Medellín
Alcalde de Medellín advierte sobre racionamiento de energía por retrasos en Hidroituango
El 30 de noviembre de este año, EPM debería encender dos turbinas, pero no lo hará porque está pendiente la evacuación de las comunidades que están aguas abajo de Hidroituango.
El alcalde de la capital de Antioquia y presidente de la junta directiva de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Daniel Quintero Calle, anunció este miércoles ante el Senado de la República que los retrasos que se podrían presentar en el proyecto de Hidroituango generaría inminentes racionamientos de energía en Colombia.
La inauguración está en vilo por factores externos a la hidroeléctrica, según lo expuso la compañía que tiene a cargo la obra. La piedra en el zapato es la deficiente gestión del riesgo de los organismos de socorro que están ubicados aguas abajo, quienes se deben preparar para atender cualquier emergencia.
En completa incertidumbre están las dos primeras unidades de generación de energía que prometen aportar 600 MW de potencia. Técnicamente, estarían listas para la operación comercial, pero el Gobierno nacional insiste en la evacuación de las poblaciones antes de prender las turbinas y EPM respalda ese propósito.
La presión de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) por la imposición de multas superiores de 180 millones de dólares por no encender las turbinas antes del 30 de noviembre de este año no sería un dolor de cabeza para la compañía, la preocupación es que la inauguración no sea segura por correr con el cronograma.
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Pero eso no significa que no hay afán para cortar la cinta en Hidroituango. Prender las unidades de Ituango significa apagar seis centrales térmicas, lo que mejoraría las condiciones ambientales en el país. También las tarifas de energía que administra Empresas Públicas de Medellín bajarían hasta en un 5 por ciento.
En dado caso de que la inauguración se siga prolongando, los fantasmas que han esquivado los desarrolladores de la obra podrían empezar a aparecer. Así lo explicó el alcalde Daniel Quintero en medio de una sesión que se llevó a cabo este miércoles en la Comisión Quinta del Senado, donde analizaron el panorama.
“Si Hidroituango no prendiera, entonces el otro año estaríamos hablando sin ninguna duda de racionamiento, porque la demanda energética del país va creciendo y la tendencia no va a variar porque nosotros lo digamos. Y no va a variar, la pregunta es, ¿cuál es la energía o la forma como se produce?”, dijo Quintero.
Pero otra es la opinión de la Comisión de Regulación de Energía y Gas. Los estudios y balances que ha realizado sobre los retrasos que se podrían presentar en Hidroituango no revelan un racionamiento de energía próximo. El déficit no se presentaría hasta antes del 2025, contraria a las advertencias del alcalde.
En ese momento, las autoridades regulatorias creerían que ya la planta esté en operación comercial con las turbinas que aportarán el 17 % de la demanda nacional, por lo que el pánico del racionamiento no sería necesario. Ahora bien, en dado caso de que haya obstáculos, tomarían decisiones para frenar la escasez.
La incertidumbre sigue acompañando la obra. Empresas Públicas de Medellín es la encargada de ponerle fecha a la inauguración de la obra, pero afirmó recientemente que tiene las manos atadas por los organismos de socorro locales, quienes deben definir las pautas para las evacuaciones de las comunidades.
Otro de los dolores de cabeza es el estallido de las poblaciones que tienen reparos con el desarrollo del proyecto y los supuestos pactos que habría incumplido la compañía. Entre tanto, piden garantías de seguridad ante el riesgo que podría representar el encendido de las turbinas de generación de energía.
En el pliego de peticiones también se lee tener una comunicación asertiva con el propósito de informar el estado actual de las obras a razón de que presuntas vibraciones en el macizo rocoso representarían una amenaza para las personas que viven aguas debajo de la hidroeléctrica más importante del país.