron estragos en los municipios de Supía y Riosucio. De acuerdo con el último informe emitido por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, tres personas perdieron la vida en medio de los eventos naturales.

La creciente del río Supía y la quebrada Rapao generaron una avenida torrencial que afectó a 15 barrios de la zona urbana de esta población del noroccidente de la región. En consecuencia, una adulta mayor fue arrastrada por la corriente mientras trataba de evacuar a su familia. Ella fue encontrada en la madrugada del domingo 4 de agosto.

Los vecinos del sector describieron que, tras varias horas de búsqueda por parte de los organismos de socorro, el cadáver de la víctima fue hallado a un pie del caudal mientras su mascota la custodiaba. Mientras eso ocurría en ese sector, en el otro lado del pueblo empezaban las labores para atender a las más de 800 familias que se vieron afectadas.

En imágenes registradas por los habitantes de la zona se observa la dimensión de la emergencia que encendió las alarmas en el todo el país: el agua se salió de los caudales por la insistencia de las lluvias e inundó varias calles de la cabecera municipal de Supía. La fuerza de la corriente corrió por los ejes viales mientras las personas se ponían a salvo.

La Gobernación de Caldas informó que, contrario a las especulaciones que corrieron en medio de la incertidumbre por la avenida torrencial, no hubo escenarios que pudieran arrasar con el pueblo. Aunque lo claro es que la probabilidad de crecientes súbitas se mantiene a razón de las lluvias de la segunda temporada apenas inician.

En ese sentido, la administración resolvió decretar la calamidad pública con el fin de abrir la cartera de recursos para mitigar los riesgos visibles. En medio de esta gestión, también se elevó una petición al Ministerio de Educación para que evalúe la posibilidad de reagendar las pruebas Saber 11 que no se pudieron realizar por la inundación.

El alcalde de Riosucio firmó otro decreto que considera la misma situación de Supía: la necesidad de la flexibilidad jurídica que otorga la calamidad pública para gestionar acciones rápidas por medio de los recursos del municipio, justificada en los estragos que dejó en la zona rural la descarga de lluvias entre el sábado y domingo.

Las corrientes que cruzan por el resguardo indígena de San Lorenzo sorprendieron a las 15 familias que estaban durmiendo. En medio del desespero por la evacuación, dos menores de edad fallecieron: Andy Yahell Andica Gañán y Hally Alexandra Andica Gañán. Los padres de los niños se encuentran internados en un centro hospitalario de Manizales.

Ricardo Antonio Betancur, integrante de la comunidad indígena, relató que las ayudas humanitarias no han empezado a llegar porque apenas se está avanzando con la caracterización de las personas que resultaron afectadas por la creciente súbita. Aunque el temor sigue activo por las consecuencias de la naturaleza.

“Se necesita el censo de los damnificados y de todos los que hayan resultado afectados por la temporada de lluvias. Se necesita enseres y alimentos para las familias reubicadas. La comunidad y sus habitantes están en zozobra, con mucho miedo cuando empieza a llover en el territorio”, señaló el comunicador del resguardo de San Lorenzo.

Ahora bien, las acciones para atender a las familias afectadas están siendo liderado por el Gobierno nacional por medio de un puesto de mando unificado donde se suman los esfuerzos de la Fuerza Pública y la Gobernación de Caldas. Ellos también están esperando las conclusiones del censo para definir las inversiones sociales.