Nación
Supía, Caldas, lleva 36 días esperando atención del Gobierno Nacional por las inundaciones
Hasta el momento se ha brindado ayuda a la comunidad de los sectores que sufrieron mayores complicaciones con la emergencia.
Más de un mes después de que el desbordamiento de las quebradas Grande y Rapao, así como del río Supía, dejaran una grave emergencia en este municipio del occidente caldense; su alcalde Marco Antonio Londoño Zuluaga sigue buscando de manera desesperada las ayudas que necesita la población para evitar que se repita una tragedia de tal magnitud.
Esa noche del sábado 3 de septiembre de 2022 el agua corrió de manera descontrolada por las calles dejando una persona fallecida, 7 heridas, más de 3 mil familias damnificadas, 16 barrios y veredas incomunicados, 48 casas destruidas en su totalidad, 84 averiadas y otras 934 con daños menores.
Al lugar llegó poco después de que ocurriera la emergencia el director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Javier Pava Sánchez, quien visitó el territorio y se puso al frente del Puesto de Mando Unificado. También coordinó la realización del censo para atender a las familias que resultaron afectadas y anunció que las ayudas llegarían directamente desde el Gobierno Nacional.
Pero ya han pasado 33 días y lo cierto es que el mandatario municipal sigue sin obtener las ayudas que tanto reclama; pues a pesar de lo que se ha hecho desde su administración y el apoyo incondicional de la Gobernación de Caldas, es indispensable que el presidente Petro y los organismos correspondientes pongan sus ojos sobre esta población de aproximadamente 37 mil habitantes.
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El clamor del Alcalde de los supieños ha sido claro y constante a través de las redes sociales para evitar una cuarta inundación en la localidad en lo que va del año: “Hemos sido insistentes ante el gobierno nacional para que las ayudas y elementos que se necesitan en nuestro municipio lleguen prontamente, pues seguimos esperando los materiales de construcción y la maquinaria para intervenir el río Supía, así como las Quebradas Grande y Rapao”.
Hasta el momento se ha brindado atención a la comunidad de los sectores que sufrieron mayores complicaciones con la emergencia, como lo es el barrio Villacarmenza, donde se trazan acciones y obras para desarrollar con los propios vecinos, de tal manera que se le pueda hacer frente a esta difícil situación.
También se entregaron los materiales necesarios para reestablecer el servicio de agua en la vereda Murillo, donde más de 40 familias se quedaron sin acceso al líquido vital; y se adelantan trabajos para el mejoramiento de las vías rurales con maquinaria amarilla que ha prestado la Concesión Pacífico Tres para que los habitantes de la vereda Mudarra dejen de estar incomunicados.
Pero todos estos esfuerzos son insuficientes y por eso al alcalde, Marco Antonio Londoño, le tocó coger su maleta y plantarse en la propia capital del país para ver si por fin lograba ser escuchado. Allí pudo reunirse con varios delegados del Gobierno Nacional para gestionar las ayudas que necesita su comunidad después de la emergencia y recibió, otra vez, el compromiso por parte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de que en los próximos días se iniciarán las obras para evitar la cuarta inundación del año.
Al mandatario lo acompañó una delegación de la Corporación Autónoma Regional de Caldas, (Corpocaldas), que puso en contexto el riesgo que están corriendo los supieños. También el exgobernador del departamento y actual senador, Guido Echeverri Piedrahíta, quien ha sido uno de los grandes aliados del alcalde para buscar soluciones.
Después de la citada reunión, y dado que la fe es lo último que se pierde, el mandatario dijo: “Confiamos en que el Gobierno Nacional prontamente atienda nuestra solicitud y no dejaré de insistir hasta ver una solución a la calamidad. Hago un llamado para orar por Supía y para que bajen las lluvias de los últimos días, para poder realizar así las intervenciones que se requieren.”
Hay un estudio claro sobre las obras de mitigación que deben desarrollarse en Supía y evitar así una nueva calamidad por las lluvias que implique la pérdida de más vidas, la destrucción de viviendas y que la economía del municipio quede otra vez en jaque. El balón está ahora en el área del Gobierno Nacional para que brinde una solución definitiva a esta grave problemática que lleva más de un mes sin ser atendida; y que el fuerte invierno que azota a la región podría hacer