Medellín
Alcaldía de Medellín instala vallas metálicas en La Alpujarra, luego de toma de indígenas
No se descartan nuevas manifestaciones por parte de las comunidades indígenas.
El centro administrativo de La Alpujarra de Medellín amaneció cercado con vallas metálicas de dos metros, tras la asonada que protagonizó la comunidad indígena de Chocó el pasado miércoles. La medida busca reducir los riesgos en los edificios.
Se reconoció que hubo una falla en la comunicación durante la emergencia. No solo en esta protesta, también la semana pasada cuando un grupo de ciudadanos asaltó la plazoleta para reprochar la gestión del presidente Gustavo Petro y la de Daniel Quintero.
El protocolo se ajustó porque no se descartan nuevas manifestaciones con similares características. Los mismos indígenas advirtieron que, en dado caso de que se alteren las negociaciones con el distrito, regresarían al inmueble a modo de protesta.
En palabras de Quintero, lo importante es ofrecerles tranquilidad a los funcionarios públicos que laboran en el centro administrativo de La Alpujarra. Con los cambios, tendrían mayores garantías de seguridad para ejercer sus funciones.
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“Ya nos ha pasado dos veces. Nosotros teníamos a la Policía organizada pensando en el paro de taxistas. Ahí hubo una falla de comunicación y coordinación que llevó a la toma de la Alcaldía. Ya se ajustaron las tuercas donde hubo que ajustar”, dijo el mandatario.
Las alertas están encendidas. La comunidad que atacó las instalaciones de la Alcaldía no está conforme con las medidas que se han tomado frente a la mendicidad. Ellos piden el visto bueno para utilizar a los menores de edad en la recolección de dinero en la ciudad.
Pero no se cederá en este punto neurálgico de las peticiones. Quintero aseguró que el uso de niños y niñas para estas prácticas no está permitido, ni será aceptado. En esa misma posición la comparten otras entidades del Estado, citando posibles vulneraciones.
De momento, sigue activa la mesa de concertación entre la administración distrital, líderes de la comunidad indígena y entidades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Personería de Medellín, Procuraduría General de la Nación y la Unidad de Víctimas.
“Hemos dispuesto toda la logística para que vuelvan a sus territorios o, si eventualmente se quieren quedar, la condición es que no pueden pedir plata, no pueden poner a los niños a trabajar en la calle, eso no es aceptable”, agregó el alcalde Daniel Quintero.
Por otro lado, en un misterio se convirtió la supuesta desaparición de una moneda de oro de la Alcaldía de Medellín, luego de la invasión que protagonizaron los 800 indígenas del Chocó.
Luego de superar el caos donde se vieron involucrados niños y que se necesitó la intervención de la Policía, empezó a tomar fuerza una sospecha: un premio que recibió la capital de Antioquia durante la administración de Federico Gutiérrez se habría embolatado.
Se trata de la distinción internacional de arquitectura Lee Kuan Yew, considerado el máximo galardón del urbanismo en el mundo y calificado por algunos expertos del continente como el Premio Nobel de las ciudades. La lujosa estatuilla llegó en el año 2016.
El premio destacó la transformación de Medellín. La medalla, un certificado y 300 mil dólares fueron recibidos por Gutiérrez junto al exalcalde Aníbal Gaviria, hoy gobernador. En ese mismo evento se entregaron menciones especiales a Canadá y Australia.
Es una moneda de oro macizo de 24 quilates incrustada en un cristal, avaluada en millones. Su ubicación es un secreto. Varias personas dan por hecho que estaba ubicada en una repisa del hall de la Alcaldía de Medellín en el momento en que ingresaron los indígenas.
La supuesta vitrina donde la habrían visto fue destrozada por los manifestantes. Ante las dudas de la presunta desaparición, se hizo un inventario de los daños. En esa primera evaluación se determinó que la medalla no estaba en las instalaciones de la Alcaldía desde hace varios meses. Esto lo sustentan con fotografías de las repisas.