Medellín
Alerta en Medellín: confirman primeras intoxicaciones por fentanilo
Los médicos encendieron las alarmas por la circulación de la sustancia en la capital de Antioquia.
Gremios médicos y la Gobernación de Antioquia confirmaron las primeras intoxicaciones en la ciudad de Medellín por el uso de fentanilo, una sustancia que puede llevar al consumidor a la muerte porque es cincuenta veces más potente que la heroína. Hay alerta máxima por la circulación de este opioide en las calles del Valle de Aburrá.
Al parecer, las dosis estarían siendo camufladas en tusi. Algunos casos estudiados dieron cuenta que la persona, al momento de utilizar la ‘cocaína rosa’, no supo que estaba usando el fentanilo y se enteró cuando ingresó al servicio de urgencias con complicaciones en su salud.
“Tenemos la información de la Clínica Soma con los dos primeros casos oficiales. Tenemos la información de más casos que se harán conocer posteriormente. Es una preocupación que veíamos venir. Es una droga dañina”, afirmó el gobernador Aníbal Gaviria.
Mientras que otros ciudadanos que se inyectaron la sustancia conscientemente arribaron a los centros hospitalarios con manifestaciones del síndrome de abstinencia. Es decir, tuvieron efectos en su organismo cuando la dejaron de emplear, tras la fuerte adición que les produjo.
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Así lo explicó Jorge Alonso Marín Cárdenas, especialista en toxicología médica: “Es un medicamento muy potente que quita el dolor, produce una gran euforia y una sensación de placer”. Sin embargo, los efectos no son duraderos. Semanas después, no causará esa emoción y generará una gran abstinencia.
Él justificó que la capital de Antioquia debe estar en alerta porque, como ha pasado en otros lugares del mundo, cuando se detecta un caso es porque hay otros en camino. Bajo este escenario, se interpretaría que el consumo se está multiplicando y las autoridades deben estar preparadas.
El fentanilo en Medellín
Así se advirtió el pasado 27 de julio tras el hallazgo de 280 ampolletas de fentanilo de diez mililitros cada una. Según el reporte de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, la sustancia fue presentada como un elemento farmacéutico y de uso exclusivo intrahospitalario.
El material fue descubierto en un control realizado a una empresa de mensajería, cuyo traslado se dio desde la ciudad de Barranquilla y tendría un evalúo de 70 millones de pesos. En ese momento, los uniformados mostraron preocupaciones por los graves daños que produce.
“El consumo de fentanilo puede llevar al consumidor a un estado de coma, causar daños permanentes en el cerebro y, en el peor de los casos, la muerte, ya que es 50 veces más potente que la heroína”, manifestó la institución, por lo que invitó a denunciar la circulación del opioide por medio de la línea de emergencia 123.
Ahora bien, la Fiscalía General de la Nación informó que, tras la confirmación de las primeras intoxicaciones, un grupo especializado le está siguiendo el rastro a las personas que están comercializando la sustancia en el Valle de Aburrá y evaluando si hay estructuras delincuenciales detrás del temido fenómeno.
“Un grupo de fiscales, acompañado de la Policía, ya están adelantando labores investigativas para establecer de qué estructuras estamos hablando y quiénes son las personas que están trayendo a la ciudad este tipo de medicamento”, afirmó Yiri Milena Amado, directora seccional del ente de acusación en Medellín.
La alarma de las autoridades de Medellín tiene que ver con que este opioide sintético mata a casi 200 personas al día en Estados Unidos, según datos oficiales, y es el responsable de dos tercios de las 107.735 muertes por sobredosis de drogas registradas en el país en 2021.
“Es la droga más mortal a la que se ha enfrentado Estados Unidos”, reiteró la directora de la DEA, Anne Milgram, durante una sesión del subcomité judicial de la Cámara de Representantes sobre crimen y vigilancia del Gobierno federal.
“El fentanilo es barato de fabricar, fácil de disimular y mortal para quienes lo toman. Solo dos miligramos, el equivalente a unos pocos granos de sal, pueden matar a una persona”, explicó. Lo preocupante de las drogas sintéticas es que su “único límite” son “las sustancias químicas que se pueden comprar” para fabricarlas, añadió.