Nación
Plantón en Manizales para pedirle al alcalde Carlos Mario Marín que no inicie más obras. ¿A qué se debe esta solicitud?
Hace pocos días varias entidades emitieron un comunicado en el que señalaban los traumatismos que ha generado en los habitantes de Manizales la falta de planeación.
Continúan las muestras de desaprobación por parte de la ciudadanía para que el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín Correa, dé inicio a nuevos proyectos de infraestructura por la casi nula planificación que se ha notado en otras obras, las cuales acumulan hasta 6 prórrogas y siguen inconclusas, como el Bulevar de la calle 48, o han sido abandonadas por el contratista y quedaron detenidas durante varios meses como el intercambiador vial de Los Cedros.
Es tal el pánico que siente la comunidad ante la posibilidad de que el mandatario comience con otras obras, que por ello se realizará una marcha este jueves 9 de febrero desde las 9 a.m. para exigir que no se realice el bulevar que iría desde la calle 19, localizada en el centro de la ciudad, hasta la antigua terminal de transportes en la avenida Bernardo Arango.
La concentración terminará con un plantón en la Plazoleta de la Alcaldía y tiene como lema defender la carrera 19 de la improvisación de la actual administración municipal, a la que se suma la pregunta acerca de cuántos años se quedará la ciudad con una obra empezada, ya que esta implica la intervención de 10 cuadras en pleno centro de Manizales.
Para este planteamiento se pone como antecedente que para la construcción del Bulevar de la calle 48, que es de apenas 2 cuadras, ya se llevan 16 meses y hay enormes dudas acerca de los sobrecostos o los reajustes que pidió la interventoría para su terminación.
Tendencias
“¿Cuál es el afán de gastarse 8.000 millones? ¿Por qué no termina las otras obras primero?
NO MÁS
- Improvisación.
- Obras abandonadas.
- Desgobierno.
- Falta de planeación.
- Obras sin predios”, expresa la convocatoria ciudadana.
A propósito de la falta de confianza en Manizales hacia la gestión del alcalde Marín Correa, hace pocos días la Sociedad Caldense de Ingenieros y Arquitectos, el Centro de Observación para la Infraestructura y la Corporación Cívica de Caldas; emitieron un comunicado en el que señalaban los traumatismos que ha generado en los habitantes de Manizales la falta de planeación y la deficiente ejecución de algunas obras como el intercambiador vial de Los Cedros, el Bulevar de la calle 48 o la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, (PTAR).
Se advirtió por parte de estas entidades que no era prudente que la administración se embarcara en otras obras como el bulevar de la calle 19 o la tercera línea del Cable Aéreo, teniendo como antecedente el pobre avance de los proyectos que ya tiene empezados en diferentes lugares de la ciudad.
También se plantearon varias preguntas como quién asumirá los sobrecostos, el endeudamiento o las consecuencias de la inadecuada planificación; a la vez que se hizo énfasis en la falta de confianza por parte de los ciudadanos y las graves afectaciones a la economía o la calidad de vida por la congestión y el mal estado de la malla vial en algunos puntos.
La justicia también se pronunció acerca de esta serie de proyectos inconclusos y por eso la titular del Juzgado Segundo Administrativo, Patricia Varela Cifuentes, dio la orden para suspender la licitación de las obras de construcción de la línea 3 del Cable Aéreo de Manizales tras una acción popular presentada por el ciudadano Enrique Arbeláez Mutis.
En esta se indicaba que existe un alto riesgo de detrimento patrimonial y de afectaciones graves por cuestiones de tiempo y licitación transparente de este proyecto, en el que están vinculadas la empresa Ideas Más, InfiManizales y la Unión Temporal Cable Aéreo Línea 3.
Uno de los puntos que mayor peso tuvo para que se tomara tal determinación es la falta de predios para el desarrollo de las obras porque podría generar retrasos en su inicio, ya que no se cuenta con una disponibilidad física y jurídica de estos, sino con una serie de herramientas para adelantar las gestiones de adquisición, lo cual hace inviable que se dé comienzo a los trabajos.
Entre las dudas que plantea la jueza en el fallo emitido está si el contratista puede iniciar la construcción en los predios que se identificaron como óptimos, a pesar de que no se ha llevado a cabo ninguna clase de gestión para la compra con sus propietarios. Igualmente, cuestiona el hecho de que ya se haya suscrito un contrato para esta obra y esté corriendo el tiempo para su ejecución sin saber exactamente en cuáles terrenos se realizará.