Nación
El polémico decreto de un alcalde en Tolima: prohibió escuchar música durante la Semana Santa
La medida estará vigente hasta la medianoche del próximo domingo, 9 de abril.
La administración municipal del Guamo, en el centro del Tolima, expidió un decreto que está dando de qué hablar. Se trata de la Resolución 030 del 27 de marzo de 2023 en la cual se establecen medidas temporales para la ocupación del espacio público y se dictan otras disposiciones en el marco de la Semana Santa.
Pues bien, la Alcaldía decidió limitar el sonido en las calles. De acuerdo con el decreto, desde este miércoles hasta la medianoche del domingo, 9 de abril, se restringe temporalmente el uso de radios, equipos de sonidos o cualquier otro medio que emita ruido al medioambiente.
La decisión ha despertado varios comentarios en las redes sociales. Mientras algunos cibernautas consideran que es apropiada, toda vez que se deben respetar los eventos religiosos, otros en cambio alegan que ese municipio es turístico y dicha determinación podría generar algún tipo de afectación.
En las nuevas disposiciones la Alcaldía también decidió:
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- Prohibir la permanencia de semovientes en los alrededores de los parques municipales y calles de la parte urbana.
- Prohibir el estacionamiento de vehículos en el contorno del parque Simón Bolívar desde el día jueves, 6 de abril a las 6:00 de la mañana, hasta la medianoche del sábado 9.
- Prohibir el porte y tenencia de arma blanca y objetos cortopunzantes o contundentes.
- Autorizar la ubicación de ventas estacionarias de artículos religiosos previo permiso de la Secretaría general y de Gobierno.
- Autorizar el cierre de la vía calle 11 entre carreras 11 y 10 de manera temporal del 6 al 9 de abril.
Sobre la Semana Santa
Desde el domingo, 2 de abril, se dio inicio a la celebración religiosa de la Semana Santa, conmemoración anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Esta celebración empieza con el tradicional Domingo de Ramos, en el que se recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, rodeado de una multitud de gente que lo alababa. Esta es la historia de la Semana Mayor.
Desde el siglo II, después de Cristo, se organizó la Semana Santa como la conmemoración del triduo sagrado: la pasión, la sepultura y la resurrección del Señor. El nuevo calendario litúrgico instituyó la Semana Santa, destinada a recordar la pasión de Cristo, a partir de su ingreso a Jerusalén. Para muchos, el Domingo de Resurrección es el día más importante de la Semana Santa, ya que es el día de la pascua, de la resurrección y de la vida cristiana.
Además, el Sábado Santo fue designado como el día del ayuno, con ausencia de celebraciones litúrgicas. Es el paso de la muerte a la vida, que es la pascua. En el siglo IV se le dio importancia al Viernes Santo, que está relacionado con la adoración de la santa cruz, el emblema del cristianismo, que resume en su figura la redención del mundo. Con el tiempo, se institucionalizó la procesión del viacrucis del Viernes Santo.
La última cena de Jesús con los doce discípulos aparece en el siglo V y, desde entonces, se celebra el Jueves Santo. Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles y les dijo: “Yo tenía gran deseo de comer esta pascua con vosotros antes de padecer. Porque os digo que ya no la volveré a comer hasta que sea la nueva y perfecta Pascua en el Reino de Dios, porque uno de vosotros me traicionará”. La afirmación de Jesús “uno de vosotros me traicionará”, causa consternación en los doce seguidores de Jesús. Al final Jesús realizó el lavatorio de los pies, acto cristiano que es una lección de humildad y servicio.
Por esa razón, el Jueves Santo se rememora la Institución de la Eucaristía en la celebración de los Santos Oficios. Por su parte, el Miércoles Santo marca el término de la primera parte de la Semana Santa, día en el que, según los textos, se reunió Judas Iscariote con el Sanedrín para condenar a Jesús.
El Martes Santo no varía tampoco mucho, recordándose el momento de Jesús y la traición de Judas, y el Lunes Santo se celebra en la Iglesia católica con una misa normal donde se proclama el pasaje de la Unción en Betania, en casa de Lázaro.