Nación
Cultura y tradición en el Carnaval de Riosucio, que empezó este 6 de enero en el occidente caldense
Se cumplió con la verbena popular en la Plaza de La Candelaria, la alborada infantil y el tradicional desfile de cuadrillas.
Después de cuatro años regresa el Carnaval de Riosucio, uno de los eventos que se ha convertido en patrimonio cultural de Colombia y que arrancó este viernes -6 de enero- con varias actividades como el alegre despertar, en el que una gran multitud recorrió las calles de este municipio al occidente de Caldas. También se cumplió la verbena popular en la Plaza de La Candelaria, la alborada infantil y el tradicional desfile de cuadrillas.
A las 7:00 de esta noche se hará la imposición del cordón del carnaval, que es una condecoración otorgada por la corporación encargada de organizar el certamen a los matachines Luis Calvo y Aracelly Agudelo, quienes han dedicado muchos años de su vida a la realización de esta particular festividad.
En la Plaza San Sebastián se tendrán varias presentaciones musicales desde las 8:30 de la noche, y a las 9:00 se iniciará la programación para el público juvenil en la Plaza La Candelaria. Como actividad complementaria, se llevará a cabo la primera ronda nacional de chirimías en el Proscenio de San Sebastián a las 11:00 de la noche, mientras que a las 2:30 de la madrugada se tendrá una verbena popular en la Plaza San Sebastián y una muestra de música electrónica en la Plaza La Candelaria.
Para este sábado -7 de enero- se tiene prevista la primera alborada a las 5:00 de la mañana, con multitud de personas y chirimías recorriendo las calles de la población desde la calle 8 con carrera 11 en la antigua escuela Antonio Nariño, sube por la calle 8 hasta la carrera 6 y gira por la calle 7 hasta la carrera 5 en la tarima de San Sebastián. Allí, se dará inicio ,a las 6:00 de la mañana, al conjuro del amanecer, mientras que a las 11:00 se podrá degustar de la comida típica riosuceña en la Plaza de Mercado.
Desde la 1:30 de la tarde se cumplirá con el desfile de entrada de las colonias y encuentro de paisanos, con un recorrido que empezará en la carrera 5 a la altura del coliseo municipal y finalizará en la Plaza de San Sebastián, con un homenaje a los riosuceños que habitan en otros lugares de Colombia o el mundo, y una muestra cultural.
Sobre las 7:00 de la noche está prevista la denominada ‘Entrada Triunfal de Su Majestad el Diablo’, que es una efigie de gran tamaño con elementos de la tradición judeocristiana y símbolos de las comunidades indígenas y raizales. Sus cuernos de toro representan la fortaleza del culto africano a la selva para vencer a la serpiente que lleva enroscada, mientras que los colmillos son de jaguar a manera de homenaje al sol. También lleva alas de murciélago para representar al demonio cristiano y en sus manos un calabazo con guarapo como tributo aborigen a la tierra.
Históricamente, Riosucio estaba dividido en las comunidades Nuestra Señora de la Montaña y Real de Minas de Quiebralomo en los siglos XVI y XVII, entre las cuales existía una gran rivalidad, que las llevaba a tener -incluso- su propio parque e iglesia cada una.
Ante tal grado de enemistad, los dos sacerdotes de estos pueblos, José Ramón Bueno y José Bonifacio Bonafont, decidieron reunirse en la Calle del Comercio para alcanzar acuerdos y fusionarse como una sola población, a la vez que les decían a los pobladores que quien no cumpliera con este pacto de armonía y paz sería castigado por el diablo.
Posteriormente, se organizó una fiesta en honor a los Reyes Magos y es por eso que el carnaval se realiza cada dos años desde el día 6 de enero. Fue desde 1915 cuando se optó por la figura del diablo como rey de la festividad, haciendo precisamente alusión a que es un demonio bueno por el contexto histórico de la celebración que sirvió para unir a dos comunidades enemigas.
Únicamente en tres ocasiones no se ha podido realizar el Carnaval de Riosucio desde 1911, con su particular tradición de hacerlo en año impar y cada dos años. La primera vez en 1920 por la pandemia de la gripe española, después en la década de los 40 por la violencia que azotaba al país, especialmente por diferencias políticas; y finalmente en 2021 como consecuencia de la pandemia por covid-19.