Los otros puentes caídos en Colombia que no le duelen a nadie: Chocó y Santander son las regiones más afectadas

La caída de los puentes Los Grillos, en el Casanare, y El Alambrado, en límites entre el Valle del Cauca y Quindío, desveló una problemática que se viene presentando en Colombia desde hace varios meses, pero que no había contado con el impacto mediático de estos dos sucesos.

En diferentes regiones de Colombia se han caído varios puentes de vías secundarias y terciarias; no obstante, su desplome ha pasado casi de agache. SEMANA presenta una radiografía de esas otras estructuras colapsadas –o a punto de colapsar– que están en el olvido. Por ejemplo, en el Chocó hay estructuras en Istmina, Medio San Juan, Nóvita, Río Iró y Sipí, que prácticamente penden de un hilo para venirse abajo.

La situación más dramática se vive en un tramo del Río Iró. En imágenes que circulan en las redes sociales se puede observar la plataforma sostenida con palos, mientras caminan personas y circulan vehículos particulares.

Hace 35 años está de pie: se levantó en 1988, cuando los habitantes se negaron a ir a las urnas, en el marco de las elecciones nacionales, hasta que no se instalara el puente. La administración local recibió la advertencia y cumplió con el pedido. Se anticipó que era una medida provisional y que veinte años después se instalaría uno fijo. Pasaron las dos décadas y desapareció la iniciativa. Ahora ningún funcionario aparece en el pueblo para recordar la anhelada promesa.

Pocos ciudadanos se atreven a recorrerlo. Otros, con menos terror, caminan sobre él. Los carros tienen prohibido rodar y la carga la pasan al hombro, situación que ha disparado considerablemente el valor de los productos, pero en la noche incumplen la norma.

Los caídos

El pasado 11 de abril, las fuertes lluvias que se presentaron en la provincia de García Rovira causaron el colapso de cuatro puentes, tanto peatonales como vehiculares, en esta zona del departamento de Santander. A la fecha solo ha sido reconstruido uno, se trata del puente ubicado en el sector de El Término, en la Troncal Central del Norte, que comunica a los departamentos de Santander, Norte de Santander y Boyacá; este puente militar fue donado por el comando de las fuerzas militares de Tolemaida.

Actualmente, más de dos mil campesinos de la zona rural de San Andrés, específicamente de las veredas Caracol, Ramada, Ciral, La Laguna de Ortices, Pangua y Santa Cruz, se encuentran incomunicados por la caída del puente que permitía el paso hacia la zona urbana.

Ante esta situación, la comunidad decidió unirse y construir un nuevo puente artesanal para reactivar la comunicación de las veredas; sin embargo, la construcción de inmediato fue rechazada por el secretario de Infraestructura de Santander, Jaime René Rodríguez: “El puente que construyó la comunidad no está avalado por la Gobernación de Santander, no teníamos conocimiento de esas acciones que demuestran un riesgo para las comunidades que están en esa zona, es decir, la transitabilidad está en riesgo y las acciones que ha hecho la comunidad no garantizan la seguridad de las personas”.

La Contraloría elaboró un informe donde detalla los atrasos en obras de varias de estas estructuras. Pasa el tiempo y no hay soluciones, mientras los puentes quebrados se siguen cayendo.